La agenda electoral 2024 y la reconfiguración del mapa político en América Latina – Por Gerardo Szalkowicz
Por Gerardo Szalkowicz, editor de NODAL
El calendario electoral latinoamericano tendrá en 2024 seis escalas presidenciales que seguramente ratifiquen la volatilidad del ciclo político actual y la heterogeneidad de proyectos gubernamentales en el marco de una etapa de constantes recambios en el poder y sin una hegemonía clara en la disputa regional.
El principal rasgo de la época es la inestabilidad: desde 2019 hubo 19 elecciones presidenciales de las cuales las fuerzas opositoras ganaron 17. Sólo lograron reelegirse el eterno Partido Colorado en Paraguay y Daniel Ortega en una Nicaragua con una dinámica democrática flojita de papeles.
Si el otro atributo de esta etapa era el freno a la contraofensiva conservadora y se hablaba de una “segunda ola progresista”, el 2023 sólo sumó a ese polo el sorpresivo triunfo de Bernardo Arévalo en Guatemala. La derecha revalidó en Ecuador y en Paraguay mientras que la irrupción de Javier Milei trastocó el escenario regional generando un nuevo faro para la extrema derecha que se expande por el globo.
Es previsible que el 2024 marque una desaceleración de esa tendencia del voto castigo, ya que se van a plebiscitar los mandatos de los dos únicos líderes regionales con amplio respaldo popular: el salvadoreño Nayib Bukele y el mexicano Andrés Manuel López Obrador. También aparece como favorito el oficialismo en República Dominicana mientras que en Venezuela, Uruguay y Panamá el panorama es más incierto.
Continuidades
El año electoral latinoamericano tendrá su puntapié inicial el 4 de febrero en El Salvador, cuando Bukele intentará (y logrará caminando) un nuevo mandato. Será luego de una polémica postulación, ya que la Constitución salvadoreña prohíbe explícitamente la reelección consecutiva, pero los jueces de la Corte Suprema (puestos a dedo por Bukele) “reinterpretaron” la Carta Magna para darle luz verde a la maniobra.
La ilegalidad de la trama no causó demasiado revuelo por la alta legitimidad de un presidente con una aprobación superior al 80%, principalmente por haber desactivado el control territorial de las pandillas. Para buena parte de la población, la significativa reducción de la criminalidad y los homicidios deja en un segundo plano la creciente autocratización y las violaciones a los derechos humanos.
El que no apeló a vericuetos legales ante la imposibilidad de reelegirse es el presidente mexicano. Tres décadas más grande que Bukele y en las antípodas ideológicas, AMLO también culmina su sexenio con una alta popularidad. Su desafío será trasladarle ese apoyo a su candidata Claudia Sheinbaum, reciente jefa de Gobierno de la capital mexicana.
Del otro lado de la grieta para las elecciones del 2 de junio, está -por ahora muy debajo en los sondeos- la senadora Xóchitl Gálvez, candidata por la coalición de los partidos tradicionales PAN, PRI y PRD. La novedad es que México tendrá por primera vez una presidenta mujer.
Escenario abierto
Quizá la elección que atraerá más miradas será la de Venezuela, con fecha a confirmar para el segundo semestre. Nicolás Maduro, que gobierna desde la muerte de Hugo Chávez en 2013, buscará su tercera victoria electoral en un contexto de leve mejoría económica, suavización de las sanciones de Estados Unidos y un diálogo abierto con la oposición. La gran incógnita será si en esas negociaciones la derecha logra destrabar la inhabilitación que pesa sobre Maria Corina Machado por corrupción y usurpación de cargos durante el fracasado “plan Guaidó”. La ganadora de la interna opositora pertenece al ala más radical y golpista del antichavismo, con mayor subordinación a EEUU y nexos más fluidos con la ultraderecha mundial.
Al igual que en Venezuela, también en Uruguay la moneda está en el aire aunque, por los recientes escándalos que salpicaron al gobierno, el Frente Amplio aparece mejor parado para recuperar el Ejecutivo en los comicios del 27 de octubre.
Pero la carrera electoral uruguaya tendrá más claridad después de las internas de junio. En el Partido Nacional, el principal de la coalición gobernante, el favorito es Álvaro Delgado, actual secretario de la Presidencia y mano derecha de Luis Lacalle Pou, quien no puede reelegirse. Por el FA, corren con ventaja Yamandú Orsi, intendente de Canelones, y Carolina Cosse, intendenta de Montevideo.
En Panamá, ocho candidatos competirán por la presidencia el 5 de mayo, en un ambiente marcado por un reciente levantamiento popular contra la explotación minera que dejó con pocas chances al candidato oficialista José Gabriel Carrizo, actual vicepresidente. Lidera las encuestas el exmandatario Ricardo Martinelli, quien en 2023 fue condenado a 10 años por lavado de dinero y seguramente sea inhabilitado.
Dos semanas después, la subregión caribeña tendrá su jornada electoral en la República Dominicana, donde el mandatario Luis Abinader buscará la reelección frente al tres veces presidente Leonel Fernández. Pocas novedades en estos últimos dos países, donde el progresismo no ha logrado levantar una alternativa en lo que va del siglo.
En síntesis, mucho está en juego en el año electoral de esta América Latina en disputa, en una época en la consolidación de proyectos es la excepción y en que la reacción pendular del electorado no parece responder a giros ideológicos sino más bien al descontento.
El año en que más personas en el mundo irán a las urnas
Con más de 80 elecciones (más de un tercio presidenciales), en 2024 cerca de la mitad de la población mundial votará a sus futuros representantes: será el año en que más personas irán a las urnas.
Este “tsunami electoral” tendrá su epicentro en Estados Unidos el martes 5 de noviembre, en una contienda que pinta ser una muy particular segunda vuelta en entre el presidente demócrata actual, Joe Biden (de 81 años; si vence podría gobernar hasta los 86), y su predecesor republicano, el excéntrico magnate de ultraderecha Donald Trump (de 77), que busca la revancha con el recuerdo de la toma del Congreso de sus seguidores, que se resistieron al traspaso del poder, disconformes con los resultados de las elecciones de 2020.
Del otro lado de la disputa geopolítica global, Vladimir Putin buscará el 17 de marzo su quinto mandato consecutivo como presidente de Rusia.
Al mes siguiente, Narendra Modi, primer ministro de la India desde 2014, también buscará ser reelecto en el país que en 2023 superó a China y se convirtió en el más poblado del mundo.
También habrá elecciones en otros países muy populosos de Asia como Bangladesh (se realiazron este domingo), Pakistán e Indonesia.
Otros comicios que se destacan son los de Taiwán, el próximo sábado 13, justamente en medio de la escalada de tensión con China). También la elección de los 720 representantes del Parlamento Europeo en los 27 países que conforman el bloque, con la particularidad de que se desarrollarán entre el jueves 6 de junio y el posterior domingo 9.