Arrogante y racista, Trump quiere invadir México para parar la migración – Por Beverly Fanon-Clay

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Beverly Fanon-Clay *

Tras haberse salvado por milímetros del intento de asesinarlo, Donald Trump, reasumió no sólo la candidatura presidencial sino el control del Partido Republicano, pero si alguien esperaba un discurso más conciliador se equivocó. La dureza con la que está tratando el tema migratorio afecta no solo la relación con México sino con toda Centroamérica (acusó a El Salvador y a Venezuela de estar enviando a sus “criminales y enfermos mentales Estados Unidos), buena parte del Caribe, Sudamérica y más allá.

La idea de Trump de una intervención militar al sur de la frontera estadounidense ha pasado de ser una fantasía del Despacho Oval a algo parecido a la doctrina del Partido Republicano, señala el New York Times. Trump quería lanzar misiles a México. El Partido Republicano habla de enviar tropas. La idea republicana de usar la fuerza militar en México contra los cárteles de la droga comenzó como una fantasía de Donald Trump en el Despacho Oval. El expresidente busca hacerla realidad en 2025.

En su discurso, Trump señaló que a sabiendas de que, según encuestas, 50 por ciento de los que llama hispanos tienen la intención de votar por él, dijo que es candidato para ser presidente de todo el país, no solo de la mitad, extendiendo una mano a viejos, jovenes, hombres o mujeres, negros o blancos, asiáticos o hispanos (sic).

Y, desde allí volvió el Trump que todos conocemos, quizá más viejo, arrogante y racista que cuando era presidente, tratando de imponer la idea de una nación en caída libre, culpando a la inmigración ilegal de todos los males: “Es una invasión masiva en nuestra frontera sur que ha desplegado miseria, crimen, pobreza, enfermedad y destrucción de nuestras comunidades por todo el país”, y prometió que terminará con esta crisis cerrando la frontera y terminando el muro.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, ha denunciado las propuestas como indignantes e inaceptables. Hace más de un siglo que Estados Unidos no envía personal militar a México sin el consentimiento del gobierno mexicano.

México tiene una historia amarga con la injerencia estadounidense: un gran trecho del suroeste estadounidense era parte de México antes de que Estados Unidos lo tomara por la fuerza a mediados del siglo XIX., México no permite que agentes estadounidenses armados ejecuten operaciones en su territorio, a diferencia de otros países de la región que han aceptado realizar operaciones conjuntas con la DEA y la CIA y han invitado al gobierno estadounidense a ayudar a instruir, equipar y asistir a sus fuerzas de seguridad.

Los republicanos han descrito las redes criminales mexicanas de narcotráfico como una amenaza para la seguridad nacional estadounidense, y algunos han calificado el fentanilo como un arma de destrucción masiva.

México: todos los males

En una más de sus diatribas antimexicanas, Donald Trump afirmó que sigue en pie su plan de intervenir militarmente en México a fin de atacar a integrantes e infraestructuras del crimen organizado que trafican drogas hacia EEUU y aseveró que el país está petrificado ante los cárteles de la droga, que pueden quitar al presidente en dos minutos.

Su compañero de fórmula, JD Vance, dijo que México dejará de ser un país de verdad y se convertirá en narcoestado a menos que Washington tome control sobre los grandes grupos delictivos.

El secretario de Defensa de su gobierno, Mark Esper, afirmó en sus memorias que Trump le preguntó sobre la posibilidad de lanzar misiles a México para destruir los laboratorios de drogas y aniquilar a los cárteles, así como por la manera de culpar a otro país por esa violación de la soberanía nacional: estaba convencido de que Estados Unidos podía ejecutar el ataque y mantener su responsabilidad en secreto.

Los republicanos han descrito las redes criminales mexicanas de narcotráfico como una amenaza para la seguridad nacional estadounidense, y algunos han calificado el fentanilo como un arma de destrucción masiva. Los estadounidenses gastan miles de millones de dólares al año en cocaína, heroína y otras drogas ilegales, muchas de las llegan a lo largo de los más de 3000 kilómetros de frontera con México.

Pero el auge del fentanilo, fuerte opioide sintético de acción rápida que puede elaborarse a bajo costo a partir de sustancias químicas, creó una nueva crisis siendo responsable de la muerte de más de dos terceras partes de los 110 mil muertos por sobredosis en Estados Unidos en 2023, pero los legisladores no ha logrado soluciones al tema.

En enero, Trump publicó un video de propaganda titulado “El presidente Donald Trump declara la guerra a los cárteles”, en el que apoyaba explícitamente la idea de designar a los cárteles mexicanos de la droga como al Estado Islámico en Irak y Siria, en lugar de tratarlos como organizaciones criminales transnacionales a las que hay que hacer frente con herramientas para el cumplimiento de la ley.

Más de 20 republicanos de la Cámara de Representantes han firmado para copatrocinar la legislación propuesta por Dan Crenshaw, representante por Texas, para promulgar una amplia autorización para el empleo de fuerza militar contra nueve cárteles. También autorizaría la utilización de la fuerza contra cualquier organización extranjera que el presidente determine que cumple ciertos criterios, incluidas las organizaciones relacionadas con el tráfico de fentanilo.

Su carácter laxo se asemeja a las amplias autorizaciones de guerra que el Congreso promulgó tras los atentados terroristas de 2001 y antes de la guerra de Irak de 2003, que se convirtieron en problemas más allá de los que los legisladores habían previsto en un principio, señala el NYT.

* Socióloga estadounidense, profesora universitaria, colaboradora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

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