Ecuador: elecciones 2025 y disputa política – Por Francisco Muñoz Jaramillo

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Ecuador: elecciones 2025 y disputa política

Francisco Muñoz Jaramillo *

Una reflexión sobre la coyuntura electoral  a pocos días de su definición formal y legal, requiere describir algunos puntos políticos nodales que den cuenta de la dinámica de actores y tendencias que se han puesto de manifiesto en Ecuador en el proceso cívico electoral de 2024-2025. El presente artículo reflexiona sobre algunos elementos críticos que se prevé tomarán cuerpo en las próximas elecciones de presidente y asambleístas.

Ecuador vive una encrucijada política singular, a la que concurren factores provenientes de la infiltración del narcotráfico y la violencia criminal y en la cual la institucionalidad del Estado ha sido malograda conduciendo a la reiteración del caos y arbitrariedad jurídica, lo que evidencia la presencia permanente de la politización de la justicia y la judicialización de la política en la que se enfrentan intereses de uno u otro sector para incidir en el curso de las leyes, de su aplicación y constitucionalidad, como impunidad,  poniendo por delante la arbitrariedad y el autoritarismo en el contexto de una forma de Estado de excepción, llamado Estado fallido o narco-Estado.

I

La interpretación de la situación descrita requiere registrar algunas de las principales circunstancias coyunturales que se han dado  en las últimas semanas que dejan ver tanto objetivos y estrategias políticas, como comportamientos de actores y previsiones electorales, destacándose las siguientes:

-La acción de seguridad del gobierno -enfocada especialmente en la Provincia de Manabí a fines del mes de junio  y en Durán en el mes de julio- que promueve la presencia militar y policial fuerte para enfrentar la violencia, el crimen organizado y el tráfico de estupefacientes, donde encontramos el despliegue de propaganda gubernamental con la presencia física, mediática y publicitaria del presidente Daniel Noboa que, a diferencia de otras intervenciones, al parecer, cuenta con la eficacia de la fuerza pública para lograr disminuir la inseguridad  y mostrar capacidad gubernamental a nivel nacional. Y que en el caso de Durán ha llevado al presidente de la República a manifestar su decisión de acabar con el crimen organizado  donde la desproporción de las declaraciones del presidente con el propósito de legitimar su reelección,  muestra su prepotencia como el uso de esos eventos públicos para la promoción  como candidato  presidencial.

Cuestión que contrasta con la decisión de la Corte Constitucional que censuró el decreto de estado de excepción que fue solicitado por el presidente de la república para aplicar en algunas provincias. Ante  esto la respuesta  fue  solicitar a una organización internacional para obtener la autorización sobre el estado de excepción, violentando el orden constitucional. En los  últimos días se ha planteado un nuevo pedido de estado de excepción que muestra la fragilidad del gobierno en el combate a la inseguridad.

  • El enfrentamiento con la vicepresidenta de la república es otra ofensiva de Noboa que tiene el propósito de retirar a la segunda mandataria de esta alta función. La acción evidenció el manejo arbitrario y comprometido de la Fiscalía General del Estado que acusó de oficio, sin el suficiente fundamento a la vicepresidenta del cometimiento del delito de concusión para conducirla a un enjuiciamiento político y su posible destitución.

Asunto que fue tramitado el 15 de junio en la Asamblea Nacional, la misma que negó la autorización para el enjuiciamiento como resultado del acuerdo parlamentario de los bloques del PSC, Construye y Revolución Ciudadana. Coalición que mostró las relaciones explícitas e implícitas de estas agrupaciones que podrían proyectarse en medio de la dispersión de la escena hacia el proceso electoral a realizarse en 2025.

  • El modo y estilo de gobierno de Noboa que refleja su  sobervia, la utilización del Estado para fines personales y familiares, la represión al movimiento social anti extractivista, como el manejo  arbitrario para copar organismos e instituciones determinantes para la conducción de la justicia,  el mismo          que se ha revelado en el apoyo al cambio  del presidente  del Consejo de la Judicatura. Decisión que deja entrever la conducta oficial que llevó a un editorialista del diario Expreso a decir del presidente Noboa: “Esos signos inequívocos que anticipan la consolidación de un tiranito en ciernes”[1].

Estas principales circunstancias, acciones, ofensivas e iniciativas han afectado la llamada gobernabilidad evidenciándose, especialmente, la tensión, por un lado, entre Ejecutivo-Legislativo, Asamblea Nacional y Presidencia, como, por otro, a nivel de los órganos electorales, el Consejo de Participación Ciudadana y el Consejo de la Judicatura. Configurándose un nuevo momento de tensión y  oposición política a Noboa, motivados especialmente por la participación en la próxima contienda electoral.

Adicionalmente, el Ejecutivo gestionó la eliminación de los subsidios a los combustibles (gasolina de 87 octanos) así como la colocación de tipos y formas de compensación a  los afectados por esta medida. Tema álgido involucrado en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que demanda esta política económica a cambio del préstamo concedido al Ecuador semanas antes y se constituye al mismo tiempo en la antesala de una nueva reforma tributaria establecida en la carta de intención, prevista para el mes de noviembre. Situación  que se da en el contexto de una manifiesta crisis económica de recesión y el limitado crecimiento de la economía ecuatoriana. Donde  la actividad turística, por caso, clave para la economía, ha sido golpeada significativamente, al mismo tiempo  muestra  los límites de la acumulación capitalista, tema  que el  pensamiento crítico de la economía política  debe  investigar y desarrollar.

Situación y definiciones que ha llevado a la acción de protesta del FUT y otras organizaciones populares, que se movilizaron en todo el país el 4 de julio, y el anuncio de la Conaie, para desplegar su acción en próximos días, como efectivamente se decidió en la asamblea de la esta organización semanas antes.

II

Principales elementos descritos que, en el curso de la interpretación planteada en este artículo, caracterizan el momento atendiendo a su manifestación  en la escena, la misma que  refleja el estado de  dispersión política, vale decir la existencia y promoción de múltiples figuras y organizaciones que se han lanzado a la arena electoral. Fragmentación  que refleja la crisis ideológica y organizativa de los partidos o movimientos políticos, la infiltración del narcotráfico en estos y en el control del aparato judicial, el uso de la tecnología de la comunicación política y el marketing como la palanca principal de la competencia electoral, al mismo tiempo que deja ver la profundización de  las diferencias y disputas entre sectores dominantes a nivel económico, en el plano nacional y regional, el mismo que se ha complejizado  en los últimos años por la presencia importante del narco lavado en la economía ecuatoriana

Esta dispersión no podría ser explicada sino se pone en relación con el otro elemento principal de la coyuntura política: la polarización. Este rasgo se manifiesta en distintas formas e incide en el curso electoral en las decisiones de las tendencias y los actores. Los procesos en que se reflejan esta polaridad identifican los principales campos de conflicto y describe su comportamiento en la coyuntura.

Estamos en un momento en que la correlación de las fuerzas en particular  en el proceso de interrelación escena y estructura, vale decir,  conflicto y estructuración del bloque de poder, el mismo que ha sido soslayado en la interpretación y análisis coyuntural, aunque es considerado en las estrategias políticas como la del presidente Noboa en el enfrentamiento particular con sectores correistas. Es el caso de la ofensiva administrativa y política al alcalde de Guayaquil  que ha contado con el apoyo abierto  de la Fiscalía General poniendo de manifiesto una vez más   la politización de la justicia.

En este punto se requiere precisar que la polarización entre correísmo/anticorreísmo, utilizada políticamente en momentos anteriores, ha perdido la calidad y significación de coartada,   desplazándose más bien hacia la bipolaridad Oposición/Gobierno, Asamblea Nacional/Ejecutivo, Ejecutivo/ Gobiernos Seccionales, etc.

En este aspecto cabe, en primer lugar, considerar la creciente polarización  reflejada en la escena,  entre la tendencia de derecha neoliberal, por un lado, y aquella que se define anti neoliberal. Posición neoliberal protagónica que en línea regional muestra la conjunción de la postura liberal de extrema derecha, proto fascista, representada principalmente por el presidente argentino Milei, y expresada también por el presidente salvadoreño Bukele. Corriente regional que se abre paso en coincidencia con los intereses geopolíticos, principalmente de EEUU, que buscan recuperar la región frente a la influencia económica, tecnológica, financiera y comercial de China.

En segundo lugar,  la tendencia antineoliberal que pone el énfasis en determinadas reformas estructurales y en la necesidad de intervención estatal en tanto, apuesta por el modelo económico keynesiano. En esta se manifiestan distintos matices que expresan, incluso, aquel que representa a determinados movimientos sociales, la CONAIE por ejemplo, y otros sectores de trabajadores sindicales y populares, así como grupos de izquierda que se reconocen en esta posición antineoliberal, pro intervencionismo estatal, que se opone al extractivismo minero y promueve la defensa del medio ambiente.

Manifiesta polaridad que se da entre modelos económicos políticos que se enfrentan y que en forma práctica se expresará en las elecciones de 2025 entre el presidente Noboa en pos de la reelección,  sus asambleístas y su aparato de gestión gubernamental y las fuerzas, movimientos e intereses que muestran la fortaleza del otro polo político opuesto a Noboa que buscan en las elecciones dirimir la presidencia y la conformación de la Asamblea Nacional.

En este ambiente polarizado del momento actual se requiere  considerar factores que se manifiestan en el nivel  ético, cultural del domino, que Gramsci comprendió como hegemonía política estatal. Se identifica así el proceso de evolución/involución de este plano hegemónico que incorpora el sentido común y el buen sentido como aspectos que tensionan por el cambio de la formulación hegemónica ligada actualmente  al neoliberalismo, y que desde la acción social desde abajo  generan diferencias y conflictos con este predominio.

Desde  estas condiciones analizadas en consecuencia se puede prever los  posibles obstáculos y dificultades  que podrían afectar la reelección de Noboa y otros candidatos, así como  evidencia en consecuencia las contradicciones y conflictos como los límites de relación y acuerdo de determinados sectores dominantes,  hoy en algunos casos vinculados al narco lavado,  que buscan  influir en la decisión y resultado electoral como en la configuración  de la escena,

A este tenor  cabe entonces preguntarse:

¿Hay acuerdo para permitir a Noboa la conducción política del Estado que se encuentra ligado unilateralmente a los intereses regionales oligárquicos guayaquileños relacionados a la gran corporación privada de su familia? ¿Hay consenso para actuar en determinados momentos haciendo uso de decisiones y maniobras gubernamentales a favor de la corporación Noboa y de otros grupos familiares -como el Grupo Nobis- afectando así a otros sectores ?

Hasta el presente y luego de la presidencia de los seis meses de Noboa,  ¿es posible encontrar la unidad de determinados sectores y sus propósitos pecuniarios? ¿Qué determinaciones se puede advertir en el nivel económico y regional donde cabe conjeturar que se dan limitaciones que pueden reflejarse en la posibilidad y/o imposibilidad de actores y tendencias en juego en el próximo evento electoral?, tomando en cuenta que la gestión del presidente Noboa se manifiesta de manera destacada en el enfrentamiento con interésese particulares como el caso del enfrentamiento con el  alcalde de Guayaquil.

III

Teniendo en cuenta este contexto   a continuación se describe la situación y perspectiva de las distintas tendencias político electoral y su proceso de conformación en la etapa pre electoral, mismo que nos permite considerar  algunas de las conjeturas que fueron expuestas en un artículo anterior de mi autoría[2]:

En primer lugar, destacamos la tendencia que representa la figura de Daniel Noboa interesado -como el mismo se encargó de difundir- en su reelección. Representa la línea de la seguridad militarizada y la represión, como punta de lanza del neoliberalismo vinculado políticamente a la renovada derecha en la región, a la sombra de los paradigmas  simbolizados por “Milei /Bukele”.[3]

La posibilidad real de este candidato depende de la eficacia gubernamental para enfrentar en forma práctica el problema de la inseguridad, como de su legitimidad. Datos de encuestas sobre intención de voto   registran a Novoa en   32 %, en descenso. Y en intención de voto la empresa Maluk informa  que Luisa   Gonzales llega al  60% y Noboa al 34.61

En este punto se puede encontrar una situación empírica de declive, un “patrón de declive” que comparado con otros momentos -durante los gobiernos de Moreno y Lasso- da como resultado una baja importante de la legitimidad del gobierno en los últimos meses. Debilidad electoral de Noboa que evidencia la limitación de su candidatura. Que nos permite  prever y advertir de un campo incierto, de definiciones electorales en una dinámica diversa social y políticamente de otros  momentos,  que ha llevado a anunciar por parte de ciertos sectores la necesidad de una convergencia de centro izquierda que dinamizaría la presencia y decisión electoral política

Tomando en cuenta la fuerte influencia de la narco economía en todos los sectores económicos, se conoce, por caso, el vínculo de Corporación Noboa con el narco lavado, al mismo tiempo que se ha evidenciado un acuerdo Noboa-Correa  para colocar en la presidencia del Consejo de la Judicatura de la terna propuesta por el presidente de la Corte Suprema de Justicia a favor del Doctor Mario Godoy.[4] , quien fue posesionado por la Asamblea Nacional

En efecto siguiendo esta línea es necesario, por otro lado, observar el peculiar comportamiento en la gestión del gobierno donde se combinan decisiones arbitrarias y el uso de políticas de gobierno a favor del grupo empresarial privado de Noboa. Una suerte de renovada oligarquía de corte regional y guayaquileñista. En este contexto, queda por confirmar en la practica el apoyo efectivo de determinados sectores dominantes del país a su candidatura, puesto  que existen sectores con intereses distintos a Noboa, económica y regionalmente, que han promovido otra candidatura,  la de la Fiscal General del Estado por caso, y que en medio de la dispersión se promueve nombres y nombres alianzas y alianzas.

En segundo lugar, encontramos dentro de la configuración partidaria al Movimiento Construye con “importantes vínculos con el expresidente Lasso.  Usufructuario de la imagen del ex candidato presidencial asesinado, Fernando Villavicencio, y ligado  principalmente a la propuesta “la anticorrupción y anti impunidad como programa fundamental de gobierno con el propósito de constituirse en una suerte de centro político”[5]

Fuerza heterogénea, dispersa, e  indefinida que  pone el énfasis en el neoliberalismo, y que se perfila como representante de intereses serranos y quiteños”[6]. En las últimas semanas ha definido en la Asamblea Nacional su oposición a Noboa y ha llamado a  una alianza de centro con las organizaciones Suma, Construye y Avanza que han  sugerido a Henry Cucalon -ex Ministro de Gobierno de Lasso- como precandidato a la presidencia. ¿Qué significa en la lucha electoral la conformación de esta alianza que al parecer refleja las disputas de carácter económico y regional al interior del bloque dominante?

En tercer lugar, está la fracción de la derecha tradicional representada por el Partido Social Cristiano (PSC), fuerza política que en el último periodo ha debilitado su protagonismo con las pérdidas de la  prefectura del Guayas y la alcaldía de Guayaquil y las denuncias de infiltración narcotraficante a través de su ex asambleísta, Pablo Muentes, implicado en el Caso Metástasis y con prisión preventiva[7].

En cuarto lugar, es necesario considerar a Pachakutik que se encuentra debilitado y disminuido, apenas tiene 5 asambleístas. En los últimos días ha acogido a Leónidas Iza de la CONAIE como su precandidato. Al mismo tiempo  el movimiento indígena, ha decidido desplegar la movilización y resistencia para conquistar sus demandas, y ha declarado su oposición a Noboa, al neoliberalismo y al extractivismo. Fue una de las organizaciones social-política que en la consulta llamó a votar todo NO en las 11 preguntas.

 En este andarivel encontramos la presencia activa de dos organizaciones de la tradicional izquierda ecuatoriana, el Partido Socialista Ecuatoriano y Unidad Popular, que buscan generar la unidad como alternativa electoral;  y se aprestan en los próximos días a  concretar  un acuerdo que permita ampliar su presencia   con Pachacutik y organizaciones alternativas. ¿cabe este andarivel cuando desde otras posiciones se promueve un acuerdo del centro izquierda/ centro derecha?

Finalmente, se despliega la tendencia representada por el “correísmo” (Revolución Ciudadana). Luego de pactar una coalición parlamentaria con el gobierno de Noboa y el Partido Social Cristiano para  garantizar la gobernabilidad y aprobar las leyes económicas urgentes  para enfrentar la crisis fiscal, especialmente a través del incremento del IVA al 15 %, el correísmo declaró su oposición al gobierno días antes de la realización de la Consulta Popular, “dejando a Noboa sin este soporte político en la Asamblea Nacional abriendo un campo de inestabilidad e incertidumbre en torno a la gobernabilidad y fortaleza política presidencial”[8].

Esta corriente electoral tiene un límite en las denuncias y juicios “por situaciones de corrupción y posible vínculo con las mafias del narcotráfico y crimen organizado, […siendo] una de las organizaciones políticas, junto con otras…] infiltradas por estos sectores”[9]. Donde se encuentra, por caso, la denuncia del contubernio  de última hora con el gobierno por la definision  de la presidencia del Consejo de la Judicatura.

En la conformación del nuevo momento de oposición política pactó con Construye y el PSC alineados en la oposición a Noboa y ante las elecciones 2025 planteó Primero alianzas electorales en torno al acuerdo de las izquierdas. Pero en un segundo momento convocó a la unidad en torno a la constitución de un Frente Patriótico, vale decir,  un frente amplio, sin las izquierdas, donde se ha conocido el caso del movimiento Reto y la agrupación Centro Democrático, como posibles  alianzas.

En efecto en una entrevista generada en Radio Pichincha en las últimas semanas el expresidente Rafael Correa ha planteado la conveniencia de concretar este tipo de acuerdo electoral, donde ha expuesto su diferencia con el movimiento indígena (CONAIE) principalmente en el tema del extractivismo minero del cual es partidario, y ha sugerido la necesidad de convocar una asamblea constituyente en el próximo periodo[10]. ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad para esta alianza, algunos dicen de centro izquierda y al  decir de Correa Frente Patriótico?

¿Representa esto un cambio táctico electoral del correísmo para tener una mejor representación electoral y aprovechar con ventaja el cambio de condiciones de la escena electoral? Sin duda constituye un cambio de conducta   que eventualmente obtendría el apoyo  de sectores ubicados en la centro derecha, socialmente de sectores medios en un acercamiento conveniente con el amplio centro político como es el caso del movimiento político Reto, ligado al alcalde de Guayaquil, y adicionalmente para disputar el espacio electoral con otras organizaciones de centro derecha como Construye. ¿Se aplicaría en este caso la metáfora del péndulo para comprender el tránsito de una a otra tendencia, que podría expresarse en el 2025?

Posición política pragmática necesaria electoralmente. Tendencia que representa históricamente el 30% del electorado, dato que tiende a ser corroborado por el resultado del NO de la consulta.

En esta perspectiva el correismo ingresaría a un cambio de representación  desde la izquierda hacia una nueva ubicación ideológica orientada hacia un acuerdo con sectores que representan la tendencia de centro derecha, en cuyo caso expresa su disposición a deponer su representación de izquierda y abrir un nuevo tipo de expresión  populista de centro  para agrupar a las posiciones opuestas al candidato liberal-oligárquico Noboa, fenómeno propio del estado actual de la correlación de fuerzas.

  1. En conclusión

¿Cómo se perfilan los actores y tendencias electorales en la coyuntura 2024? ¿Cómo enfrentar el momento desde los colectivos alternativos, expresión desde abajo de sectores subalternos  para disputar una perspectiva estratégica?

Cabe una vez más definir una postura ideológica política; una conducta política.  Que fue expuesta en un artículo de mi autoría divulgado el 12 de abril, antes de la consulta[11], donde puse el énfasis en la necesidad de definir fortalecer y promover la contra hegemonía, como proyecto que abre un camino de unidad, en la coyuntura inmediata,

“Posición que se plantea- a decir de un documento que circulo en esta coyuntura- en circunstancias en que se avizora una intención planetaria de consolidación de la derecha y ultraderecha, la misma que muestra contradicciones y fisuras en su despliegue tendencial. Y “que presenta un desbalance negativo por la justicia social, la paz los derechos humanos y la depredación del medio ambiente” En estas condiciones del siglo XXI, las izquierdas por otro lado han perdido protagonismo en medio del desenfreno capitalista y desate tecnológico [12]: No obstante, y a pesar de las extremas e innegables dificultades, existen oportunidades para que las fuerzas sociales y de izquierda no solo se recompongan, sino que puedan retomar la iniciativa. [13]

Decía el documento en mención:

 “Una segunda línea de intervención estratégica desde la izquierda tiene que ser la defensa de la Naturaleza. No solo por un sentido de apego a la vida por encima de la voracidad empresarial, como corresponde a una posición de principios, sino porque en esa lucha se están definiendo los posibles límites a la devastación de la Madre Tierra y a la expansión irracional del modelo productivo capitalista.

“Estas prioridades no excluyen otros puntos centrales de una agenda para la defensa de los derechos y la promoción de cambios profundos en la sociedad.

Una paz integral y una defensa radical –finalmente decía el documento en mención-de los derechos sociales y ecológicos pueden ser los pilares para la construcción de un proyecto renovado de la izquierda que, obviamente, deberá incluir todas aquellas agendas contestatarias al sistema: en primer lugar, la lucha de las mujeres; luego, la aplicación efectiva de la plurinacionalidad, la defensa de la seguridad social y el impulso a la soberanía alimentaria y energética,[14]

Consecuente, con esta postura independiente -decía en el artículo en mención que circulo el 12 de abril-  se sugiere plantear una propuesta programática anti neoliberal y anti extractivista con temas como la reforma a la seguridad social, el desarrollo campesino indígena, el mayor presupuesto para las universidades públicas, etc., asi como la oposición a Noboa.

Sobre esta base programática- y objetivo político debe concretarse el llamado a la unidad del movimiento social y a la apertura de un nuevo momento de movilización y resistencia, como electoral e institucional, en que se exprese la tendencia social indígena y ecologista democrática, presente en el campo de la izquierda y centro izquierda, opuesta a la derecha reaccionaria, neoliberal. Conducta política sugerida, que debe estar atenta al desenlace del proceso electoral, bajo cualquiera de las formas o fórmulas que pueda darse,  que permita la organización y acción de resistencia y movilización en la coyuntura pos elecciones.

Cierro este artículo. Bajo estas premisas planteadas -continuaba nuestra reflexión- en consecuencia se vuelve necesario definir una táctica política específica colocando como objetivo principal la oposición al Gobierno de Noboa y su línea neoliberal, represiva, antidemocrática, pro extractivita minera y ligada al capital financiero, como a formas de lavado de la inversión del narcotráfico.[15]


Notas

[1] Ramito Aguilar. 2024. Primer deber: leer los signoshttps://www.pressreader.com/ecuador/diario-expreso/20240627/281801404151015

[2] Muñoz, Francisco. 2024. Radiografía política posconsulta 2024https://rebelion.org/radiografia-politica-pos-consulta-2024/

[3] Ibidem.

[4] Vistazo. 2024. ¿Qué se conoce de Mario Godoy, el nuevo presidente del Consejo de la Judicatura?https://www.vistazo.com/politica/nacional/que-se-conoce-de-mario-godoy-el-nuevo-presidente-del-consejo-de-la-judicatura-XB7650123

[5] Muñoz, Francisco. 2024. Radiografía política posconsulta 2024https://rebelion.org/radiografia-politica-pos-consulta-2024/

[6] Ibidem.

[7] Ibidem.

[8] Ibidem.

[9] Ibidem.

[10] Radio Pichincha Multimedia. 2024. Leónidas Iza | No hay cálculos políticos en la ausencia de la Conaie en las manifestacioneshttps://www.youtube.com/watch?v=iZfzue41-cs

[11] Muñoz, Francisco 2024. Consulta y Disputa por la Hegemoníahttps://rebelion.org/consulta-y-disputa-por-la-hegemonia/

[12] Documento Montecristi Vive, Frente a un Panorama escalofriante, más democracia, junio 2024

[13] ibidem

[14] ibid

[15] Muñoz, Francisco. 2024. Radiografía política posconsulta 2024https://rebelion.org/radiografia-politica-pos-consulta-2024/

*Profesor de la Universidad Central, Quito, Ecuador.

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