Descubren una nueva especie de nutria en América Latina

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Descubren una nueva especie de nutria en América Latina

A medida que avanza la ciencia y la tecnología, los biólogos descubren más especies de plantas y animales. Muchos de esos nuevos hallazgos provienen del análisis de especies crípticas, es decir, aquellas que son muy similares en apariencia externa pero que son genéticamente distintas y, por lo tanto, constituyen especies diferentes.

En grupos como los mamíferos, y especialmente en los carnívoros, no es común este tipo de hallazgos. Así que cuando hay uno de ellos, el asombro se magnifica. Y eso ha sucedido ahora que un grupo de investigadores demostró que los ejemplares de nutria neotropical (Lontra longicaudis) en realidad pueden separarse en dos especies completamente diferenciadas. La segunda es la Lontra annectens.

Anteriormente se consideraba que la nutria Lontra longicaudis tenía una amplia distribución que iba desde México, pasando por todos los países de Centroamérica y Sudamérica —con excepción de Chile—, hasta llegar al noreste de Argentina. Ahora, el nuevo hallazgo muestra que en realidad cada una de estas dos especies tiene una distribución más reducida.

Uno de los aspectos morfológicos que daba pistas de que hubiera más de una especie de nutria en ese rango de distribución es la variación en la forma de la almohadilla nasal pero, durante mucho tiempo, lo que hicieron los expertos fue proponer tres subespecies de la nutria neotropical: Lontra longicaudis annectens, presente en México, América Central y América del Sur al oeste de los Andes; Lontra longicaudis enudris, en las cuencas del Amazonas y el Orinoco, y Lontra longicaudis longicaudis, en la cuenca del Paraná y el resto de la distribución hacia el oriente y sur de Sudamérica.

“Analizamos marcadores nucleares de todo el genoma de 29 individuos de L. longicaudis en todo el rango de la especie para evaluar su estructura poblacional […] Nuestros resultados apoyan el reconocimiento de las poblaciones transandinas de L. longicaudis como una especie de nutria distinta, que debe ser reconocida como Lontra annectens”, indica el artículo científico.

De subespecie a especie

“Cuando estaba haciendo mi doctorado, notaba que había cambios entre las poblaciones de nutria del Golfo de México con las del Pacífico, así que me preguntaba: ‘si esta nutria tiene una distribución tan amplia, desde el norte de México hasta el norte de Argentina, donde existen una gran cantidad de ambientes, ¿es probable que hayan ocurrido procesos de especiación?’”, comenta Pablo César Hernández, investigador del Laboratorio de Biodiversidad y Cambio Global (LABIOCG) de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coautor del artículo.

El investigador, quien además es integrante del grupo de especialistas en nutrias de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se refiere a la especiación como el proceso evolutivo mediante el cual una población de organismos se separa en dos o más poblaciones distintas que ya no pueden reproducirse entre sí, dando lugar a nuevas especies.

Hernández también se preguntaba si, además de la forma de la nariz, existían otras características que permitieran separar a esta nutria en dos o más especies.

Las respuestas las obtuvieron a través de los estudios genéticos. “Nuestros análisis de datos nucleares a nivel del genoma apoyaron consistentemente una fuerte separación genética entre las nutrias de río neotropicales transandinas (desde México hasta el occidente de los Andes colombianos y ecuatorianos) y cisandinas (desde el oriente de los Andes colombianos y ecuatorianos hacia el resto de Sudamérica), tradicionalmente asignadas a L. longicaudis”, dice el estudio.

Vera de Ferran, investigadora brasileña del Laboratorio de Biología Genómica y Molecular de la Pontificia Universidad Católica do Rio Grande do Sul (PUCRS) y del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Wisconsin, y autora principal del artículo, comenta que uno de los mayores desafíos de este tipo de trabajos es la necesidad de tener un conjunto de datos que abarque muestras de la mayor parte de la distribución de la especie, incluyendo muestras de todas las poblaciones que se desean estudiar. “Esto puede ser especialmente desafiante para una especie que tiene un rango muy amplio, como la nutria de río neotropical. Este tipo de datos son importantes para determinar si las diferencias entre las poblaciones que observamos son reales o si sólo son producto de la distancia entre las poblaciones”.

Para la experta, la asignación incorrecta de especies puede llevar a los investigadores a conclusiones erróneas sobre el tema que se está estudiando. Esto también se aplica a las acciones de conservación, que se centran principalmente en el nivel de especie en lugar de en las subespecies. Por lo tanto, comenta, si una subespecie está amenazada, pero la especie en su conjunto está bien, la subespecie puede no recibir la atención que necesita. “Entonces, dada la forma en que se lleva a cabo actualmente la planificación y la acción de conservación, identificar una especie es muy importante para dirigir la atención y los esfuerzos hacia su protección”.

Hernández considera que la designación de Lontra annectens como una especie diferente a Lontra Longicaudis es importante para tomar decisiones respecto a la conservación de ambas nutrias. Por ejemplo, menciona que uno de los criterios de la UICN para decidir si una especie está amenazada es el área de distribución, y esta nutria neotropical antes tenía un rango de distribución muy grande, “por lo que algunos podrían llegar a decir que no es tan preocupante si se extingue en México, porque todavía están las poblaciones Centroamérica y Sudamérica. Pero, ahora que separamos las especies, esas distribuciones se redujeron considerablemente para ambas nutrias”.

El biólogo mexicano también considera que la identificación de la nueva especie es importante para generar mayor conocimiento, ya que la mayor proporción de estudios estaban en Brasil, donde no habita la nueva especie descrita, “así que ahora hay que hacer más estudios en otros lugares, porque tenemos mayores vacíos de información para llenar”.

Llenar vacíos de información

Las nutrias son animales semiacuáticos que se alimentan principalmente de peces y crustáceos, y que requieren hábitat tanto en agua como en tierra. El agua es importante porque es allí donde está su principal fuente de alimentación, mientras que en la tierra establecen sus zonas de refugio y reproducción.

Hernández menciona que hasta el momento se conocen 14 especies, de las cuales sólo dos son completamente marinas. Además, indica que la nutria es un depredador tope de los sistemas dulceacuícolas, donde comparte este título casi exclusivamente con caimanes y cocodrilos, aunque las nutrias los depredan cuando estos reptiles están en su estado juvenil.

“A través del estudio de las nutrias podemos biomonitorear de manera indirecta la calidad del hábitat donde viven y, de esta manera, podemos saber qué está pasando en el ambiente y tomar medidas de conservación”, dice el experto.

Vera de Ferrán menciona que, aún cuando las nutrias son muy populares entre la población en general, contrario a lo que se podría esperar, todavía hay muchas “lagunas” en el conocimiento que se tiene sobre ellas.

“Quedan muchas preguntas que deben abordarse en futuros estudios. Preguntas sobre su rango, diversidad genética, conectividad entre poblaciones y adaptaciones locales son extremadamente importantes, y responder a estas preguntas nos ayudará a comprender mejor estas especies para poder conservarlas”, comenta.

Con respecto a la nueva nutria Lontra annectens, de Ferran considera que es vital definir mejor su rango y sus límites para determinar si su distribución se superpone con otras especies de nutrias; estimar cuánto tiempo atrás ocurrió la separación entre esta especie y las otras especies sudamericanas; llevar a cabo estudios a nivel poblacional para comprender mejor su estado de conservación y, considerando la similitud entre esta especie y la nutria de río neotropical (Lontra longicaudis), llevar a cabo un estudio más profundo sobre cómo estas especies se diferencian.

Marcelo Rheingantz es biólogo del Instituto de Biología de la Universidad Federal de Río de Janeiro, director ejecutivo de la ONG Refauna y miembro de los grupos de especialistas en translocación de conservación y nutrias de la UICN. Para él, es muy probable que la UICN reconozca a la nueva especie. “En los próximos meses tendremos que hacer esta validación. Si vamos a separar a la nutria en dos especies, tendremos que hacer dos evaluaciones de estatus, tanto para una como para la otra, porque todo lo que se ha evaluado hasta el momento fue considerado para una sola especie”.

Rheingantz, quien ha dedicado su carrera de investigación a la ecología y conservación de poblaciones de vertebrados en Brasil y Sudamérica, también considera que es necesario estudiar a las otras dos subespecies que quedaron de la nutria Lontra Longicaudis (Lontra longicaudis enudris y Lontra longicaudis longicaudis), para saber si siguen considerándose como subespecies o si también se trata de especies distintas. También piensa que uno de los temas más importantes actualmente es comprender los efectos de las actividades humanas en las poblaciones de nutrias, “cuánto eso afecta su salud y también cómo eso afecta la forma en que utilizan el ambiente”.

LaderaSur

 

 

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