¿La Guayana Francesa se moviliza por su independencia?
El miércoles 7 de febrero, el vicepresidente ejecutivo de la Unión Europea, Maros Sefcovic, declaró que «las condiciones necesarias para concluir del tratado con el Mercosur no fueron atendidas», lo que dificulta aún más la conclusión de las negociaciones sobre el acuerdo de libre comercio entre los bloques.
En medio de las protestas de agricultores franceses, el primer ministro del país, Gabriel Attal, afirmó estar categóricamente en contra del acuerdo con el Mercosur, cuya agricultura es más competitiva que la de sus nacionales.
«No hay discusión para Francia sobre aceptar o no el acuerdo con el Mercosur. La cuestión está clara: es no y punto», publicó Attal en la red social X.
Las negativas francesas al acuerdo son un golpe para la diplomacia brasileña, que ha invertido recursos humanos y materiales a lo largo de casi 25 años de negociaciones.
La tensión de las relaciones entre Francia y Brasil oculta una dimensión aún mayor, considerando que los países son vecinos en la selva amazónica, región cada vez más sensible geopolíticamente.
«La Guayana Francesa tiene un valor estratégico para Francia por estar en América del Sur, pero sobre todo por estar en la Amazonia», dijo a Sputnik el profesor de relaciones internacionales de la Universidad Federal de Amapá (Unifap), Paulo Gustavo Pellegrino Correa. «Fuera de las posibilidades de prospección de petróleo, el interés geopolítico es claro».
El hecho de que la Guayana Francesa es un territorio relativamente aislado y con una población pequeña, de cerca de 302.000 habitantes, puede ser resultado de una política deliberada por parte de París.
«Francia ve el territorio como una zona de seguridad y no como un lugar de asentamiento», dijo a Sputnik el profesor de historia de la Universidad Federal de San Pablo (Unifesp), Iuri Cavlak. «Las autoridades francesas controlan bastante el territorio y no me parece que tengan interés en poblar la región, mucho menos con población no francesa».
Según el especialista en la historia de las Guayanas, los ciudadanos necesitan obtener el visto bueno para entrar en el territorio amazónico francés y justificar su viaje, «mientras que para ir a París basta con abordar un avión».
La preocupación francesa en relación con el territorio está ligada sobre todo a la instalación del Centro Espacial de Kourou, una base estratégica de lanzamiento espacial. Creada en 1968, la base realiza lanzamientos de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de empresas como Arianaespace.
«La economía de la Guayana Francesa es totalmente dependiente de la base, tanto para recibir regalías, como por la actividad que gira en torno a la base», dijo Cavlack. De acuerdo con él, «la base espacial es un mundo aparte. Es un condominio cerrado, con tiendas exclusivas, en el que viven y trabajan muchos especialistas extranjeros».
«Es un mar de riqueza y los guyaneses quedan excluidos, viendo el contraste. Eso es un motivo de descontento social», dijo Cavlack. «La modernidad de la base aeroespacial debería extenderse a toda la sociedad».
La población franco-guyanesa está compuesta por ciudadanos franceses y extranjeros, en parte ilegales, que inmigran para el territorio en busca de sueldos en moneda europea.
«Pero los mismos ciudadanos de pleno derecho muchas veces se sienten discriminados en relación con los franceses metropolitanos», relató Cavlack. «Exigen mayor presencia del Estado francés, más escuelas, hospitales, incentivos al trabajo».
En 2017, las tensiones sociales llevaron a una sublevación popular significativa en la Guayana Francesa, que provocaron un bloqueo temporal del territorio. En esa ocasión, la población reclamó mayores inversiones del Estado francés, además de autonomía para administrar los recursos presupuestarios.
«Lo ocurrido nos recuerda mucho eventos como la Primavera Árabe: comenzó con una demanda sobre la violencia contra los jóvenes de la periferia en Cayena, pero generó huelgas de varias categorías profesionales y hasta de la población carcelaria», recordó Cavlack.
Los manifestantes solicitaron que las autoridades de París fueran al territorio a negociar un nuevo estatus para la Guayana Francesa y algunos izaron la bandera de la independencia, dijo el especialista.
«Hay movimientos de independencia, a pesar de que son minoritarios», aseveró el historiador. «El énfasis ahora es de mayor autonomía dentro del sistema francés. Hay una creencia de que Francia tiene una deuda histórica con el territorio, ya que nunca invirtió en su desarrollo».
Por otro lado, líderes independentistas como Maurice Pinard se reúnen en iniciativas coordinadas por el movimiento de los países no alineados para exigir la separación de Francia, reportaron los medios de Azerbaiyán, nación que presidió el grupo en 2023.
«En nuestro país, cerca de 50% de la población vive en la pobreza y 40% está desempleada. Nuestros recursos naturales están siendo saqueados por Francia. Nuestros funcionarios también son nombrados por el Gobierno francés», afirmó el independentista guyanés Maurice Pinard durante el encuentro del Movimiento de los Países no alineados.
En entrevista con el portal alemán Amerika21, Pinard destacó la presencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en territorio franco-guyanés y otras colonias caribeñas, con el objetivo de garantizar el acceso al Canal de Panamá.
«Guayana es una base de operaciones avanzada de la OTAN. Además, no solo Francia está presente en la región, sino también los Países Bajos, que mantienen varias bases militares en sus territorios coloniales en Curazao, Bonaire y Aruba, entre otros. Todas estas áreas sirven a la política de la OTAN, es decir, de Estados Unidos, en América Latina. Pero Guayana tiene el mayor número de militares coloniales per cápita», dijo Pinard.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE) –organismo oficial francés– una cuarta parte de los francoguyaneses vive en la pobreza extrema, con acceso a menos de 340 euros (unos 366 dólares) al mes.
Sin embargo, para los expertos entrevistados por Sputnik, la mayoría de la población todavía considera ventajosos los vínculos con Francia. Para Cavlack, los movimientos por la autonomía tienen un carácter predominantemente cultural, centrado en el uso de idiomas locales y la igualdad de oportunidades para todos los grupos étnicos.
¿Política exterior franco-guyanesa?
Una de las principales limitaciones que tiene el territorio es que no tiene autonomía para conducir una política exterior propia que lo acerque a sus vecinos sudamericanos. Por ejemplo, la Guayana Francesa no estuvo representada en la Cumbre del Amazonas, celebrada en Belém, en agosto de 2023.
«La Guayana Francesa es un colectivo de Francia, con un estatus similar al de un Estado en Brasil. Por lo tanto, tiene una limitación muy grande en su diplomacia», dijo el profesor de la Universidad Federal de Amapá, Paulo Correa.
Pese a ello, a principios del siglo XXI se produjo un aumento en la participación del territorio en foros sudamericanos, como la UNASUR, en calidad de observador.
«Los intereses de los países de convertirse en sudamericanos son el acceso a bienes de consumo, la integración económica y cultural, lo que sacaría a estos países de un relativo aislamiento», considera Correa. «Pero la región [del escudo guayanés] está de espaldas a América del Sur, mirando principalmente hacia el Caribe y Europa».
Los países sudamericanos a menudo pueden mirar a la Guayana Francesa con cierta sospecha, precisamente por su afiliación con Francia, una potencia nuclear considerada ajena a la región.
«Francia no participa en el Tratado de Cooperación Amazónica, por ejemplo, por decisión de países como Brasil, que lideró la negociación del tratado», señaló Correa. «Entendieron que Francia era una potencia europea, que no debía participar en un tratado diseñado para pensar la Amazonía en función de sus propias necesidades».
El miedo, sin embargo, puede ser recíproco. Según Cavlack, «existe el temor entre la población guyanesa a una posible invasión brasileña, algo que quedó en el inconsciente colectivo con la invasión portuguesa de 1809».
«Aún existen registros de planes del expresidente brasileño Jânio Quadros de anexar la Guayana Francesa, para dar a Brasil una salida al Caribe, pero que no se llevaron a cabo», relató el historiador.
La gran influencia sociocultural de la diáspora brasileña en la Guayana Francesa y la fortaleza económica del país más grande de Sudamérica también generan malestar entre muchos guyaneses.
«El hecho de que Brasil sea gigantesco y tenga muchos inmigrantes brasileños en la Guayana Francesa hace temer que Brasilia hegemonice culturalmente el territorio, lo que a veces termina en xenofobia», lamentó Cavlack.
Los temores mutuos deben controlarse en medio de las tensiones en la región del Esequibo, disputada por Venezuela y Guyana. Esta semana, Brasil envió vehículos blindados a la frontera amazónica para reforzar la seguridad.
Según el comandante general del Ejército, el general Tomás Paiva, la llegada de los vehículos blindados refleja el esfuerzo de la fuerza por priorizar la región amazónica. Con más vehículos Cascavel, Guaraní y Guaicuru, el Ejército brasileño triplicó su contingente militar en la frontera amazónica.