Bolivia | Armando el Tablero: Litio, Censo y Elecciones 2025 – Por Tupaj García, especial para NODAL

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Tupaj García, especial para NODAL*

El primer semestre de 2023 sembró, en Bolivia, un escenario de incertidumbre económica y sobre todo política. Sin embargo, en el mes de julio observamos un giro de timón, que deja a propios y extraños desconcertados, pero que nos permite vislumbrar las principales problemáticas que atravesará el país en los siguientes meses. Debido a eso daremos un repaso a dos de los temas en boga y otro más colateral, aunque veremos que están conectados, con el objetivo de mostrar estas problemáticas. Así que le pido paciencia y buen humor para esta breve revisión.

La exposición de Álvaro García Linera (AGL) el pasado miércoles 26 en Abya Yala es, sin duda, el tratamiento integral más completo en torno al tema del Litio. Desde lo avanzado en la gestión de Evo, pasando por el momento actual y la potencialidad productiva y económica, el Litio se presenta como el principal recurso estratégico para el país durante los próximos 30 años. La transición energética a nivel mundial y el hecho de que Bolivia posee, cuando menos, el 29% de la reserva mundial de Litio hacen que el país se posicione en el centro del escenario de esta transición. Pasando a la realidad nacional vemos una economía golpeada por la reducción de inversión pública en el mercado interno, producto de la caída en las exportaciones del gas y el saqueo y destrucción de la capacidad productiva del Estado durante el gobierno de Añez. Este golpe se traduce en una reactivación económica lenta y la falta de dólares, lo cual genera una sensación de fatiga e incertidumbre en la sociedad. Así, el gobierno del MAS tiene que decidir la forma de explotación de este recurso estratégico, teniendo en sus manos la capacidad de transformar la situación económica del país en lo inmediato y para las próximas 3 décadas. A quien desee saber más de esto le recomendamos revisar la entrevista.

Por otra parte, en noviembre y diciembre de 2022 los conflictos en torno al Censo Nacional de Población y Vivienda (CNPV) demostraron a una derecha nacional capaz de dar batalla al Proceso de Cambio, sobre todo en la ciudad de Santa Cruz con sus 36 días de Paro Cívico. El conflicto se dirimió con la victoria del gobierno, reflejada en la definición de la fecha para marzo de 2024 y la detención de Camacho por su participación en el Golpe de Estado de 2019. Tras lo último, la derecha boliviana y los grupos empresariales han perdido la iniciativa y atraviesan un proceso de reorganización, pasando a dar batalla al oficialismo de manera indirecta. El sabotaje financiero y la especulación en torno al dólar, la cobertura 24/7 al conflicto interno del MAS y la propuesta de una nueva Constitución Política son los hitos más importantes que logró acumular la derecha en los últimos 8 meses. Mientras se reorganiza, la fecha del Censo se aproxima y no debemos olvidar que los medios de comunicación ya han fabricado sus propios resultados para decir, como en 2019, que “si el gobierno no da las cifras que queremos, es fraude”. Así, observamos a una oposición tratando de ordenarse, tanto por necesidades propias como por demanda de sus patrones extranjeros, estando los segundos bastante preocupados en adueñarse del principal recurso estratégico para la transición energética.

Pasando al último punto, encontramos un MAS “desconcertado”. Desde el encuentro de Evo y Luis en Villa Tunari, el conflicto interno del MAS se ha ido desacelerando, lo cual genera cierto desconcierto en los niveles medios y bajos de la militancia partidaria. Esto se ve en los análisis internos, que siguen versando sobre “fracciones” enemistadas, pero ya no se traducen en conflicto abierto. Estamos atravesando un momento donde no sabemos qué hacer, nos hemos acostumbrado a pelear entre nosotros y ahora no sabemos cómo –o ya no queremos– bajar la guardia. Esta oxigenación y cese al fuego le otorga al MAS la posibilidad de unirse de cara al Censo y las elecciones del 2025.  Por su parte, la derecha nacional atraviesa un proceso similar de cara a ambos momentos, donde sus intelectuales no descansan en pedir, a través de sus columnas de opinión, una formula única para las próximas elecciones nacionales.

Parece que el Litio irrumpe en este escenario como una maldita bendición. En su devenir se sintetiza la posibilidad de profundizar las transformaciones emprendidas por el MAS en 2006 o, de volver la oposición, en el retorno a una política de saqueo neoliberal. Pero nada pasa de la misma forma dos veces, para llevar adelante esas transformaciones el MAS necesita reencontrarse, a nivel militante y programático, para salir a dar la cara al pueblo y hermanarse con él nuevamente. Así, al cielo nublado y turbulento de nuestra situación económica y social, la transición energética y la reorganización del mundo irrumpen como rayo de sol. Insuficiente para despejar las nubes, pero capaz de alumbrar un horizonte de soberanía nacional, industrialización y redistribución de la riqueza. De final abierto, los análisis políticos serios arman el tablero para operar sobre él, y el que acabamos de armar, esperamos que sea útil para quienes militan a la unidad y al mañana mejor.

 

[*] Militante del Frente Revolucionario Comuna (F.RE.C.) y militante de base de la Departamental de Juventudes de MAS-IPSP La Paz (DJMAS-LP).

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