Dos candidatos de cartón se disputan la Presidencia
Por Irene Torres
Vallas, calles, restaurantes populares, mítines, redes sociales. Los dos candidatos a la Presidencia del Ecuador ocupan estos días todos los espacios a su disposición, con o sin autorización en algunos casos, para tratar de convencer a los votantes indecisos, de los cuales hay muchos. Daniel Noboa acude hasta en figura de cartón a las discotecas, adonde lo llevan los entusiastas de las bromas de la red social TikTok, que duran unos divertidos segundos de los cuales nos olvidamos rápidamente, como cuando Xavier Hervas se disfrazaba de vendedora de joyas en patineta. Luisa se pone su vestuario de entrenadora de aeróbicos para ejercitarse al aire libre, va al parque porque el gimnasio es solo para los odiadores, es decir, quienes pueden pagar la mensualidad.
Con los candidatos vicepresidenciales otro ha sido el cantar. Con la música de fondo de “la educación y la salud no deben ser gratuitas” de su candidata a la Vicepresidencia Verónica Abad, Noboa se aventuró a decir que cerraría la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación. Cuando sus asesores le advirtieron que no hay nada que apasione más a un ecuatoriano que un cupo universitario, se desdijo tan rápidamente como ha transcurrido su carrera política. Con las estadísticas en su contra, Luisa González, la contendiente de Noboa, ha luchado centímetro a centímetro para minimizar la importancia de su candidato a la Vicepresidencia. Al son de “el Ecuador está dolarizado, ¿quién lo desdolarizará? El desdolarizador que lo desdolarice buen desdolarizador será”, Andrés Arauz imponía un discurso que nadie quiere escuchar.
Noboa en la discoteca, Luisa en el parque, los dos se preguntan cómo les convencieron para lanzarse a la Presidencia con tan escaso carisma, tan escaso discurso, tan escasa presencia escénica. Además, se cuestionan cómo aceptaron acompañarse de unos candidatos a la Vicepresidencia que si no iban a aportar al menos deberían saber cuándo quedarse callados. ¡Dos más dos son cuatro, cuatro y dos son seis! Verónica, la coach, se beneficiaría muchísimo de una mayor inversión estatal en educación; tendría la oportunidad de repetir el bachillerato para entender mínimamente cómo se financian la salud y la educación en países donde no se roban el dinero en sacos y que tienen muchos mejores resultados que nosotros. A Andrés, el multiuso, lo que más le conviene es la dolarización y él lo sabe. Pocos se han beneficiado como él de ganar en dólares, sobre todo cuando sus sueldos estuvieron atados a cargos puramente simbólicos, como cuando le encargaron el Ministerio de Cultura.
Poco queda de los partidos políticos verdaderamente orgánicos del Ecuador. Sus líderes esperan, agazapados, a que sobrevivamos este año y medio de hiato presidencial para regresar con más fuerza. ¿Tendrán la sagacidad y la capacidad de dejar de elegir candidatos perfume, que hoy cautivan y mañana pasan de moda? ¿Querrán invertir estos meses en reconstruir relaciones de confianza con sus coidearios en las diferentes ciudades del país y convocar a verdaderos diálogos con la sociedad civil?