China, Rusia y México únicos países del G20 que aumentan los salarios en 2023
China, Rusia y México únicos países del G20 que aumentan los salarios en 2023
Pedro Barragán
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) acaba de publicar su informe anual “Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo – Tendencias 2024” mostrando que en 2023 tan solo en tres países del G20 los salarios han crecido por encima de la inflación: China, Rusia y México.
2023 ha sido un año en el que el crecimiento económico mundial se ha resentido como consecuencia de los conflictos existentes, por la agresiva política monetaria norteamericana y por la guerra comercial impulsada por Estados Unidos contra China para tratar de bloquear su desarrollo económico. Ha sido un año en el que el empleo ha mejorado a nivel mundial y ha generado una reducción de la tasa de desempleo mundial al 5,1 % (desde el 5,2 % de 2022), situándose ya por debajo de los valores anteriores a la pandemia. Igualmente ha mejorado el déficit mundial de empleo, pero sigue presentando un nivel elevado con cerca de 435 millones de personas con una necesidad insatisfecha de empleo.
Si nos fijamos en la calidad del empleo la situación es tremendamente decepcionante. De acuerdo con la OIT “en 2023, el número de trabajadores que vivían en una situación de pobreza extrema en el mundo, es decir, con ingresos inferiores a 2,15 dólares de los Estados Unidos al día por persona en paridad de poder adquisitivo (PPA), aumentó en casi un millón”. Este crecimiento de la pobreza extrema de trabajadores con empleo lejos de remover las conciencias occidentales es asumido como una característica más del sistema capitalista y de la dominación occidental sobre los países en desarrollo. Este deterioro económico de los trabajadores en el mundo no se limita al incremento de los que se encuentran en pobreza extrema, el deterioro es aún mayor en el caso de la pobreza laboral moderada. La OIT define la pobreza laboral moderada como la situación en que se encuentran los trabajadores con un nivel de ingresos del trabajo inferior a 3,65 dólares norteamericanos diarios por persona en paridad de poder adquisitivo (PPA). El número de trabajadores en esta situación ha aumentado en 2023 en 8,4 millones.
Aumento de la pobreza laboral extrema y moderada y caída, también, de los salarios a nivel mundial. En 2023 los salarios reales han descendido en la mayoría de los países del G20 que no han podido hacer frente al crecimiento de la inflación. Tan solo tres países presentan crecimientos salariales reales: China, Rusia y México.
Como vemos en la gráfica, las pérdidas salariales han llegado hasta el 6,9 % de Brasil o el 5 % de Italia. En el caso de Turquía y la India los datos de la gráfica se refieren a 2022 y no a 2023. (La gráfica publicada por la OIT los ha incluido de forma confusa anotando la incidencia en el pie de gráfica).
Esta evolución en 2023 es la continuación de la tendencia de las últimas décadas. No es solo el caso de que China haya mejorado los salarios de los trabajadores en 2023, es que casi los ha triplicado en los últimos años. Veamos la evolución de los salarios en el mundo desde 2008 a 2022.
Las gráficas representan la evolución salarial de los países del G20 agrupados en países desarrollados y países en desarrollo. El crecimiento salarial de China es espectacular y él solo compensa en la media mundial la caída de salarios que se produce en el resto del mundo en los últimos años.
Qué nos espera en los próximos años
La profundización de los conflictos mundiales, la guerra comercial de Estados Unidos contra China y la revolución tecnológica que se está produciendo con la inteligencia artificial y la incorporación del 5G en la industria, va a afectar tremendamente al mercado de trabajo. Y, en este sentido, encontramos quizás una de las claves del sobresaliente desempeño de China. Mientras el progreso tecnológico es una de las causas de los problemas salariales en la mayoría de países, que tienen problemas para adaptarse al cambio tecnológico y no están consiguiendo incrementos de productividad; en el caso de China la situación es claramente la contraria. Es el país que más ha incorporado la inteligencia artificial, el 5G y los avances tecnológicos en su industria y ha conseguido esta modernización sin perder empleo, incrementando la productividad y sustituyendo la proa de su sector manufacturero por los nuevos sectores de vanguardia: turbinas eólicas, paneles solares, coches eléctricos y baterías en el sector exportador y la industria naval, la construcción aeronáutica y el sector espacial a nivel interior. Por el contrario y en el resto del mundo, el dominio de los grandes monopolios digitales está provocando el retraso de muchos sectores productivos y de los países en desarrollo, tal como indica la OIT en su informe.
Las previsiones de este informe de la OIT son de un deterioro del mercado de trabajo, aunque desde su punto de vista solo moderado. El desempleo pasará del 5,1 % al 5,2 %, “el proceso de devaluación del salario real y el consiguiente descenso del nivel de vida, causado por las elevadas y persistentes tasas de inflación y el encarecimiento de la vivienda, no se compensará a corto plazo”, se mantendrá el desempleo juvenil, no se prevé que la tasa de informalidad mejore (de acuerdo con la OIT, alrededor del 58 por ciento de la fuerza de trabajo mundial seguirá ocupada de manera informal en 2024) y persistirá la pobreza laboral.
Un panorama sombrío que, mucho nos tememos, avivará las actuaciones de Estados Unidos para bloquear el progreso económico chino, lo que nos traerá más incertidumbre, más proteccionismo y menos desarrollo económico. Las consecuencias sobre el mercado laboral ya las estamos viviendo.