Los rostros ocultos de la pobreza: infancia y adolescencia bajo la lupa en la Argentina de 2024 – Por Luca Silva

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Los rostros ocultos de la pobreza: infancia y adolescencia bajo la lupa en la Argentina de 2024

Por Luca Silva*

En la Argentina de 2024, la infancia y la adolescencia enfrentan una realidad alarmante. Un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) revela que un 16,2% de niñas, niños y adolescentes vive en situación de indigencia, mientras que el 62,9% está en situación de pobreza. Estas cifras son el reflejo de una crisis económica y social profunda, agravada por las políticas implementadas por el gobierno actual.

Javier Milei, quien asumió la presidencia en diciembre de 2023, llegó al poder prometiendo una transformación radical. No obstante, sus medidas han tenido un impacto devastador en los sectores más vulnerables, especialmente en niñas, niños y adolescentes. Su enfoque neoliberal, centrado en la reducción del gasto público y la privatización, ha fracasado en garantizar un desarrollo inclusivo.

Impacto en la educación y la salud

Uno de los primeros cambios fue la degradación del Ministerio de Educación a una Secretaría dentro del nuevo Ministerio de Capital Humano. Esto refleja no solo un desinterés por la educación, sino también una significativa disminución del presupuesto destinado a este sector. La reducción del 30% en el presupuesto educativo ha provocado el cierre de escuelas en áreas rurales y una disminución de los recursos para infraestructura y programas educativos. Esta falta de acceso perpetúa la pobreza, limitando las oportunidades de desarrollo de la niñez y adolescencia.

El recorte en el gasto social no se limitó a la educación. El presupuesto para la Asignación Universal por Hijo (AUH), fundamental para familias en situación de vulnerabilidad, fue reducido en un 50%, agravando la inseguridad alimentaria y disminuyendo los recursos disponibles para la salud y bienestar de niñas, niños y adolescentes.

En el ámbito de la salud, los recortes han sido igualmente severos, llevando al cierre de centros de atención comunitaria y la reducción de programas de nutrición y vacunación infantil. En las provincias más empobrecidas, estos recortes han incrementado las tasas de desnutrición y mortalidad infantil. Las familias más afectadas dependen de comedores comunitarios sostenidos por la solidaridad de organizaciones sociales, más que por un sistema de apoyo estatal robusto.

Inseguridad alimentaria: una emergencia silenciosa

La inseguridad alimentaria es uno de los problemas más urgentes para la niñez en la Argentina actual. Un informe de UNICEF indica que 1 millón de niñas y niños se acuestan sin cenar, y que 1,5 millones se saltan alguna comida diaria por falta de recursos. Este panorama no solo evidencia una crisis alimentaria profunda, sino también sus graves consecuencias en el desarrollo físico e intelectual de la niñez.

Además, el deterioro en la calidad de vida se refleja en que una de cada cuatro familias ha dejado de comprar medicamentos para sus hijas e hijos y ha reducido los controles médicos. El 9% de las familias ha dado de baja sus prepagas, agravando aún más la situación de quienes no tienen acceso a obras sociales.

Adultos que sacrifican su alimentación por sus hijos e hijas

UNICEF también destaca que 4,5 millones de adultos se saltan alguna comida para que sus hijas e hijos puedan comer. Este sacrificio extremo en un contexto de crisis económica generalizada pone de manifiesto la grave situación que atraviesan las familias vulnerables.

Sebastián Waisgrais, de UNICEF, advierte sobre el impacto a largo plazo: “La primera infancia tiene que solucionar esos problemas desde el momento cero porque si no, cuando queramos hacer algo ya va a ser tarde”. Este ciclo perpetúa la pobreza de manera más perversa y con consecuencias difíciles de revertir.

El futuro de la niñez en riesgo

El enfoque neoliberal de Milei, que busca liberar la economía de la intervención estatal, ha fallado en generar prosperidad inclusiva. En lugar de beneficiar a toda la sociedad, hemos visto una creciente concentración de riqueza en manos de unos pocos, mientras las juventudes más vulnerables quedan relegadas.

Es fundamental un cambio en las políticas públicas que prioricen el acceso universal a una educación de calidad, una alimentación adecuada y una atención médica integral. Solo un Estado que actúe como garante de los derechos fundamentales puede construir un futuro más justo y equitativo.

El verdadero progreso de una sociedad se mide por cómo trata a sus sectores más vulnerables. La situación actual en Argentina refleja la profunda necesidad de revisar las políticas implementadas y adoptar medidas que aseguren el bienestar de niñas, niños y adolescentes. La crisis actual subraya la urgencia de un cambio que ponga en el centro de las políticas públicas a quienes representan el futuro del país.

*Luca Silva Agüero, joven de 13 años, peronista, estudiante secundario y líder en su región, apasionado por la política y comprometido con la defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Busca generar conciencia sobre las problemáticas que afectan a las juventudes en Argentina y en América Latina, contribuyendo con su voz a la construcción de un futuro más justo e inclusivo. Colaborador del Instituto para la Democracia Eloy Alfaro (IDEAL).

 

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