Argentina | Con una gran protesta de fondo, el Senado debate la Ley Bases de Milei

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El Senado define mucho más que un proyecto de ley

Por NICOLÁS LANTOS

Puede pasar cualquier cosa. Puede haber sesión o puede caerse. Puede haber aprobación en general o puede haber un rechazo definitivo. Pueden hacerse modificaciones en más de cuarenta artículos. Esas modificaciones pueden o no tener dos tercios de los votos. El gobierno puede volver a retirar el proyecto si todo se escapa de cauce. La ley de bases está fuera de control y en las horas previas a la sesión nadie se anima a hacer pronósticos. Algo parece claro en medio de tanta incertidumbre: lo que se pone en juego hoy en el Senado es mucho más que un proyecto de ley. Es uno de esos días que dejan secuelas duraderas.

Desde las diez de la mañana los canales de noticias seguirán el debate con pantalla dividida. De un lado lo que ocurra en el Congreso, del otro lo que pase en los mercados financieros, que darán en vivo su veredicto sobre el trámite. El gobierno no termina de hacer pie y un nuevo revés podría ser demasiado castigo para el precario andamiaje político que lo sostiene. Por el contrario, un éxito en esta parada puede ser lo que necesita Javier Milei para retomar la iniciativa política después de varias semanas de sólo acumular reveses. La diferencia entre un escenario y el otro puede ser de apenas un voto, una ausencia, una abstención.

Anoche los dos senadores de Santa Cruz que juegan en tándem con el gobernador Claudio Vidal, José María Carambia y Natalia Elena Gadano, hicieron temblar la estrategia del jefe de gabinete, Guillermo Francos, cuando anunciaron que no darían quórum porque el gobierno incumplió algunos de los compromisos que habían alcanzado. Por un rato parecía que el oficialismo iba a sufrir una derrota inesperada. Curiosamente el que salió al rescate fue el senador que más se destacó en las críticas a la ley, el jefe de la bancada radical, Martín Lousteau, que calmó las aguas al avisar, a través de sus redes sociales, que facilitaría el comienzo de la sesión.

Así las cosas, si ningún senador del oficialismo o aliado se queda dormido o se despierta con gripe, el comienzo del debate estaría garantizado. A partir de ahí, todo es incierto. Hay varios escenarios posibles. En el gobierno esperan conseguir la aprobación en general y contar con la ayuda de algunos senadores peronistas para sostener, en el debate en particular, los pasajes clave que corren peligro, como el RIGI y la restitución del impuesto a las ganancias. Apuntan a Guillermo Andrada (Catamarca), Sandra Mendoza (Tucumán) y Sergio Uñac (San Juan). En el bloque de Unión por la Patria aseguran que los 33 votos están blindados.

Hasta última hora del martes la situación se perfilaba más delicada para el gobierno. La ley podría aprobarse en general, pero con menos de 37 votos, gracias a la ayuda de alguna ausencia o abstención. Partiendo de esa base, la votación en particular puede convertirse en un campo minado. Artículos clave como las facultades delegadas, la eliminación de la moratoria previsional, la restitución del impuesto a las ganancias y fragmentos del RIGI parten de un rechazo de 35 votos, muy cerca de caerse. En algunos casos, la oposición trabaja para juntar 48 votos y de esa forma evitar que los cambios sean revertidos luego por la cámara de diputados.

Termine como termine la votación, el oficialismo dejó por el camino sus declamados pruritos por los métodos de la casta. El caso de la neuquina Lucila Crexxell, que canjeó su voto por la embajada ante la UNESCO, en París, una beca de 20 mil dólares por mes con todo cubierto, quedará en la historia, pero muchos otros, como el entrerriano Eduardo Kueider, tendrán problemas para explicar cómo pasaron de las críticas destempladas en el debate de comisión al apoyo, aunque sea parcial, al mismo proyecto. Para eso lo volvieron a poner a Francos al frente de la negociación; es lo que sabe hacer. En unas horas sabremos si resultó suficiente.

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Vigilia, acto y movilización: la calle se mueve contra la Ley Bases

Por FERNANDO CIBEIRA

Desde las 19 del martes, funcionarios bonaerenses, legisladores, dirigentes y militantes de Unión por la Patria comenzaron a reunirse frente al Congreso en un vigilia a la gran movilización convocada para este miércoles en rechazo a la aprobación de la ley Bases que se tratará en el Senado, con resultado incierto. La apuesta es a que una multitud llegue hasta las puertas del Parlamento e interpele a los senadores que mostraron diferencias con la propuesta oficial pero la votarían en general. Para eso, agrupaciones políticas, sociales y gremiales apelarán a su poder de convocatoria para llenar la plaza, en la línea de las últimas grandes movilizaciones como la que se hizo por el presupuesto universitario y por el día del trabajador. Por diferencias internas, la CGT no convocó de manera oficial, pero sí concurrirán sus gremios más combativos. Los trabajadores aceiteros habían lanzado un paro por tiempo indeterminado en rechazo a la ley, pero el Gobierno lo frenó con el dictado de una conciliación obligatoria.

«Es una ley oscura, llena de negocios», indicó el ministro de Obras Públicas bonaerense, Gabriel Katopodis, quien primero planteó la idea de una movilización para frenar la ley Bases el día que se tratara en el Senado, propuesta que luego reunió gran cantidad de adhesiones. Anoche compartió una radio abierta junto a su compañeros de gabinete provincial Andrés Larroque y Cristina Alvarez Rodríguez. También anduvieron por allí el ex jefe de gabinete Agustín Rossi, el diputado Leopoldo Moreau y la legisladora Victoria Montenegro entre varios otros. «Ellos no pueden hacer una radio abierta explicando esta ley», subrayó Katopodis en relación al oficialismo. «El Presidente está avanzando hacia el abismo», acompañó Larroque. «Con esta ley, nueve de cada diez mujeres no van a poder jubilarse», alertó Alvarez Rodríguez.

El peronismo bonaerense apostó fuerte este martes. El gobernador Axel Kicillof, sus ministros y un grupo importante de intendentes denunciaron al Gobierno nacional por los brutales cortes presupuestarios, situación que seguro empeorará en caso de aprobarse la ley Bases. Axel explicó que luego de tres pedidos de audiencia al ministro de Economía, Luis Caputo, habían resuelto presentar un petitorio en el ministerio junto a los reclamos administrativos y judiciales correspondientes. La Provincia calculó en 6,3 billones de pesos la pérdida sufrida hasta ahora entre deudas directas del Gobierno nacional, obras comprometidas y no finalizadas, retrasos de programas nacionales y otros reclamos. En medio de esta delicada situación, Kicillof viajará este mismo miércoles a Roma a ver al papa Francisco. «Se hablará del país y de nuestra provincia», adelantó el ministro de Gobierno, Carlos Bianco.

El gobernador prometió participar de la movilización, lo mismo que los intendentes del Conurbano. Muchas agrupaciones como La Cámpora, Nuevo Encuentro, El País es el Otro y la Corriente Nacional de la Militancia, vienen realizando desde hace días actividades para difundir la convocatoria en redes y en las calles. La aspiración es que se vea expresado el malestar que empieza a manifestarse en buena parte de la sociedad ante el ajuste económico, que claramente no lo está pagando «la casta». El gobierno de Javier Milei no pudo sacar una ley del Congreso en medio año y un nuevo revés parlamentario le representaría un duro golpe político. Esta fragilidad es uno de los elementos que viene jugando para que los mercados financieros se muestren tan inestables en los últimos días.

La CGT esta vez no reunió el consenso suficiente para hacer una convocatoria oficial, pese a que el proyecto incluye una reforma laboral y la reimplantación del impuesto a las Gnanacias a los trabajadores. Pero sus sindicatos más combativos llamaron a marchar como los camioneros de Pablo Moyano, los bancarios de Sergio Palazzo, los metalúrgicos de Abel Furlán y el Smata de Paco Manrique, entre otros. También las dos CTA, con los gremios docentes y estatales en punta. Además, se movilizarán muchas organizaciones sociales, muy atacadas por esta gestión. También los partidos de izquierda.

El sindicato de aceiteros había convocado a un paro por tiempo indeterminado a partir de las 0 hora del miércoles, pero el Gobierno se apresuró a dictar la conciliación obligatoria, no fuera cosa que el ejemplo se expandiera. «La decisión del Gobierno sólo tiene como objetivo cercenar el derecho a rechazar en las calles a la ley Bases y al paquete fiscal, que contiene una regresiva y noventista reforma laboral junto a un paquete de medidas que sólo favorecen a los sectores más concentrados y opulentos de la economía», expresaron los aceiteros, un gremio clave para el sector agroexportador.

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