¿Que atacan cuando atacan a Cuba? – Por Paula Giménez y Matías Caciabue

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¿Que atacan cuando atacan a Cuba?

Por Paula Giménez y Matías Caciabue*

Desde 2021, cada 11 de julio se convierte en el día en que se concentra una presión virtual internacional sobre Cuba. La misma intenta derrumbar su sistema político que, por 65 años, ha bregado por el desarrollo de una sociedad justa, en la que el acceso a los servicios básicos para el desarrollo humano estén al alcance de todos, a pesar del bloqueo que pesa sobre su economía, procurando ahogarla.

Las derechas y ultraderechas transnacionalizadas, que profundizan la coordinación regional de su plan político, no pierden la oportunidad de subirse a la estrategia desestabilizadora y este jueves 11 se reunieron en la sede del Senado argentino, bajo la iniciativa de la vicepresidenta Victoria Villarroel en un evento denominado “Derecho a la manifestación en Cuba a 3 años del 11J”. Participaron además de la vicepresidenta, el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires Waldo Wolff, Constanza Mazzina (UCEMA), el artista y activista cubano Luis Alberto Mariño y la periodista de Todo Noticias (TN) Carolina Amoroso.

Hace 3 años quedó probado por numerosos, pero poco difundidos estudios la maniobra golpista en territorio virtual. Estos registran un seguimiento de cuentas creadas en redes sociales específicamente para difundir mensajes que reprodujeran y amplificaran el malestar de la sociedad cubana en un foco de la Pandemia del Covid-19, que rápidamente se direccionó hacia un grito virtual que solicitaba “ayuda humanitaria” y terminó decantando hacia una “intervención humanitaria”, concepto que el Norte Global históricamente utilizó para justificar sus intervenciones militares (ver El uso de redes sociales como parte de una orquesta desestabilizadora contr Cuba).

El pasado 7 de diciembre de 2023 Cuba publicó en su Gaceta Oficial los nombres de un grupo de personas y de organizaciones que están sujetas a investigación penal por su implicación en la promoción, planificación, organización, financiamiento, apoyo a acciones terroristas contra el pueblo cubano. El 9 de diciembre el programa televisivo Razones de Cuba mostró los primeros elementos de una operación organizada desde Estados Unidos, dirigida y financiada por algunos de los terroristas y organizaciones incluidos en la lista. Con materiales gráficos y audiovisuales se dió a conocer la situación en la que fueron detenidos dichos ciudadanos cubanos y se expusieron también fragmentos de sus declaraciones en donde ellos mismos reconocen haber ingresado ilegalmente al país con armas de fuego luego de haber sido reclutados y recibido entrenamiento militar.

Las acciones destinadas a la desestabilización de la Revolución Cubana no son una novedad. Desde 1959 el país caribeño ha soportado ataques mediáticos, invasiones, saboteos, presiones diplomáticas, extorsiones políticas y un asfixiante bloqueo económico por más de 60 años.

A partir de 1998, cuando ocurrió una escalada de ataques contra instalaciones turísticas y entidades cubanas en el exterior, desde la mayor de las Antillas se ha suministrado información a las autoridades estadounidenses sobre terroristas estadounidenses, ya que la gran burguesía cubana exiliada en Miami, ha organizado, financiado y ejecutado planes terroristas en territorio cubano o de los propios Estados Unidos.

De acuerdo con datos oficiales, Cuba ha sido víctima de 713 actos terroristas desde el triunfo de la Revolución. Muchos de ellos diseñados y llevados adelante con apoyo directo e indirecto del Gobierno o del Congreso de los Estados Unidos, o por grupos que actúan con impunidad y ropaje legal desde el norte, como la famosa organización terrorista “La Rosa Blanca”.

Se calcula que 3.478 personas perdieron la vida y 2.099 quedaron incapacitados debido a hechos de semejante naturaleza. La embajada de Cuba en Washington ha sido blanco de dos atentados terroristas en los últimos tres años (2020 y 2023), y el Gobierno de Estados Unidos aún no ha reconocido el carácter de esos actos.

En los últimos años, además de invertir grandes cantidades de dólares en la difusión y reproducción de mensajes en las redes sociales, disparados y multiplicados a través de influencers, músicos y jóvenes periodistas para incidir directamente sobre la población más joven, el gobierno estadounidense ha financiado el desarrollo de la plataforma “El Toque”, desde la que se intenta incidir en la inflación, manipulando a diario el valor del precio del dólar.

El avance tecnológico y la solidaridad frente al bloqueo extremo de Estados Unidos

Aún en situación de asedio político y asfixia económica, Cuba logra ser en los ámbitos de la salud y la educación, el ejemplo que las grandes potencias económicas aún no alcanzan. Ya en el año 2021, la UNESCO anunciaba que el país contaba con una tasa de alfabetización del 99.67% cuando se alcanzaban cifras de alfabetización del 99.72% de mujeres y el 99.63% de hombres, siendo también de un 99.87% la tasa de alfabetización de las y los jóvenes.

Como parte de una apuesta, no solo académica sino también política, el país cuenta con 50 universidades, 113 especialidades y casi el 50% de la población de la isla caribeña posee un título de educación superior. Cuba también es sede, cada dos años, de un importante Congreso de Pedagogía, donde personalidades de la educación de América Latina y el mundo se reúnen con el propósito de continuar promoviendo la integración entre los países del mundo, intercambiar experiencias pedagógicas, y aunar esfuerzos para alcanzar una educación de calidad para todos y todas a lo largo de la vida.

Otro de los aspectos que hace de Cuba un ejemplo mundial es su desarrollo en políticas de salud. En 2015, fue el primer país en recibir el reconocimiento oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por eliminar la transmisión del VIH y de la bacteria causante de sífilis de madres a hijos. Del mismo modo, el país es reconocido internacionalmente por su desarrollo en medicina biotecnológica, en áreas como el cáncer o la meningitis B.

Cuando el mundo quedó paralizado en 2020 frente a la pandemia de Covid19, Cuba mostró nuevamente de todo lo que es capaz el socialismo, poniendo el bienestar humano en el centro de la política. El gobierno pudo desarrollar entre finales de 2019 e inicios del año 2020, desde el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), tres vacunas propias con las cuales logró inmunizar a casi la totalidad de su población. Todos estos son algunos ejemplos del desarrollo científico – tecnológico que el país lleva adelante, derribando los relatos sobre una Cuba caracterizada por el atraso tecnológico y la pobreza, que el mundo capitalista con todos sus medios de comunicación intenta construir.Para el 2020 la isla contaba con más de 95.000 médicos, 9 por cada 1.000 habitantes,  más 85.000 enfermeros y un total de más de 492.000 profesionales de personal sanitario. Una de las políticas centrales en el área de la salud y que ha contribuido al mundo entero son las Misiones Médicas cubanas. La primera brigada de profesionales de la salud isleños que brindó servicios en el exterior lo hizo en Argelia, en 1963. Desde entonces, más de 400.000 profesionales han servido en 164 países de América Latina y el Caribe, África, Oriente Medio, Asia, y un país de Europa que apenas se menciona oficialmente, Portugal.

La conocida Brigada “Henry Reeve” fue creada en 2005 por Fidel Castro en respuesta a los daños causados por el huracán Katrina a la localidad de Nueva Orleans en Estados Unidos y su misión es brindar ayuda humanitaria, médica y sanitaria a las poblaciones víctimas de desastres naturales y epidemias en otros países. Su nombre es un homenaje a un joven estadounidense que se unió como soldado de línea a un destacamento de patriotas cubanos para incorporarse a la guerra de independencia contra el dominio colonial de España.

En un ejemplo más de su internacionalismo solidario, durante la crisis pandémica global, se desplegaron 15 brigadas médicas que prestaron asistencia sanitaria en países del Caribe y Europa. Hace ya 19 años que las misiones viajan a cada país que así lo solicita. Para el año 2021 la brigada como ejemplo de ayuda solidaria internacional ya había atendido a mil 988 millones de personas en el mundo, es decir a casi un tercio de la humanidad. Ningún país capitalista fue capaz, siquiera, de atender la demanda sanitaria de su propia población. ¿Pero el problema sigue siendo el gobierno soberano de Cuba?

Vivir bloqueada por el imperialismo

El bloqueo a Cuba productivo y financiero forma parte del plan de Estados Unidos para controlar tanto los recursos naturales de ese país, como a América Latina toda. La misma receta, aunque renovada en algunos detalles, se aplica contra el gobierno venezolano.

  1. F. Kennedy, expresidente de los Estados Unidos, declaró oficialmente en 1962 el bloqueo total contra Cuba. Desde aquella fecha hasta hoy Estados Unidos ha logrado imponer diferentes reglamentaciones y regulaciones que atraviesan tanto la macro política del país así como la vida de las y los ciudadanos cubanos.

Entre las sanciones más conocidas, mejor definidas como medidas coercitivas unilaterales, se destaca la Ley Torricelli (1992) que estableció entre otras cosas la prohibición del comercio de las subsidiarias de compañías de Estados Unidos establecidas en terceros países con Cuba y prohibió a los barcos que entren a puertos cubanos, con propósitos comerciales.

Cuatro años más tarde el país sancionó la conocida Ley Helms-Burton qué permitió a los estadounidenses, incluidos los de origen cubano, reclamar ante juzgados de Estados Unidos la confiscación de sus bienes en Cuba a partir de 1959.

Diez años más tarde, en 2005, las regulaciones estadounidenses establecieron que las exportaciones de alimentos y productos agrícolas deben realizarse mediante pago por adelantado, el pago debería completarse antes de que los productos se enviaran a Cuba y las transacciones deberían realizarse a través de bancos en un tercer país.

Todas estas regulaciones no sólo afectan a la economía del país y a la política económica y las relaciones internacionales, sino también a la vida diaria y a la economía familiar de cada ciudadano y ciudadana. Por ejemplo a los cubanos residentes en la Unión Europea se les han denegado o congelado cuentas bancarias; hay universidades de Estados Unidos que tienen prohibido apoyar investigaciones u otros trabajos de cubanos, artistas, escritores, académicos, activistas y periodistas que residen en la isla, y hay grupos religiosos cubanos que tienen congelados los fondos y bloqueados los envíos de ayuda humanitaria, entre otras acciones.

Como si todas estas medidas no fueran suficientes, Cuba integró durante años la lista elaborada por Estados Unidos, de países denominados “terroristas”. Recién en mayo de 2024 el Departamento de Estado retiró a Cuba de la lista, pero las consecuencias no tienen vuelta atrás ni reparación posible. EE.UU. y Cuba “reanudaron la cooperación policial en 2023, incluso en materia de lucha contra el terrorismo, por lo que el Departamento de Estado determinó que continuar con la certificación de Cuba como ‘país que no coopera plenamente contra el terrorismo’ ya no era apropiado”.

Los datos del último informe sobre los daños del bloqueo, presentado por Cuba a la Asamblea General de Naciones Unidas en 2023, detallan que causó pérdidas en el sector de la salud por un valor de 239 millones 803 mil 690 dólares, cifra superior en casi 80 millones a las afectaciones reportadas en el período previo a la pandemia de la Covid19 (abril de 2019 a marzo de 2020).

Han pasado 65 años desde que la Revolución Cubana irrumpió, teniendo la capacidad de influir mundialmente, siendo un motor, por ejemplo, en las luchas por la descolonización definitiva de todas las Naciones del Tercer Mundo. Incluso lo hicieron poniendo su propio pellejo. Soldados cubanos, sólo como ejemplo, pelearon por la libertad de Angola, Namibia y Sudáfrica.

A pesar del devenir del desarrollo del sistema capitalista, el fin de la guerra fría y la violencia del gran capital transnacionalizado financiero y digital, Cuba continúa firme, sosteniendo el desarrollo de un modelo de sociedad que demuestra la existencia real de alternativas políticas originales, nacidas al calor de la lucha popular cubana, incomparable e inconfundible con otras experiencias, para garantizar la dignidad para su pueblo.

* Giménez es Licenciada en Psicología y Magister en Seguridad y Defensa de la Nación y en Seguridad Internacional y Estudios Estratégicos. Caciabue es Licenciado en Ciencia Política . Ambos son investigadores del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

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