Organizaciones de mujeres y de DDHH marcharon en reclamo de justicia a un año del femicidio de María Belén
A un año del asesinato de María Belén Bernal, su madre pide justicia
Por Andrea Salazar
Hace un año, el 11 de septiembre del 2022, María Belén Bernal, una abogada quiteña de 34 años, ingresó a la Escuela Superior de Policía para visitar a su esposo, el teniente Germán Cáceres, de ese sitio no salió viva y, pese a que la madre de la víctima está segura de que su yerno contó con apoyo dentro de la institución, para que le encubran e incluso le ayuden a cargar el cuerpo, ningún uniformado, excepto el asesino, ha sido sentenciado por lo ocurrido.
En conmemoración del año del asesinato de María Belén Bernal, organizaciones de mujeres y defensoras de Derechos Humanos realizaron ayer una marcha que se dirigió a la Comandancia General de Policía; en este marco, Elizabeth Otavalo, madre de la víctima, puntualizó que para la familia es vital que no solo Cáceres pague por lo sucedido, pues considera que él fue encubierto por un espíritu de cuerpo que se mantiene activo.
“A mi hija la mataron en la Escuela Superior de Policía, no fue en la calle, no nos olvidemos de ello, fue en la Escuela Superior de Policía, en manos de un policía que estaba en funciones y en medio de muchos policías que luego aseguraron que no escucharon nada”, afirmó Elizabeth Otavalo.
Precisamente para exigir que quienes escucharon el crimen o lo encubrieron también sean sancionados, la familia de Bernal apeló la decisión del juez que absolvió a Alfonso Camacho, un teniente que habría escuchado el asesinato, pero no lo habría evitado; al momento no se ha resuelto esta apelación.
Para Nicoletta Marinelli, integrante de la Fundación Aldea, el que hasta el momento no se haya sentenciado a ningún otro policía es una muestra de la impunidad, de la falta de respuesta del Estado y la normalización de la violencia contra las mujeres en el país.
Según los últimos datos proporcionados por la Policía Nacional, por lo sucedido dentro de la Escuela Superior se abrió un proceso disciplinario en contra de 13 policías; mientras que la Fiscalía inició una investigación por fraude procesal, para indagar las acciones u omisiones de los uniformados. No existe información pública sobre el avance de ninguna de las dos investigaciones.
Una mujer muere cada 23 horas
Aunque el caso de María Belén Bernal es emblemático para las organizaciones de mujeres, por la relevancia que tuvo en la opinión pública, lo sucedido con la abogada no es un caso aislado, sino que es parte de los tantos hechos de violencia en contra de las mujeres, los cuales, muchas veces, quedan impunes.
Según los datos proporcionados por la Fundación Aldea, en promedio, una mujer es asesinada cada 23 horas en Ecuador, solo en lo que va del 2023 se han registrado 222 femicidios, el 50% de las víctimas murieron en manos de una persona con la que mantenía una relación afectiva, por lo general sus parejas o exparejas.
Desde el año 2014, 2.078 mujeres partieron por causa de la violencia: asesinatos, feminicidios, homicidios, robos con muerte, violación con muerte, sicariato, abandonos de personas, secuestros con muerte; en el 2022 el número de femicidios llegó a 332.
Fin de semana de terror para las mujeres
El fin de semana entre el 8 y el 10 de septiembre del 2023 fue especialmente violento para las mujeres en el país, en este lapso fue encontrado el cuerpo desmembrado de Letty Cando, una enfermera quiteña que fue reportada como desaparecida el 3 de septiembre.
El responsable confeso fue un hombre que abusó de ella después de acudir a una celebración juntos, el sujeto fue denunciado por el resto de los asistentes y por sus vecinos, quienes le vieron limpiando las evidencias de su casa.
Además, el sábado 9 de septiembre del 2023 se reportó en Esmeraldas el femicidio de Verónica Quiñónez, el principal sospechoso es su conviviente, quien se encuentra prófugo; mientras que una adolescente fue también víctima de su pareja en el Coca, provincia de Orellana.
“Estamos viendo como cada semana y cada día puede ser mortal para las mujeres y las niñas en Ecuador, las cifras de cada año, lastimosamente, superan a la anterior”, afirmó Nicoletta Marinelli.
