Solo muere lo que se olvida – Por Francisco Cafiero, especial para NODAL

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Solo muere lo que se olvida – Por Francisco Cafiero

Por Francisco Cafiero*, especial para NODAL

Muchas veces tuve que contar qué es peronismo. No es fácil sintetizar la historia y el presente de un movimiento democrático que une el interés nacional y la identidad argentina con valores como la lealtad, la soberanía, la liberación, el trabajo, la justicia social y la dignidad; la determinación de ser una fuerza transformadora que conquista derechos y aspira al goce de más libertades para el pueblo que representa. Y además, a ello, agregarle dos condiciones fundamentales: la originalidad de las ideas propias, categorías y doctrina; y el sentimiento que despierta el peronismo por su capacidad para cambiar la realidad.El peronismo es motivo de interminables publicaciones en Argentina y en el mundo para el estudio académico y científico. Cuenta con expresiones artísticas y culturales, con obras de teatro y hasta películas hechas en Hollywood. Es sin dudas un fenómeno que despierta pasiones, sobre todo en las figuras de Juan y Eva Perón.El primero de julio se cumplen 50 años de la partida física de su conductor y fundador, Juan Perón, y tanto su obra de gobierno como sus aportes al pensamiento político nacional dejan una inmensidad de enseñanzas que, para muchos, siguen constituyendo una identidad política y una guía para proponer un futuro próspero. Como gobernante en dos períodos por el voto popular y democrático, el primero desde 1946 a 1952, y el segundo de 1952 a 1955 (interrumpido por un violento golpe militar), amplió derechos políticos, económicos, laborales, sociales y educativos. Impulsó el desarrollo de la industria nacional y dinamizó el consumo interno. A modo de ejemplo, para 1955 antes de ser derrocado, y en un lapso de 10 años de gobierno: las plantas industriales pasaron de 86.500 a 181.000 y la cantidad de obreros en el sector de la industria creció un 151 por ciento. En 1946, una de cada doscientas mil familias tenía heladera, al término de su gobierno una de cada doce poseía ese bien.  La fabricación de maquinarias creció en un 102 por ciento y los salarios de los trabajadores llegaron a representar el 58 por ciento del ingreso nacional.  En esa época la inflación era de un dígito y la balanza comercial superavitaria.La educación superior pública pasó a ser gratuita, un derecho que aún se goza en la Argentina y que permite los altos niveles de formación universitaria que exhibe el país. Ante el mundo bipolar implementó la “tercera posición” en su política exterior, dirigida a tomar distancias de los extremismos de las corrientes ideológicas, económicas y políticas que disputaban el dominio global, y que le permitió ampliar los destinos para los intercambios comerciales con otros países. En la región impulsó un proyecto de integración subregional denominado el ABC (por Argentina, Brasil y Chile), interrumpido por intereses extranjeros.  El objetivo era unir con un criterio político, social, productivo y económico a los países más grandes de sudamérica integrando los territorios con los océanos más importantes: el Atlántico y el Pacífico.  Se puede afirmar que fue un antecedente concreto del MERCOSUR. Luego de su derrocamiento, Juan Perón sufrió el exilio, mientras que el movimiento que fundó padeció la proscripción y una voraz persecución. Mediante el decreto presidencial 4161/56 se prohibió al peronismo como expresión política e institucional y la adhesión al mismo. Pasaron 17 años con Perón exiliado en España y una resistencia peronista en Argentina que con el tiempo superó las imposiciones de los gobiernos de turno, y logró, mediante una articulación política entre el movimiento obrero organizado y diversas expresiones políticas peronistas, el retorno definitivo de Perón a la patria. En septiembre de 1973 fue reelecto por tercera vez presidente de la nación con el 62 por ciento de los votos.  Nunca antes un candidato había obtenido este porcentaje electoral, ni a la fecha ningún primer mandatario logró ser electo tres veces. El esfuerzo por unificar y pacificar el país luego de años de desencuentros y tensiones internas, y las diversas turbulencias en el mundo y la región que afectaron al país, como el golpe militar en Chile, fueron determinantes para perjudicar su delicado estado de salud. Su última obra, “El modelo Argentino para el Proyecto Nacional” (1974), refleja los lineamientos filosóficos, doctrinarios y prácticos para el desarrollo de una Argentina justa, libre y soberana. En su última aparición pública, le habló al pueblo argentino desde los históricos balcones de la Casa Rosada (la casa de gobierno) y dijo “llevo en mis oídos la más maravillosa música que para mí es la palabra del pueblo argentino”, palabras que sintetizan el amor que sintió eternamente por su pueblo.  Eligió el mismo lugar en que le había hablado a las multitudes en las jornadas del 17 de octubre de 1945, partida de nacimiento del peronismo.  Pasaron 50 años de la muerte de Perón y 79 años del surgimiento del peronismo. Hay un dicho que dice “renovarse es volver a Perón, porque volver a Perón significa retomar el camino del futuro”. La vigencia de sus ideas sigue convocando e interpelando a nuevas generaciones que buscan ser parte de una Argentina con Soberanía política, Independencia económica y Justicia social. *Vicepresidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL)

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