Boric hace un balance de sus dos años de gobierno: “vamos a entregar un Chile mejor que el que recibimos”

Presidente Gabriel Boric cumple dos años en el cargo | Agencia Uno
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“Estamos mejor que hace dos años”: El relato de Boric para recibir su tercer año de mandato

Por Daniel Lillo

Con una gira por la Región del Maule el Presidente Gabriel Boric dio inicio a su tercer año en el cargo. Su jornada inició temprano abordando un tren EFE con dirección a Talca y posteriormente Curicó, donde encabezó la reinauguración del hospital de la ciudad.

El itinerario no fue al azar. Por el contrario, responde a una estrategia comunicacional cuidadosamente delineada por los asesores del Presidente que tiene como fin relevar la gestión del gobierno y poner el acento en la concreción de la agenda que lo llevó a La Moneda en 2021.

Pero el hito de los dos años de gobierno no llega en el mejor momento para el mandatario. Diferencias entre las dos coaliciones que sostienen al Ejecutivo y la ofensiva opositora, han puesto en aprietos al jefe de Estado que recibe su tercer año al mando del país con una baja en su aprobación —27% aprueba su gestión, 63% la desaprueba— según la última encuesta Cadem.

De todas formas, lejos de una profunda autocrítica (lo que ha pedido la oposición) la estrategia del gobierno se ha concentrado en dos aspectos: asegurar que el país está mejor que hace dos años, y comprometer la concreción de las promesas de campaña y las reformas emblemáticas.

“No tengo dudas que vamos a entregar un Chile mejor que el que recibimos”, dijo Boric la mañana de este lunes desde el tren que lo trasladó hasta la séptima región.

Ese relato, un día antes, ya había sido utilizado por Carolina Tohá. En entrevista con La Tercera, la ministra del Interior aseguró: “Hoy tenemos elementos muy sólidos para afirmar que el país va por un mejor camino que cuando llegamos. Y lo digo en todos los sentidos: sociales, políticos, económicos y de seguridad”.

Una línea comunicacional similar bajó la vocera de Gobierno, Camila Vallejo. En su vocería de los días lunes, la ministra sostuvo que el Ejecutivo ha logrado avanzar en las “tres seguridades” refiriéndose a las políticas sociales, la economía y el combate a la delincuencia.

“Las opiniones pueden ser distintas, pero los hechos hablan por sí mismos”, enfatizó la ministra.

Despliegue en el territorio

El viaje del mandatario coincide con la instrucción que transmitió a sus ministros en la previa del hito de los dos años: desplegarse en terreno y relevar los “avances” que ha impulsado el gobierno.

Así, cada ministro se trasladó a una región diferente, a pedido del Presidente, con el fin de destacar ante la ciudadanía lo que se ha hecho en estos dos años, poniendo especial énfasis en políticas promulgadas como las 40 Horas, el sueldo mínimo de $500 mil, el Plan Calles sin Violencia, entre otras.

Por ejemplo, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, se trasladó a Valdivia, región de Los Ríos, para iniciar el año escolar en la zona y dio entrevistas en radios regionales en las que habló precisamente de los dos años del gobierno.

Marcela Sandoval, por su parte, se hizo presente en la Región de O`Higgins, en donde destacó la “recuperación económica” y el avance en materia de “obras públicas”. “Este es un segundo tiempo en que no podemos detenernos en diagnósticos, sino que tenemos que avanzar en acciones concretas, tal como nos lo pidió el Presidente”, acotó la titular de Bienes Nacionales.

En el Biobío estuvo la ministra de Desarrollo Social, Javiera Toro, quien inauguró un centro comunitario perteneciente al Sistema Nacional de Apoyos. Ahí, también aprovechó de dar una entrevista a la radio regional Catarí para hablar sobre el hito de los dos años de gobierno.

En el norte el despliegue estuvo comandado por el ministro de la Secretaria General de la Presidencial, Álvaro Elizalde, quien se hizo presente en una ceremonia de elevación de categoría de la comisaría de Chinchorro, región de Arica.

En Antofagasta la encargada de hacerse presente fue la titular de la cartera de Minería, Aurora Williams; a Tarapacá viajo el ministro de Economía, Nicolás Grau y la ministra de Cultura, Carolina Arredondo; en la Región de Coquimbo estuvo Luis Cordero y Diego Pardow, de Justicia y Energía respectivamente; y en Valparaíso estuvo el canciller, Alberto Van Klaveren.

En la zona centro sur y sur los ministros que marcaron presencia fue Esteban Valenzuela (Agricultura) que viajó a La Araucanía; Jaime Pizarro (Deportes) inauguró espacios deportivos en el Ñuble; Tohá estuvo en la reinaguración de la casa patrimonial Heim Minte, en Los Lagos; Jeannette Jara (Trabajo) encabezó un encuentro ciudadano por pensiones en Aysén; y Maisa Rojas, de Medioambiente, estuvo inaugurando una declaración de humedales en Magallanes.

Dos años, desde las coaliciones

Además de la gestión del gobierno y los ministros, en La Moneda también preocupa que las coaliciones de gobierno tomen una actitud de mayor colaboración con el gobierno y se eviten las críticas “destempladas” a la gestión.

En ese sentido, voces del oficialismo hicieron hincapié en que estaba el sí se ha avanzado en cambios concretos durante el mandato de Boric.

“Debemos tener cuidado con caer en exceso de autocrítica y pesimismo, así como también, en el exceso de exitismo. Las personas viven la vida concreta y si expresan preocupaciones y temores frente a la realidad del alza en el costo de la vida o del avance del crimen organizado, el deber del gobierno es seguir priorizando esas necesidades. Todavía quedan dos años donde hay mucho por hacer”, expresó la diputada Karol Cariola (PC).

Raúl Soto, diputado PPD, enfatizó en la necesidad de «mejorar la gestión» sobre todo en materia de seguridad, con el fin de mejorar la vida de la gente. “En este segundo tiempo hay que mejorar la gestión para mostrar resultados. La prioridad es la seguridad y hay que poner todo el esfuerzo para sacar el acuerdo de la reforma de las pensiones”, manifestó el parlamentario.

Quien expresó una crítica al gobierno, pese a no ser parte del oficialismo (sí aliado del gobierno en el Congreso) fue el vicepresidente del Senado, Francisco Huenchumilla.

“El país se la jugó por cambiar a los conductores del Estado, les dio oportunidad a los jóvenes. Después de dos años, uno se da cuenta dramáticamente de que ese experimento no ha dado sus frutos. La gestión política no está acorde con las grandes esperanzas que mucha gente tuvo. El Presidente tuvo que llamar a la vieja guardia, pero eso no ha logrado elevar el avión”, manifestó el senador.

De todas formas, según expresan voces del oficialismo en el Congreso, el ánimo no está puesto en la autocrítica ni en los “baches” del gobierno, sino en seguir avanzando en la agenda y “dar vuelta” la percepción ciudadana respecto a la gestión del gobierno.

El Desconcierto


Del dicho al hecho: Gobierno cumple el 31% de su programa en dos años de gestión

Una nueva versión del estudio “Del Dicho al Hecho” de la fundación Ciudadanía Inteligente reveló que el Gobierno del Presidente Gabriel Boric ha realizado el 31% de las promesas legislativas contenidas en su programa tras dos años de administración. Asimismo, indicaron que en 2023 se avanzó en un 13% en estas propuestas, mientras que en 2022 el avance fue de un 18%.

En comparación con los gobiernos anteriores, el segundo año de la segunda administración de Sebastián Piñera llevaba un 34% de su programa cumplido; mientras que el de la expresidenta Michelle Bachelet en su segundo año de su segundo período tenía un 39% de sus promesas cumplidas.

Gobierno de Boric

Al ir en detalle, el estudio sostiene que el programa del Gobierno del Presidente Boric contaba con 216 promesas legislativas, de las cuales en este segundo año de administración ha cumplido 32 anuncios al 100% y 120 no tuvieron avances. Mientras que en su primer año de año Gobierno solo llevaba nueve anuncios completados.

En concreto, las áreas que tuvieron un mayor avance en este segundo año de administración fueron: Infancia y Juventud (74%), Minería (67%) y Trabajo y previsión Social (52%). Por otra parte, las áreas con 0% de avance fueron Cultura, Democracia, Defensa y Pueblos Originarios.

Comparando con el año anterior, las áreas con mayores avances fueron: Infancia y Juventud (54%), Minería (47%) y Deportes (43%); mientras que con 0% de avance, destacaron las áreas de Cultura, Defensa, Democracia y Pueblos Originarios.

Desde Ciudadanía Inteligente habló su coordinadora de incidencia, Josefina Correa, quien sostuvo que este estudio es importante para la rendición de cuentas, puesto que “mide la efectividad con la que los gobiernos cumplen sus promesas, abordando la desconfianza ciudadana hacia la política. Por eso, destacamos la importancia de contar con información clara, que permita conocer cómo los compromisos presentados durante campañas electorales se hacen realidad e impacten realmente en la calidad de vida de las personas“.

La metodología de Del Dicho al Hecho analizó las promesas legislativas del programa de gobierno y fue cerrado el día 8 de marzo del 2024. En https://deldichoalhecho.cl/ se puede revisar el detalle del estudio.

Idea País: Agendas comprometidas de Gobierno

Por otro lado, la fundación Idea País revisó todas las agendas que ha suscrito el Gobierno durante estos dos años de administración, arrojando dispares resultados. De estas agendas, aclaran que un 17% aún no se ha iniciado, un 47% está en proceso, 13% en tramitación y el 22%, se ha terminado.

Al ir en detalle, el cumplimiento de cada agenda del Gobierno va del siguiente modo en estos dos años de la administración Boric:

  • El Plan Invirtamos en Chile es el más auspicioso, puesto que, con 29 iniciativas para estimular la inversión pública-privada en Chile, un 89,7% se ha cumplido, mientras que un 10,3% está en tramitación legislativa.
  • El Plan Chile Apoya tiene un total de 25 medidas para ayudar a las personas a enfrentar el costo de la vida, este lleva un 72% completado.
  • La Agenda de Productividad lleva realizado un 19,6% de los proyectos, un 54,3% está en proceso y un 15,2% en tramitación legislativa.
  • Plan Buen Vivir -lanzado por la exministra Izkia Siches-, el que pretende mostrar el compromiso del Ejecutivo con los pueblos originarios lleva un 50% de sus propuestas finalizadas, un 33,3% en proceso y un 16,7% en tramitación.
  • El Plan Nacional de Seguridad Pública -también lanzado por Siches- tiene un 63,6% de sus medidas en proceso y un 30,3% de sus propuestas finalizadas.
  • La Política Nacional Contra el Crimen Organizado -lanzada en diciembre- lleva un 24,3% de avance y un 5,7% de las propuestas aún no se han empezado a implementar.
  • El Plan Chile Para Todas -del Ministerio de la Mujer- cuenta con un total de 57 iniciativas, de las cuales 20 ya están terminadas.
  • La Agenda de Probidad y Modernización del Estado contempla nueve propuestas, y solo tres de ellas han sido terminadas.

El Mostrador


La difícil convivencia del Gobierno con los movimientos sociales

Por Carlos Saldivia

Se inicia el tercer año del Presidente Gabriel Boric y la relación del Gobierno con los movimientos sociales –que resultaron claves para su arribo a La Moneda tras derrotar a José Antonio Kast– ha sido de una convivencia tensa y distante. Ahora, en 2024, sectores del oficialismo apuntan a revertir esa lejanía, en un año de elecciones municipales donde se medirán las correlaciones de fuerza del oficialismo y la oposición.

Pese a que algunos dirigentes oficialistas afirman que hay un diagnóstico común, lo cierto es que resulta para otros evidente que la estrategia para recomponer la relación es pedir al movimiento social poner presión en las calles a la oposición para aprobar las reformas clave.

Hay quienes piensan, por el contrario, que la idea de reparar confianzas con las agrupaciones “es una ingenuidad que no resultará”. Y otros tantos afirman que es solo un recurso retórico, que apunta a hablarles a los propios, en un año electoral difícil, con reformas en deuda y sin votos en el Congreso.

Como sea, analistas políticos y dirigentes influyentes del bloque que apoyó el arribo de Boric a La Moneda, hace dos años, coinciden en que, en las últimas semanas, hay un esfuerzo de un sector del oficialismo y del Gobierno por “lucir empatía” con los movimientos sociales, donde los diagnósticos comunes les indican que hay “un profundo descontento”.

“Un gran aliado para visibilizar y las urgencias del mundo del trabajo y del pueblo”

En febrero, el PC, el PS y líderes del Frente Amplio recalcaron la importancia de retomar una mayor conexión con diversos grupos identitarios, sindicatos y trabajadores, como la CUT, la ANEF, el Colegio de Profesores, entre otros.

En ese marco, el presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, señaló en El Siglo que “ha faltado mayor potenciación del movimiento social y sindical, del movimiento popular, estudiantil, poblacional” y que el paro nacional convocado por la CUT y las movilizaciones “pueden ser un gran aliado para visibilizar y hacer sentir cuáles son las urgencias del mundo del trabajo y del pueblo”.

Con esa mirada coincide la diputada Carmen Hertz (PC), quien señala a El Mostrador que “por cierto” se debe reencantar al movimiento social, para que apoyen las reformas y presionar a la oposición para lograr las reformas estructurales.

“Sin un movimiento social respaldando las reformas no se avanza, no se puede hacer política solo en el Congreso, eso se definió hace mucho tiempo como ‘cretinismo parlamentario’”, sostiene Hertz.

Asimismo, hace unos días, el diputado Gonzalo Winter (CS) expresó que “su sector se ha ido quedando en silencio respecto de la batalla de las ideas” y añadió que el Gobierno debe “transmitirle a la ciudadanía cuál es su visión de mundo”.

“Las estrategias no se revelan, de lo contrario no sirven”

Desde RD, el senador y expresidente del partido, Juan Ignacio Latorre, también destaca la importancia de la ciudadanía y sus grupos de interés para presionar al sistema político.

“Yo concibo a los movimientos sociales como autónomos e independientes de los gobiernos de turno”, advierte primero el senador por Valparaíso. Y luego da luces en medio de cierta oscuridad: “Lo importante es que puedan incidir en las agendas que promueven y le metan presión a todo el sistema político para dar respuesta a sus demandas, no en particular al Gobierno o a la oposición”, asegura.

Consultado por El Mostrador acerca de si hay una estrategia del Gobierno o del oficialismo para esa presión, repara, con cierta diplomacia, en que “normalmente las estrategias no se revelan, de lo contrario no sirven”.

No obstante, va un pasó más allá: “Creo que las reformas de pensiones, pacto fiscal, salud, etcétera, para que sean sostenibles en el tiempo, tengan legitimidad social y apoyo transversal en la sociedad y en el Congreso, tienen que ser fruto de una amplia deliberación social, técnica y política. Las reformas tienen que relacionarse recíprocamente con el cambio cultural en Chile”, dice Latorre.

Asimismo, la presidenta del PS, senadora Paulina Vodanovic, manifestó en entrevista con El Mostrador hace algunos días que hay una batalla ideológica que se está dando. “No soy de la idea de que tengamos que echarle la culpa a que hemos perdido una batalla cultural. Siento que precisamente eso es lo que está en disputa (…), los valores que nosotros desde la izquierda hemos propiciado”, dijo Vodanovic.

Su par socialista Fidel Espinoza (PS) también subraya la relación con los movimientos sociales y el estar en terreno. Sin embargo, advierte que no hay que acercarse a cualquier agrupación con demandas identitarias.

“(El Gobierno debe) acercarse al movimiento social, pero al de las grandes luchas por un Chile mejor; al que luchó por la gratuidad, por más y mejores viviendas sociales, por una mejor salud y por reformas importantes desde el restablecimiento de la democracia. Jamás pretender revivir ese movimiento social que destruyó propiedad pública y privada; que puso en riesgo la democracia y en ciertos momentos fue tomado por delincuentes que arrasaron Chile y que después fueron indultados”, señala el senador Espinoza.

La visión de los gremios y profesores

Incluso, en la CUT en enero pasado el énfasis sobre la convocatoria al paro del 11 de abril próximo estaba en “representar los intereses, los anhelos y derechos de las y los trabajadores, y ser contraparte de cualquier Gobierno y de los empresarios”, ya que “no es ni pertenece a ningún Gobierno” y que el “el Gobierno no ha generado los espacios de debate abiertos y amplios con las y los trabajadores”.

Hoy hay un relieve un poco distinto. “El paro no es contra el Gobierno, sino contra la derecha obstruccionista y el rol de chantaje de los empresarios y empujando al Gobierno a retomar la agenda transformadora”, afirmó hace unos días el secretario general de la CUT Eric Campos (PC) en El Mostrador TV.

El presidente de la ANEF, José Pérez Debelli, en tanto, ve que hay un intento de acercamiento del Ejecutivo a ellos. Según explica, porque la ANEF ha ganado espacios de conversación con La Moneda.

“El Consejo Superior Laboral se activó con este Gobierno, donde participa la CPC, el Ministerio del Trabajo y un representante de la CUT. A la ANEF la invitaron a participar. También en el Consejo Asesor Presidencial de Modernización del Estado, que participa con el Ministerio de Hacienda, que estaba siempre muy cerrado y que tenía representantes del empresariado y las universidades. (…) La CUT se reunió con el Presidente, lo que echamos de menos es que esto tiene que ser permanente, que no tiene que ser solamente por un relato”, indica Pérez.

“En la ANEF no le hacemos la pega al Gobierno”

“Pero nosotros tenemos un rol político, damos importancia a ser actor político como sindicalistas (…), hay temas que resisten los que tienen el poder, hay un empresariado que no quiere perder poder (…), hay que mover el cerco, la salud, la reforma tributaria, un pacto social. (…) Ahora bien, nosotros en la ANEF no le hacemos la pega al Gobierno, somos contraparte de Gobierno, pero sí creemos que también es nuestra responsabilidad político-social del sindicato que no podemos ser así pasivos y tenemos que movilizarnos, porque también es parte del mandato como sindicalista”, señala el presidente de la ANEF a El Mostrador.

Y agrega: “Creo que algunos en el Gobierno ven con buenos ojos que nos movilicemos, me imagino que al Presidente, por su sensibilidad, él también se movilizó como estudiante universitario, no sé si todos, (…) puede que algunos se pasen de listos para quererlo también, justamente de aprovecharse y pretender incrementar la movilización, agarrarse de la huelga”.

En tanto, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, tiene una opinión más crítica, aunque observa que “ahora hay una mejor disposición al diálogo que antes”, la cual –analiza– podría responder a una mezcla de descontento de los actores sociales, de buscar apoyos, entre otros elementos.

“El Gobierno, en su primera mitad, no tuvo ninguna cercanía, se tiró más bien para negociar arriba, a nivel de cúpulas de partidos, y dio pocas señales al mundo social. Podría ser que ahora vienen porque tienen esa preocupación. Creo que en el mundo social se abrió un espacio, porque se fue instalando crecientemente el malestar (…), el tema de educación pública es decisivo, las pensiones también y cumplimiento de la deuda histórica (…), pero no daremos una suerte de cheque en blanco al Gobierno para algo”, subraya Aguilar.

“Intelectuales, pero idiotas” y “hablarles a los propios”

Analistas políticos consideran que el acercamiento a estos gremios y organizaciones apunta a “hablarles a sus propios adherentes” en medio del descontento entre los cuadros de base, que ya no ven en Boric al líder de un Gobierno de transformaciones, sino que, con suerte, es considerado como un impulsor de “pequeños y moderados cambios”.

Para el decano de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad Central, Marco Moreno, la estrategia oficialista está más “enfocada en reencarnar y fidelizar a su base de apoyo, pensando en los próximos desafíos electorales”, más que en el resultado de la tramitación de las reformas.

“El intenso ciclo electoral de 2024 y del próximo año obliga a los partidos a pensar en su estrategia de supervivencia. Retener municipios y ojalá ampliar gobiernos locales, ese es el objetivo del FA y PC. Esto es clave para el resultado electoral de cara al 2025, en donde deberán defender también los cupos parlamentarios y asegurar la continuidad de los partidos por resultado de la aplicación de reglas electorales. Ser Gobierno, administrar el poder, unido al desgaste que implica gobernar, estiman en ambas colectividades, podría implicar un castigo y un costo electoral importante”, evalúa Moreno.

Por su parte, el académico de la UCV, Guillermo Holzmann, analiza que hay un “desorden ideológico”. “(…) Acá la ideología es esencial, luz al final del túnel, te dice cómo lo vas a hacer, el costo que habrá y por qué se debe hacer así (…). La interpretación de la historia, un diagnóstico del presente y la propuesta futura, esos tres elementos están todos confundidos”, sostiene.

Para Holzmann, en ese escenario, “el PC tiene claro que se requiere una transformación estructural, siguiendo a Marx” y a seguidores del neomarxismo, con la visión de cambiar la estructura neoliberal que tiene al Estado con baja injerencia en la actividad económica.

“El PC apuesta a una transformación estructural y no solo a cambios”

“El PC apuesta a una transformación estructural y no solo a cambios. No obstante, al Frente Amplio, lo refleja bien un artículo del filósofo estadounidense Nassim Taleb, en 2016, titulado Intelectuales, pero idiotas, muy usado en el debate político estadounidense (…), el texto, muy estudiado, habla de personas que saben mucho, mucha academia, mucho estudio y doctorados, pero que no tienen ninguna relación con la realidad. Están en el proceso de hacerse cargo de sus propuestas ideológicas, pero aún no llegan a cómo se hace eso”, explica Holzmann.

Y va un poco más allá: “De hecho, la política comunicacional del Gobierno es para poder mantener el 30% que tienen. Mientras, el PS está debilitado en su propuesta, no han logrado superar diferencias internas y aún creen en el territorio (…). Todos estos elementos reunidos, de distintos sectores, generan oscuridad o una densa neblina (…), porque no tienen un nivel para generar propuestas ideológicas, y se atrincheran en sus propias creencias, lo que los lleva a sacar cuentas electorales. Pero, si no hay una suerte de relato creíble, difícilmente van a tener un buen resultado electoral”, afirma.

“Es hablarles a los propios, porque el FA tiene que asegurar su 30%”

En tanto, el analista y director de TúInfluyes, Axel Callís, cree que hay un intento incipiente del PC de retomar los caminos identitarios electorales.

“Más que acercarse a las bases para lograr presión de calle sobre el debate de las reformas (…), los gobiernos en terreno los hace todo el mundo, pero eso es para generar un poquito más de comunicación con la opinión pública y apoyo en las encuestas. Ahora, eso transformarlo en marchas o en presión social, es muy distinto. Es diferente ganar la calle con presión social, a dedicarse a difundir e informar en regiones y en distintos grupos. Una estrategia de comunicación, siempre hay. Una estrategia para sacar a la gente para presionar, no se ve. Es para hablarles a los propios, porque el Frente Amplio tiene que asegurar el 30% de jóvenes de clase media que adhiere”, señala Callís.

“La estrategia es una ingenuidad”

En Apruebo Dignidad no todos creen viable una estrategia de presión utilizando movimientos sociales en la calle, exigiendo sus demandas.

“Este ya no es un Gobierno de transformaciones. Es ridículo pedirles a movimientos como los profesores, los sin casa o No más AFP salir a la calle a defender el 3+3 o salvar los muebles. Durante dos años el Gobierno no consideró a los movimientos sociales ni a los trabajadores”, señala un alto dirigente de izquierda, que pide reserva de su nombre.

En el PS también hay miradas distintas. Algunos consideran que es un discurso para reencantar a los propios, porque las municipales van a ser muy difíciles, la gente tenía muchas expectativas dos años atrás y en el tercer año de Gobierno, en pleno caso Fundaciones, la gente desconfía de quienes dijeron ser diferentes y tener buenas prácticas. Resultaron peores”, señala un legislador del PS.

“Es inviable y peligroso. Primero, porque ese reencantamiento se hace antes de llegar al Gobierno. Y porque hay un debate sobre seguridad y orden público. El peso del control de una manifestación que se ponga violenta pondrá presión a Tohá y Monsalve”, advierte otra fuente.

El Mostrador

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