Ecuador | Leer sólo en caso de guerra interna – Por Álex Ron
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Por Álex Ron
Hay muchísimos rincones del mundo que viven sin hospitales, sin Internet, sin agua corriente. Pero no sin coca.
Roberto Saviano.
Diez chicos, la mayoría menores de edad, de mirada desangelada han sido capturados después de un intento de secuestro a un canal de televisión. Son exhibidos como los nuevos enemigos de nuestra acrisolada sociedad. En sus rostros se refleja el desencanto y la ausencia de una razón para vivir, son verdaderos exiliados de un país con un Estado fallido que ha abandonado sistemáticamente a millones de ecuatorianos. Existen recintos y barrios donde no ha llegado ningún gobierno, pero sí han llegado los narcotraficantes ofreciéndoles algo de futuro (una motocicleta, una refrigeradora, un celular, un salario básico). Obviamente nosotros somos parte de toda esta distopía: si un chico de 16 años elige ser terrorista es porque no ha tenido otra opción que la del crimen. La pobreza estructural genera esta aporía, alguna vez lo vi en Ciudad de Dios, una película brasileña genial, nunca pensé que terminaríamos enfrentando a nuestro ejército contra un ejército de niños que están aprendiendo a ser delincuentes. Pueden estar armados con metralletas y granadas, pero son niños, y son nuestros niños.
Vivimos en un país gobernado por élites iletradas que han generado un discurso totalmente distorsionado de la realidad. El resultado: un país que vive en estado de excepción permanente, con una ciudadanía asustada que repite a pie juntillas lo que los mass media dicen. Se ha demonizado totalmente el tema del narcotráfico sin entender que ya es parte de nuestra realidad y que un 75% de los ingresos de los narcotraficantes fueron lavados en mercados legales: empresas, bancos, comercios, equipos de fútbol, turismo. En el 2022 fueron 5.000 millones de dólares los que se lavaron en Ecuador, supongo que el año pasado esta cifra aumentó, ésto no lo digo yo, lo manifestó Fernando Carrión, uno de los escritores y catedráticos que mejor conocen este tema en Latinoamérica.
Si no les basta Fernando Carrión, pueden leer a Roberto Saviano, les comparto una de sus conclusiones en CeroCeroCero: “El dinero de la droga y el blanqueo no sólo ha rubricado alianzas cada vez más estrechas entre organizaciones terroristas y criminales, sino que representa asimismo una conexión aún más compleja y global y quizá incluso más peligrosa: el vínculo con una corrupción que se sitúa en todos los niveles y que, por ello, resulta de las más esquivas.”
En 2004 John Perkins publicó Confesiones de un sicario económico, allí describe cómo el Banco Mundial, el FMI y la USAID pagaban millones de dólares a consultoras económicas para crear reportes financieros fraudulentos que inducían a países pobres a aceptar enormes préstamos de estas entidades. Estamos hablando de mafias financieras disfrazadas de bancos. Ecuador ha negociado con sicarios económicos desde hace décadas. El discursillo purista de nuestros gobernantes tiktoqueros de que no negociamos con terroristas es una farsa total. Siempre hemos negociado con terroristas y traficantes de armas, siempre.
Portugal y Uruguay han iniciado el camino de la legalización de la droga con resultados positivos, disminución de consumo y de asesinatos. Este momento sería clave un giro copernicano en materia de seguridad para reemplazar la política de mano dura por la de mano inteligente
Ahora entramos en una guerra absurda con un enemigo invisible y camaleónico que posee un ejército de 50.000 gentes. Daniel Noboa plantea la militarización de la sociedad para enfrentar a los narcos utilizando el manido relato de que se trata una guerra entre buenos contra malos. No toma en cuenta que los cárteles de la droga están infiltrados en el Estado y en el resto de la sociedad civil. Según Jorge Núñez, Coordinador del Observatorio de Prisiones de Ecuador, Fito es producto de la relación de la policía con el crimen organizado.
En el 2023, los mayores cargamentos de cocaína incautados en Europa fueron enviados por 136 empresas exportadoras de banano (Portal Primicias). La simbiosis entre narcotráfico y oligarquía es total, pregúntenle al cuñado de Guillarmo Lasso. Pero no, los enemigos de la sociedad son los hijos descamisados de las favelas que han sido reclutados por los cárteles. Las cruzadas contra los estupefacientes han exponenciado la violencia y la miseria. No hemos aprendido de la historia, ¿acaso no fueron suficientes las 6.500 ejecuciones extrajudiciales a campesinos inocentes en Colombia durante el gobierno de Uribe? En Colombia, mataron a Pablo Escobar y continuó el problema del narcotráfico, lo mismo hicieron con Rasquiña en Ecuador y si matan a Fito la saga se extenderá indefinidamente.
Friedman, uno de los ideólogos más emblemáticos de la Escuela de Chicago, fundadora del neoliberalismo, escribió un artículo, en 1972, a favor de la legalización de las drogas. Sus argumentos, basados en una lógica austera, hacían énfasis en que todas las cruzadas en contra de las drogas habían fracasado porque no suprimían el consumo y principalmente porque conferían más poder a los narcotraficantes. “La prohibición es un remedio ya utilizado que hace peor las cosas tanto para el adicto como para el resto de nosotros.”
De hecho, Portugal y Uruguay han iniciado el camino de la legalización de la droga con resultados positivos, disminución de consumo y de asesinatos. Este momento sería clave un giro copernicano en materia de seguridad para reemplazar la política de mano dura por la de mano inteligente. Ojalá el presidente Noboa no continúe con las mismas estrategias manejadas por Guillermo Lasso que no funcionaron porque terminamos siendo el segundo país más violento en Latinoamérica.
Algunos integrantes de la banda de los Tiguerones fueron capturados en Esmeraldas, los chicos cantaban el himno de los Tiguerones mientras lloraban, su imaginario de patria era un cártel. Cuando se sientan invadidos por un patrioterismo falso que nos venden políticos y prensa amarillista, nunca olviden esta frase de Sun Tzu, en El Arte de la Guerra: “La mejor victoria es vencer sin combatir y ésa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante”.