Milei y la ducha fría de Davos – Por Álvaro Verzi Rangel

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Álvaro Verzi Rangel*

Hay que ser valiente (o demasiado mal asesorado, despistado o creerse el salvador del mundo) para  acusar de socialistas a los grandes capitalistas que acuden año tras año al Foro de Davos. Y Javier Milei, el ultraderechista presidente de 47 millones de argentinos, demostró serlo.

En lugar de poner a los miembros del Foro de su lado para hacer amigos de negocios, los atacó como si fuera el Papa de una Iglesia que no existe: “Hoy estoy acá para decirles que Occidente está en peligro. Aquellos que supuestamente deben defender sus valores se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y en consecuencia a la pobreza”.

Su defensa al capitalismo para “terminar con la pobreza y el hambre en el planeta” y su frase “Occidente está en peligro”, fueron las frases que más impacto tuvieron. Pareció que Milei quería vender la idea de “Yo soy la verdad, aquí estoy para enseñarles”. Hay quienes qu creen que fue un gran discurso, otros que fue su debut y despedida del foro.

La advertencia mileísta sobre la acechanza universal del socialismo en Occidente es repetición del discurso de la última dictadura militar argentina, que denunciaba a todo Occidente –en especial al entonces presidente estadounidense James Carter–por haber abandonado la lucha sin cuartel contra el comunismo.

Es un discurso usado hace 40 años, y hoy desgastado, cuando ni los financistas de Wall Street suscriben una visión tan irreal del papel del Estado en la economía y en la sociedad. El FMI, a pesar de su  invariable recomendación de ajuste para los países pobres, siempre incluye una piadosa recomendación de tomar medidas estatales paliativas destinadas a los sectores más vulnerables.

En el propio Foro de Davos ha crecido la idea de que al neoliberalismo tan aclamado en los ´90 debe aplicársele correcciones sobre los desbordes en materia de desregulación financiera y la ausencia de regulación pública, que entrañan riesgos sistémicos.

No sólo se trata de una ideología arcaica e inaplicable en una sociedad moderna, sino que los intentos de ponerla en práctica tienen efectos muy disfuncionales sobre Argentina, señala Ricardo Aronskind, quien afirma que “La teorización hecha en Davos sólo puede ser el preludio de un caos por el cual no quiere pasar ningún país capitalista o socialista: la ausencia de regulación estatal. Es una definición existente más allá de las ideologías, que tiene que ver con  instintos básicos de las sociedades”.

La repercusión de su discurso en Davos obligó a la prensa internacional a hacer todo tipo de malabarismos para no denostarlo. En Argentina, los medios oficialistas lo aplaudieron por lo que hizo mal (como si hubiera sido un éxito) y hablaron de lucimiento.

En esa guerra de sentidos, lo que para ellos fue lucimiento, para el resto del planeta fue, en el mejor de los casos, bizarro, señala Luis Bruschtein: a medida que escuchaban, cundía la desilusión y que al finalizar Milei con su grito de barricada, la reacción del público fue más bien fría, con algunos aplausos de compromiso.

Milei se presentó ante el mundo en Davos vestido -metfóricamente, claro- como su superhéroe favorito, el libertario Capitán AnCap, para salvar al mundo Occidental de las garras del socialismo. La misión de su personaje, el Capitán AnCap (por «anarcocapitalismo»), era «sacar a patadas en el culo a keynesianos y colectivistas hijos de puta». Pero, sobre todo, Milei fue panelista estrella de un arco variado de programas televisivos.

Marina Garber señala que aunque dice sentir «cierto afecto» por algunos seres humanos, no concibe lazos más fuertes que el interés. Los límites de su mundo son los límites del mercado. Y en su tenebrosa utopía mercantil, todo puede comprarse y venderse, hasta los órganos o los niños.Triste, violento, siempre al límite del desborde, allá va el Capitán AnCap con su motosierra, dispuesto a arrasar con aquello que, a los ojos del mercado, sobra en la sociedad, añade.

La prensa internacional afín a la derecha, como El País de España, el Financial Times  británico o Folha de Sao Paulo brasileño, coinciden en que los podría haber ganado, que el escenario para ello estaba preparado, pero en lugar de eso los asustó al plantarse como el salvador de Occidente con un discurso repleto de conceptos antiguos, a contramano de las tendencias globales y errático en cuanto a su objetivo de entender quién estaba del otro lado, escuchando.

El País de España lo calificó al como una “estrella, recibido con entusiasmo en el corazón del capitalismo, el foro de Davos, como un gran defensor del mercado, palabra sagrada para los ejecutivos que llenaban a reventar la sala principal, algo muy poco habitual cuando habla un político, pero rápidamente las caras empezaron a cambiar en la sala en cuanto Javier Milei empezó a hablar”.

“Milei terminó como todos sus mítines, pero lejos de recibir la ovación que tiene en ellos, solo hubo un tímido aplauso: el discurso fue tan extremo que casi nadie se animaba a mostrar en la sala ese entusiasmo”, añadió-

La agencia española de noticias EFE señaló que Milei “atacó las agendas internacionales del feminismo y el medioambiente, considerándolas parte de la influencia que el socialismo está teniendo en las políticas económicas de Occidente”. El diario británico The Guardian, tituló: “Milei afirma que el mundo occidental está en peligro, en un ataque al socialismo” y apuntó un “ataque al colectivismo”.

El magnate Elon Musk, esperando que Milei cumpla con sus promesas de entregarle muchos de los negocios, posteó el discurso en inglés y aclaró que se trataba de una explicación clara de la razón del mal o buen funcionamiento de la economía.  Musk está más que interesado en el litio argentino que puede incorporar a la fabricación de sus autos eléctricos.

A lo largo de sus 22 minutos de exposición, Milei eligió no hablarle al mundo sobre la Argentina salvo para ponerla a disposición de los presentes como refugio para el libre juego del mercado, pero nada se supo de la captación de nuevas inversiones. Su discurso no fue tampoco para los argentinos, que escuchaban en vivo y en directo desde el sur del sur.

Fue la presentación en sociedad de Milei por el propio Milei y su estilo punzante, por momentos técnico en demasía con referencias a la Escuela Austríaca -la mención de Friedrich Hayek e Israel Kirzner- y guiños tuiteros más propio del personaje leonino que supo construir en su coto de caza virtual y mediático durante su candidatura, que el de un jefe de Estado.

Pero en solo tres datos Davos le respondió a su discurso contra el cambio climático, la lucha de los colectivos feministas por cerrar la brecha de género y el uso -y abuso- de su herramienta favorita de difusión, las redes sociales, que utilizó, memes mediante, para avalar un insulto al anfitrión del cónclave, el alemán Klaus Schwab.

El primero: Según el índice de Brecha de Género Global del Foro de Davos, que reúne datos de 146 países y los puntea de 0 a 100 de acuerdo a sus condiciones socio-económicas, siendo 100 el número ideal, la brecha de género tuvo una mejora de 0,3 puntos en 2023. Sigue siendo del 68,4%, casi 32 puntos por debajo de lo ideal. La curva apenas mejoró 4,1 puntos en 18 años, y a esta velocidad, tomará 113 años alcanzar la igualdad de género que Milei negó en campaña, y repitió de manera tácita en Davos. Argentina figura en el puesto 36 de 146 y cayó tres lugares desde 2022.

La agencia especializada ONU Medio Ambiente resaltó que el 80% de las personas desplazadas por el cambio climático son mujeres y niñas. Debido a que es desigual su condición de vida, también lo es el impacto que acusa este grupo en términos de acceso a servicios básicos como «el agua potable e instalaciones de saneamiento tras las catástrofes», una vulneración de sus derechos humanos.

En otro informe que se presentó en el Foro -Riesgos Globales de 2024-, se le preguntó a 1.500 académicos de todo el mundo sobre su proyección de amenazas para el año que arranca: la desinformación y las fake news quedaron al tope del podio cuando se analizan los peligros a corto plazo, porque su impacto excede el mundo virtual y tiene efectos palpables a nivel económico, político y social. Le sigue, en el ranking, otra conspiración socialista, al decir de Milei: los eventos climáticos extremos.

Lo que es más preocupante en el juicio de las y los especialistas consultados es que la aceleración del cambio tecnológico y la incertidumbre económica alimentan un horizonte de dos años de inestabilidad, determinando un escenario con «riesgo moderado de catástrofes mundiales». A largo plazo, el 46% de las personas consultadas estimaron una década signada por «agitaciones y riesgo elevado de catástrofes mundiales». Y un 17% habla de «riesgos catastróficos globales».

Corolario: Más de 250 multimillonarios y millonarios de 17 países dirigieron una carta al Foro de Davos en donde reclaman pagar más tributos de forma voluntaria. «Esto convertirá la extrema e improductiva riqueza privada en una inversión para nuestro futuro democrático común», afirman. Recursos que bien redireccionados servirán -quizás- para rebalancear las desigualdades. Obviamente, Elon Musk no figura entre los que suscriben.

*Sociólogo  y analista internacional, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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