(Des) integraciones que reconfiguran el escenario en la región y el mundo – Por NODAL y CLAE

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(Des) integraciones que reconfiguran el escenario en la región y el mundo

Por NODAL y CLAE*

El año 2023 finaliza cargado de golpes y contragolpes políticos, económicos y estratégicos en los diferentes bloques regionales integrados por los variopintos países de América Latina y el Caribe, a lo que se agrega la complejidad de sus vínculos con un mundo en abierta guerra geopolítica y multidimensional.

Movimientos integradores y desintegradores, en ocasiones expresados abiertamente y en otras, de manera casi subterránea pero efectiva, son la síntesis del tablero configurado en la región más desigual del planeta donde las derechas se reposicionan, mientras los gobiernos progresistas tejen sus redes de cooperación para fortalecer alianzas en diversas materias. El empate catastrófico en el seno del G2 escaló la tensión en territorio nuestroamericano, rico en recursos estratégicos que son objeto de interés tanto para el proyecto financiero y tecnológico comandado por Estados Unidos, como para su opuesto, comandado por China, en el enfrentamiento por la conducción del Siglo XXI.

¿Cuáles fueron los principales organismos que avanzaron en acuerdos y mantuvieron sus cumbres en el 2023?

Haciendo un recuento de las cumbres y contracumbres desarrolladas en la región la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC); la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR); el Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico (APEC); la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP); los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y el MERCOSUR, entre otros, fueron los nombres que atravesaron la agenda anual, donde las y los mandatarios de América Latina y los principales actores globales hicieron sus acuerdos de índole bilateral, así como a través de los bloques regionales.

El año empezó con la VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Argentina, teñido de un clima que promovía la unión latinoamericana y anunciaba con esperanza la presencia del nuevo presidente de Brasil, Lula Da Silva en el encuentro, después de tantos años de ausencia del gigante del Sur. El líder petista prometió en campaña la recuperación del rol central de Brasil en la geopolítica regional y cumplió. La respuesta de las fuerzas de derecha en la región atravesó la Cumbre, con manifestaciones y declaraciones de importantes representantes neoliberales como el ex presidente Mauricio Macri y la ex ministra y actual secretaria de seguridad argentina Patricia Bullrich, quienes apuntaron contra la participación del presidente venezolano Nicolás Maduro, quien finalmente no asistió, denunciando la persecución política y mediática en su contra. El evento contó con la presencia de Gustavo Petro (Colombia), Gabriel Boric (Chile), Luis Arce (Bolivia), Xiomara Castro (Honduras), Mia Mottley (Barbados), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Luis Lacalle Pou (Uruguay) y Miguel Díaz-Canel (Cuba).

La “declaración de Buenos Aires” (enero 2023) afirmó la plena vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, el compromiso con la democracia, la promoción, protección y respeto de los Derechos Humanos, la cooperación internacional y continuar trabajando conjuntamente en pos del Desarrollo Sostenible para hacer frente a la crisis sanitaria, social, econó- mica y ambiental ocasionada por la pandemia de COVID-19 y el cambio climático, entre otros ejes.

Por su parte, los gigantes globales China y Estados Unidos desde comienzos del 2023, como grandes potencias del mundo, estuvieron presentes por acción u omisión en las cumbres de América Latina, dando sus disputas en el marco del enfrentamiento mundial del G2 donde dos grandes proyectos están en constante disputa: “el proyecto de Estados Unidos-Amazon (y el modelo GAFAM) y el proyecto China-Huawei (y el modelo BATHX)” (Aguilera, 2023)

Estados Unidos barriendo su patio trasero

A lo largo del año diferentes actores del país norteamericano se reunieron con mandatarios y funcionarios de América Latina. En agosto Adam Smith y Salud Carbajal, congresistas estadounidenses, y Marc Ostfield, embajador de EEUU, se reunieron con el presidente de Paraguay Mario Abdo Benítez y su sucesor electo Santiago Peña

Hacia el cierre de año y en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico (APEC), el presidente azteca Andrés Manuel López Obrador se reunió con su homólogo estadounidense, Joe Biden, para hablar sobre la migración. La relación comercial, uno de los vínculos más sólidos entre ambos países, se sumó a la agenda de intercambio de los mandatarios. Sin embargo, los recíprocos reconocimientos y las sonrisas para la prensa no barren debajo de la alfombra las sostenidas discrepancias en el ámbito geopolítico, cuando por primera vez en este siglo y parte del pasado, México dirige su mirada estratégica con más interés al sur que a su vecino del norte, con quien mantiene relaciones cordiales.

Mientras que en noviembre, el líder demócrata Joe Biden se consagró por iniciativa propia an- fitrión recibiendo a líderes de 11 países para la primera cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP), en una maniobra que expresa su necesidad de contrarrestar el avance asiático en el territorio por medio de la Iniciativa de la Franja y la Ruta que continúa ganan-do posiciones vertiginosamente con sus inversiones y acuerdos diplomáticos.

Y como parte de los últimos hechos que cambiarán el mapa en la región, Argentina no quedó fuera de las reuniones bilaterales de relevancia con el país norteamericano, a partir de la victoria de Javier Milei como presidente de Argentina para el periodo 2024-2028, quien viajó a EEUU la última semana de noviembre, para reunirse con Jake Sullivan, el consejero de Seguridad Nacional de Joseph Biden y el ex presidente Bill Clinton, entre otros actores.

El drágón le gana terreno al águila

Ya en el mes de enero se vislumbraba la presencia del gran dragón en la región cuando el presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou, durante una reunión del MERCOSUR y habiendo iniciado negociaciones con Beijing, pidió el ingreso al Acuerdo Transpacífico sin la anuencia de sus socios del Mercosur, generando tensiones y advertencias de Brasil, Argentina y Paraguay sobre el posible resquebrajamiento del bloque.

Durante el año, Venezuela también mantuvo diálogos con representantes asiáticos en temáticas como alianzas de empresas petroleras orientales con PDVSA y la cooperación bilateral en materia de economía y comercio, ciencia y tecnología, aviación civil y aeroespacial y turismo.

Durante las reuniones de los organismos multilaterales los países de la región no quisieron perderse la oportunidad de mantener reuniones mano a mano con China. Dina Boluarte, presidenta de Perú y Andrés Manuel Lopez Obrador se reunieron a su turno con Xi Jinping, presidente de China, en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), mientras que el mandatario trasandino Gabriel Boric lo hizo durante una visita al país asíatico.

Dando cuenta no sólo de acuerdos políticos sino también económicos entre los países latinoa- mericanos y China, el Banco da China Brasil SA, declaró en el mes de octubre que se realizó la pri- mera operación comercial bilateral con monedas locales entre China y Brasil luego de que cerraran transacciones financiadas y liquidadas en yuanes y convertidas directamente en reales. Punto para la desdolarización en curso, en medio de una guerra de monedas que pone en jaque la hegemonía norteamericana.

Brasil como protagonista en la región y el papel de Argentina

Brasil, como el gran actor de la región en favor de la integración de los pueblos y los Estados, también anunció en abril su retorno a la UNASUR que Hugo Chavez y Nestor Kirchner supie- ron construir, luego de impulsar y concretar el rechazo a la estrategia del ALCA a fín a la siempre renovada Doctrina Monroe que está cumpliendo dos siglos de vigencia. Un mes más tarde, Lula Da Silva recibió a los 11 líderes latinoamericanos en la capital brasileña en el marco de la cumbre de la UNASUR.

Brasil, es hasta ahora el único actor regional que participa del relevante bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y asumió a través de la ex presidenta Dilma Rousseff el mando del Nuevo Banco de Desarrollo del organismo. En ese contexto, y en continuidad de un programa que impulsó sin éxito durante su último mandato, Lula Da Silva, en agosto de este año anunció durante la XV Cumbre en Sudáfrica, la creación de una moneda para transacciones comerciales e inversiones entre los miembros del bloque.

Brasil ha sido también un actor fundamental y protagónico en impulsar la conclusión del acuerdo entre MERCOSUR y Unión Europea. El presidente Lula Da Silva ha tenido varias reuniones con la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y con mandatarios europeos para destrabar aquellas cláusulas proteccionistas de Europa que perjudicarían a los productores de com- modities, sobre todo a las agroalimentarias, de los miembros del Mercosur. El 6 y 7 de diciembre en la cumbre del Bloque Regional, Lula esperaba dar el impulso final al acuerdo internacional; previo a entregar la presidencia pro tempore a Paraguay y a la asunción del presidente electo Javier Milei en Argentina, sin embargo terminó sin la firma del tan dilatado Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea.

Por su parte, la movilizada Argentina fue uno de los países que reingresó a bloques como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en el mes de marzo y fue invitada a participar de los BRICS en el mes de agosto. Voluntad política que, frente a la victoria de la derecha en el país se encuentra con posibilidades de desintegrarse. Hecho que reconfigura no sólo al país, sino a toda la región en sus alianzas, programas y acuerdos políticos y económicos.

¿Cuáles son los escenarios existentes para América Latina?

Sobran siglas y nombres para dar cuenta de las políticas de integración regional que los gobiernos de turno han desplegado este año en América Latina, con objetivos diversos, que atraviesan el arco comercial económico, el diplomático y el estratégico.

Frente a los cambios de proyectos políticos en el mapa de la región se hará necesario continuar conociendo cómo se desarrolla no sólo la integración económica, sino la unidad continental que permita dar la lucha para la defensa de los recursos naturales e impulse el desarrollo de la ciencia y la tecnología, para el agregado de valor en origen y la (re)industrialización, apuntando a sectores estratégicos.

La disputa global abrió una oportunidad histórica para nuestramérica y refuerza la necesidad de avanzar en acuerdos efectivos que permitan la negociación con los centros de poder y las corporaciones, en mejores condiciones, es decir, inexorablemente superando los límites de las patrias chicas.

Los pueblos organizados son en definitiva quienes empujan la defensa de los territorios y su riqueza, tanto demandando acciones concretas a sus representantes, como cuando el reclamo se traslada a las calles, frente a una derecha y ultraderecha que busca avanzar sobre la vida y el futuro de quienes habitamos la casa común.

*Artículo publicado en el Anuario 2023 de América Latina y el Caribe de NODAL Y CLAE

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