Hacer campaña a la ligera – Por Eduardo Varas
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Por Eduardo Varas*
A dos semanas de la segunda vuelta, las campañas de Daniel Noboa y Luisa González revelan cómo son: personas que, en mayor o menor medida, viven en una burbuja que los aleja del votante. Y eso no es nada nuevo, porque las campañas políticas solo buscan votos y a veces en ese camino la respuesta se mantiene en un nivel superficial.
Porque se trata de emocionar, de que el candidato y candidato hagan una conexión con el votante.
No es tiempo de propuestas específicas. Se las hace, pero en clave de producción audiovisual de impacto, en una campaña muy corta. Además, lo más probable es que los candidatos, en caso de gobernar, buscarán una reelección: gobernarían muy poco y se lanzarían muy pronto a hacer campaña para seguir en el cargo.
La ligereza es su motor. En este preciso momento del país lo que esa ligereza deja en claro es que tanto Gonzalez como Noboa solo tienen la cabeza puesta en ganar por ganar; para tener el poder. Porque no saben, no entienden o no les importa lo que el ciudadano común necesita.
Las campañas políticas terminan siendo extensiones de quiénes son el candidato y la candidata.
Una desconexión continua
Daniel Noboa muestra su vida en redes sociales como un acto de campaña. Va a la playa y bebe agua de coco, como el común de los mortales. Sale con su familia, su esposa y su madre. Aparece haciendo ejercicios en un gimnasio, toca la guitarra y canta —como si su aspiración fuera ser parte de Sin Bandera— un pedazo de Cachito, de Maná. Y también hace una versión de Save tonight, del sueco Eagle-Eyed Cherry.
@danielnoboaok Un cachito de tu corazón ✊🏻💜 #adn2023 #noboapresidente #porunnuevoecuador #danielnoboapresidente #danielnoboaazin #uncachito #mana #ecuador #laviniavalbonesi ♬ sonido original – DanielNoboaOK
¿Por qué hace todo esto? Porque la comunicación en redes de Noboa —sobre todo en TikTok— lo quiere presentar como una persona común y corriente; pero no lo es.
Él es hijo de uno de los hombres más ricos del país, con una fortuna que ha sido estimada en 910 millones de dólares. Al pertenecer a una burbuja socioeconómica —las tribulaciones que Noboa y los suyos puedan sufrir no son las mismas que las de la casi absoluta totalidad de los ecuatorianos—, lo único que queda es volverlo cercano con acciones que carecen de utilidad para el cargo que busca.
Por eso le cantó Cachito a Lavinia Valbonesi, su esposa, para conquistarla. ¿Qué tiene que ver eso con la presidencia? La respuesta es obvia.
Esa es la única posibilidad que tiene la gente de Noboa de vender a su candidato como alternativa a Luisa González: reducir su desconexión con la realidad de la mayoría, enfocándose en aquello que lo une con la humanidad, como el amor de pareja, las relaciones familiares, los hobbies, el cuidado personal, entre otras cosas.
Los términos de la comunicación de Noboa son obvios porque es el único camino que le queda, como si hacer de la campaña política una experiencia de cercanía. Pero hay algo más, existe algo aspiracional. Porque él y su esposa, bien vestidos, hermosos, refuerzan una idea de éxito socialmente aceptada. El mundo es de gente bella.
@danielnoboaok La que me pone nervioso 😅 @Lavinia Valbonesi #adn2023 #danielnoboapresidente #laviniavalbonesi #noboapresidente #danielnoboaazin #porunnuevoecuador #ecuador #olamorada ♬ sonido original – DanielNoboaOK
Y no solo bella.
Son esas figuras a las que no se cuestiona, son lo que quisiéramos ser: multimillonarios guapos que se pueden dar cualquier gusto. Más que identificación con ellos, aspiramos ser ellos. Daniel Noboa está tan por fuera de lo que se vive en el país, que lo que hace su equipo es acercarlo al votante y, al mismo tiempo, volverlo figura lejana, lo que se busca ser. Es una comunicación paradójica, pero es lo que se puede hacer con él.
En el caso de Luisa González no hay tanta desconexión como la que hay con Noboa. González no es multimillonaria y tiene sus raíces asentadas en la clase media. Incluso hay un video en su cuenta de TikTok en el que, en clara referencia a Noboa y su distancia con la realidad, hace referencia a que ella sí utiliza el transporte público y que, además, su tío es taxista en Manta y que su familia teme por él por la inseguridad y que le ha pedido que deje ese trabajo de lado.
El efecto de estas palabras es poderoso.
González es capaz de reducir esa desconexión entre ella, su comunicación, su campaña y los votantes en parte de su discurso. Pero esto funciona solo en ciertos momentos, porque hay algo importante en su imagen como candidata.
@luisamgonzalezec Siento sus necesidades porque las he vivido, porque soy una ciudadana de a pie que las palpa en carne propia. Tengo la valentía y la voluntad para levantar nuestro país JUNTO A USTEDES. ¡Nada nos va a derribar! #PorElBienDeTodos #EcuadorVencerá🇪🇨 #luisagonzalez #luisagonzalezpresidenta #luisa2023 ♬ sonido original – Luisa González
La desconexión desde el extranjero
Luisa González es una figura de la Revolución Ciudadana que ha cumplido, en términos de campaña, lo que comunicacionalmente se le ha pedido desde el extranjero. Ya sea desde Bélgica o México, lo que hace que su desconexión sea evidente.
Luisa González no es su propia persona. Es la interlocutora de otros.
Esa distancia le juega en contra, porque impide que muestre quién es. Porque la mayoría de las piezas comunicacionales y las publicaciones en redes sociales parecerían alejarse de las necesidades locales. La desconexión de la candidata es producto de un manejo vertical —y patriarcal— dentro de la Revolución Ciudadana.
Los supuestos grandes expertos saben, y desde arriba toman decisiones y los demás deben obedecerlas.
Luisa González se ha mostrado desde tantas facetas que resulta complicado asumir cuál es la que finalmente han querido mostrar. Además, frases como “Ya lo hicimos” y “La patria resurge” —que sonaron con demasiada frecuencia durante la primera vuelta—, le terminan por jugar en contra.
Esa búsqueda desesperada por generar una imagen que funcione para González significó una exposición de diferentes versiones de ella que, muchas veces, fueron criticadas porque no parecían venir de una mirada genuina de quién es. Y no es que la respuesta sea que en campaña se trata de presentar una sola versión de la candidata, ya que todo ser humano es mucho más que una sola acción.
Y como han querido hacer con Noboa —haciendo de todo—, González también ha tratado de acercarse con el electorado.
A partir de la segunda vuelta —dejando de lado los eslóganes que buscaban unirla a un gobierno que no ha estado en el poder por 6 años y que demostró no ser la mejor estrategia—, Luisa González cambió en su campaña.
De ser la mujer distante, dura, que dice las cosas con temple, se convirtió en la que hace corazones uniendo los dedos de ambas manos y que dice expresiones como “del mundo mundial”. Es también la mujer que dice que escucha Don Medardo, Nirvana, Metallica, Los Kjarkas y Tierra Canela.
Habla de sus tatuajes, prepara alimentos, está con sus perros. Aparece bebiendo un chocolate o café y sonríe con picardía al mostrar sus labios manchados con crema. Luisa González aprovecha la capacidad que tiene para seducir con gestos y miradas a los espectadores de sus videos.
@luisamgonzalezec Amor a primer sorbo ☕️💙 #luisapresidenta #luisagonzalez #luisagonzalezpresidenta ♬ Coffee – beabadoobee
Todo lo que hace tiene una función —hasta cuando aparece explicando algunas de sus propuestas, que no profundiza porque de eso no se tratan las redes— y parece acercarla a la gente. Hasta cuando da la impresión de que trata de subirse a la tendencia (el trend) que Noboa impuso, como el de la vida de ejercicios, son un giro en su comunicación.
Quizás no será suficiente que su campaña haya dado ese giro. Si bien ese cambio de perspectiva se ha notado, y es posible que funcione con muchas personas, no ha terminado de asentarse.
El 30 de septiembre de 2023, un día antes del debate presidencial, Luisa González y su equipo lanzaron el que es, hasta el momento, el mejor spot de toda su campaña y de todas las campañas del resto de candidatos. Uno que sintetiza la necesidad de cercanía, de conexión con el electorado, que apela a una cuestión emocional muy fuerte; un spot bien grabado y editado, como lo que solía hacer el correísmo en tiempos de Rafael Correa en el poder. Aún así, no es suficiente.
El spot trata de ignorar —y no lo logra— la posición anti aborto por violación de Luisa González durante su tiempo como asambleísta. En algún momento, una de las mujeres que aparece en pantalla, hablando, lleva un pañuelo verde atado en su cuello. Esto fue considerado como un lavado de imagen a la candidata, por parte de varios usuarios de redes sociales.
@luisamgonzalezec Esta no es una elección más ¡Es hora de restaurar UN GOBIERNO PARA TODOS! Nos jugamos la protección, bienestar y vida de la mayoría de ecuatorianos. #PorElBienDeTodos #ConAmorDePatria #PresidentaLuisa ♬ sonido original – Luisa González
El triunfo de la banalidad
Si bien esta es una campaña para unas elecciones anticipadas, no hay certezas de que eso haya sido comprendido por los candidatos y los equipos que manejan su comunicación. Tanto que ambas candidaturas han usado los mismos recursos de al menos las tres últimas campañas políticas del Ecuador.
Redes sociales, humor, gracia y cháchara. Como si lo que sucede en Ecuador, en este momento, fuera lo más normal.
En ese terreno, el triunfo en TikTok, por ejemplo, es de Noboa. Su campaña, mayoritariamente banal, le resuena a mucha gente. Es probable que los jóvenes electores tengan mucho que considerar y que disfrutar de los videos que publica.
Noboa está en la playa, toma agua de coco y se recuesta en una silla. Toca mal una guitarra eléctrica de siete cuerdas algo que parece ser un solo de Metallica, usando una pedalera Boss GT-10; hasta comparte una playlist. Hace lo que debe hacer, con videos que en promedio tienen 500 mil vistas y que pueden llegar al millón. En medio, hay algunos en los que él habla de propuestas que casi tienen la misma cantidad de vistas que los otros.
Sin embargo, en los que aparece su madre, Anabella Azìn, y su tía, Isabel Noboa —con la locución del propio Daniel Noboa, exponiendo otros de sus planes— solo se llegan a 50 mil visitas.
Sus seguidores en TikTok solo quieren todo lo que sea divertido. Pero eso, ¿es beneficioso para el candidato? En términos prácticos habría que decir que no, que hay otras cosas que deberían ser las más determinantes cuando se trata de elecciones. Sobre todo cuando se trata de elecciones anticipadas.
Noboa baila —con el swing de alguien que no sabe bailar—, hace de DJ y propone una fuerza policial especializada, en un video que parece una escena borrada del fallido remake de Robocop (2014), dirigido por José Padilha. El espectáculo es la base de su comunicación.
@danielnoboaok Necesitamos urgente un entorno seguro para las familias ecuatorianas. Este es el Plan Fénix 👆 #SomosLaNuevaGeneracion #NoboaEsSeguridad #NoboaPresidente #DanielNoboaPresidente ♬ sonido original – DanielNoboaOK
Luisa González hace algo parecido, pero es menos efectiva que Noboa.
En realidad, si bien usa videos en redes sociales, sobre todo en TikTok, para mostrar su lado divertido, el resultado no es lo que ella y su equipo quisieran. Las visitas en sus videos se han ido reduciendo con el paso de los días. Sus últimos siete videos tienen, en promedio, 150 mil visitas y salvo en los que aparece hablando de sus tatuajes —que llegan al millón— las cifras son bajas.
La candidata corre, está en el parque La Carolina de Quito. Muestra que también hace deporte —porque eso estaba mostrando Noboa en sus redes. Habla sobre lo que le ha pasado en su día a día. Explica lo que va a hacer en caso de ser Presidenta en seguridad. Juega con sus perros, comparte afectuosamente con sus fanáticos, anda en bicicleta, sonríe en la mayor parte de los videos.
Es una diversión muy particular, porque parece ser solo de ella y de los suyos. Las demás personas sobramos, estamos siendo solo testigos de algo que debe ser gracioso, o una invitación, pero lo chistoso se escapa.
Y paradójicamente, Luisa González es mostrada como una figura fresca, que podría agradarte. Pero este giro se complica porque la candidata es presentada de múltiples maneras y, de golpe, es la mujer que está con chaleco antibalas y habla sobre cosas duras, como el uso de la reserva internacional para solucionar los problemas del país.
Entonces, ni bien se consigue entender la parte graciosa y divertida de Luisa González candidata, la que se supone nos debe parecer agradable y cercana; aparece la otra, la que no consigue contacto.
Desde los kilómetros de distancia, quienes diseñan y dirigen la campaña de González no han conseguido comprender cuál es esa parte banal y divertida que han debido explotar. El resultado es que ella aparece intentando ser alguien que no es. Eso se percibe con mucha facilidad.
Porque querer agradar a la fuerza no es algo que pase desapercibido.
@luisamgonzalezec ¿Qué tal quedó? 😎🫶🏽 #ecuadortiktok #jovenes #viral ♬ sonido original – Luisa González
Al final, la única lección posible que nos dejan ambas candidaturas es que en tiempos convulsos, violentos, sazonados por elecciones anticipadas, las mismas tácticas de siempre están fuera de lugar. La comunicación en una campaña como esta debería tomarse menos a la ligera, porque no se trata solo de “vender” a un candidato como la mejor opción: hay que “vender” a esa mejor opción como la adecuada para un momento como este.
Y eso ya no es solo hacer gracioso y cercano al candidato. A esta altura hay otras necesidades que se deberían tomar en cuenta.
*Periodista y escritor. Autor de dos libros de cuentos y de dos novelas. Uno de los 25 secretos mejor guardados de América Latina según la FIL de Guadalajara. En 2021 ganó el premio de novela corta Miguel Donoso Pareja, que entrega la FIL de Guayaquil.