Perú | La laguna Piuray, que abastece de agua potable a Cusco está experimentando una disminución constante en sus reservas
Cusco se quedaría sin agua potable por crisis climática
La laguna Piuray, que abastece de agua potable a Cusco está experimentando una disminución constante en sus reservas, lo que podría llevar a una escasez de este recurso en un plazo aproximado de tres meses.
El presidente del directorio de Seda Cusco, Juan Figueroa, ha alertado sobre la posibilidad de que cientos de ciudadanos en el Cusco se queden sin agua potable en los próximos tres meses.
La disminución de las reservas de agua en la laguna Piuray, que abastece principalmente al Centro Histórico, se debe a la crisis climática y la escasez de lluvias. Esta situación es preocupante debido a los efectos del cambio climático en nuestra región.
“Durante varios años atrás la laguna de Piuray destinaba al Cusco 300 litros por segundo de agua. Ahora, históricamente ha bajado a casi 200 litros por segundo”, explicó Figueroa a Latina Noticias.
De acuerdo con estimaciones, se proyecta una reducción diaria de medio centímetro en el suministro de agua potable. Esta situación podría llevar a que, en un plazo de 90 días, se agote por completo este recurso en áreas como la Plaza San Francisco, Plaza Regocijo y otras zonas elevadas que también dependen de dicho abastecimiento.
“Es una crisis que ya está viviendo Uruguay y que ahora Cusco, una ciudad turística, se tendría que quedar sin agua potable en los próximos meses”, alegó el especialista para el medio.
Solicitan declarar emergencia hídrica en el Cusco
La organización Seda-Cusco ha solicitado al Ejecutivo que declare una emergencia en los distritos de Cusco. Esto se debe a la necesidad de llevar a cabo una obra para proporcionar agua potable a la laguna de Piuray. El costo estimado de esta obra es de 19 millones de soles.
Para lograr esto, es necesario solicitar la inclusión de estos distritos en el Decreto Supremo 067-2023, el cual declara el estado de emergencia en diferentes regiones del país debido al peligro inminente causado por un déficit hídrico como resultado del posible fenómeno El Niño.
¿Cómo estamos en términos de seguridad hídrica?
En el siguiente comentario en Twitter, el exviceministro de Gestión Ambiental, José De Echave, comparte un análisis conciso sobre el reciente anuncio relacionado con Cusco.
La falta de agua potable en Montevideo y la posible escasez en Cusco plantean interrogantes sobre nuestra seguridad hídrica. Es importante evaluar nuestra situación actual en términos de disponibilidad, calidad y gestión del agua para garantizar un suministro adecuado a largo plazo.
Según un informe reciente del Banco Mundial, Perú se encuentra entre los países de América Latina con menor capacidad de almacenamiento de agua. Esta situación lo hace vulnerable a posibles fallas en su sistema hídrico, especialmente ante el aumento de riesgos climáticos.
Problemas de distribución y almacenamiento
A pesar de que Perú cuenta con una gran cantidad de agua dulce, ubicándose como el octavo país más rico en este recurso a nivel mundial y el tercero en América Latina, se enfrenta a importantes desafíos debido a la variabilidad climática. Además, la distribución de los recursos hídricos no es uniforme en todo el país.
“Las cuencas hidrográficas d la región del Pacífico (la Costa) experimentan el mayor déficit hídrico, pero son la zona más poblada y productiva del Perú. La cuenca del Rímac, que abastece a los 11 millones de habitantes de Lima, proporciona menos de 100m3 por persona al año”.
“Este es el nivel más bajo de recursos hídricos por persona del país y denota una escasez absoluta de agua”(Banco Mundial 2023). El cambio climático está provocando que los impactos de los fenómenos de sequías e inundaciones sean más intensos en el Perú. Esta tendencia indica que en el futuro los efectos serán cada vez más graves y representarán un desafío significativo para la gestión del agua en el país.
Estos factores contribuyen a la falta de capacidad de almacenamiento de agua, la mayor vulnerabilidad de la infraestructura, el deterioro de las cuencas hidrográficas y los impactos causados por precipitaciones extremas y sequías; la variabilidad de las precipitaciones en aumento, el retroceso de los glaciares y su capacidad de almacenamiento reducida, así como el uso no sostenible del agua subterránea son algunos de los factores que contribuyen a que un porcentaje significativo de la población se enfrente a una situación de inseguridad hídrica.
Si no se toman medidas a tiempo, la situación empeorará y los problemas de escasez de agua serán aún más graves. Los casos de Día Cero, en los cuales las personas no tendrán acceso al agua potable, empezarán a amenazar la vida de la población, especialmente en las grandes ciudades costeras como Lima.
