Lula y Pedro Sanchez participaron del foro “En defensa de la democracia. Luchando contra el extremismo” en la ONU

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“La abundancia para unos pocos y el hambre para muchos en el siglo XXI es la antesala del totalitarismo”, advirtió Lula

Para Luiz Inácio Lula da Silva, “entender por qué la democracia se ha convertido en un blanco fácil para la extrema derecha y sus falsas narrativas es un desafío” que comparten distintos países y regiones. Bajo esa premisa, el mandatario brasileño y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, convocaron a un encuentro de gobernantes para trabajar juntos contra estos fenómenos.

Ese foro, denominado “En defensa de la democracia. Luchando contra el extremismo”, se desarrolló el martes, después de la apertura de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York. Participaron los presidentes de Chile, Francia, Cabo Verde y del Consejo Europeo, así como los primeros ministros de Canadá, Timor Oriental y Barbados. También asistieron representantes de México, Estados Unidos, Noruega, Senegal, Kenia, Colombia y la ONU.

“Es innegable que la democracia vive actualmente su momento más crítico desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo Lula en el encuentro. Señaló que tanto en Brasil como en Estados Unidos “las fuerzas totalitarias han promovido acciones violentas para impugnar el resultado de las urnas”, y que “en América Latina, las noticias falsas erosionan la confianza y afectan los procesos electorales”.

Mientras tanto, “en Europa, una mezcla explosiva de racismo, xenofobia y campañas de desinformación pone en peligro la diversidad y el pluralismo”, y en África “los golpes de Estado demuestran que el uso de la fuerza para derrocar gobiernos sigue reflejando los resquicios del colonialismo”.

Para Lula, “el extremismo es un síntoma de una crisis más profunda con múltiples causas”. Afirmó que “la democracia liberal ha demostrado ser insuficiente y ha frustrado las expectativas de millones de personas”.

“Un modelo que trabaja para el gran capital y abandona a los trabajadores a su suerte no es democrático”, dijo el presidente de Brasil. “Un sistema que favorece a los hombres blancos y desampara a las mujeres negras es inmoral”, agregó Lula, y advirtió que “la abundancia para unos pocos y el hambre para muchos en el siglo XXI es la antesala del totalitarismo”.

En su discurso, el presidente brasileño consideró necesario luchar para que “la democracia vuelva a ser percibida como la vía más eficaz para conquistar y hacer efectivos los derechos”.

“Para devolver la esperanza a millones de personas desheredadas por la globalización, tenemos que poner la economía al servicio del pueblo”, dijo Lula. “Esto no significa acabar con el libre mercado, pero sí recuperar el papel del Estado como planificador del desarrollo sostenible y como garante del bienestar y de la equidad”.

El mandatario defendió la libertad de expresión, pero señaló que esta “encuentra sus límites en la protección de los derechos y libertades de los demás y del propio orden político”. Además, advirtió que “las redes digitales se han convertido en un terreno abonado para los discursos de odio misóginos, racistas y xenófobos que se cobran víctimas cada día”.

Por otra parte, dijo que existen “desafíos para los que aún no hemos encontrado respuestas”. Señaló que la extrema derecha “se ha hecho electoralmente viable organizando a los descontentos en torno a un discurso de identidad a la inversa. Culpan a los inmigrantes, las mujeres y las minorías de los problemas actuales. Y lo hacen forzando los límites de las instituciones democráticas”.

Lula agregó que “ceder ante estas narrativas es caer en una trampa”, porque “retroceder no aplacará el ánimo violento de quienes atacan la democracia para silenciar y arrebatar los derechos”. Manifestó que “no hay contradicción entre cohesión social y respeto a la diversidad. El pluralismo nos fortalece”.

A su vez, el presidente del gobierno español llamó a “promover la transparencia y la responsabilidad de los medios de comunicación y de las plataformas digitales, y especialmente de aquellos que desarrollan inteligencia artificial”, y dijo que “los ciudadanos necesitan saber quiénes son los propietarios de los medios de comunicación que están detrás de la información que publican y consumen”.

Sánchez consideró necesario luchar contra los extremismos y la desinformación en conjunto y en forma sistemática. “Es un movimiento que no reconoce los resultados electorales, que niega la ciencia y, por tanto, el cambio climático, manipula conceptos como la libertad y cuestiona la participación de la mujer en la política”, dijo el presidente español, de acuerdo con elDiario.es. En referencia al crecimiento de la extrema derecha, advirtió: “Nos enfrentamos a adversarios poderosos con importantes fuentes de financiación que nutren redes de contacto a escala global”.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, que llamó a atender desde la izquierda preocupaciones que son capitalizadas por la extrema derecha, como las que surgen ante la inseguridad pública o la migración, ofreció Santiago para una próxima reunión que permita darle continuidad a este intercambio.

LA DIARIA

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