Países en desarrollo ante enorme brecha de inversión, alertó la ONU
Países en desarrollo ante enorme brecha de inversión, alertó ONU
Los países en desarrollo se enfrentan a una brecha de cuatro billones (un millón de millones) de dólares en inversiones para el desarrollo sostenible, según un nuevo informe.
De acuerdo con el análisis de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), si bien la inversión en energías renovables casi se triplicó desde la adopción del Acuerdo de París hace aproximadamente ocho años, las naciones más pobres permanecen en gran medida excluidas de ese avance.
Para que el mundo alcance sus objetivos climáticos para 2030, estimó la secretaria general del mentado órgano, Rebeca Grynspan, es crucial un aumento significativo en el apoyo material a las energías renovables en los países en desarrollo.
Apuntó que más de 30 naciones no registran ni una sola inversión internacional en generación de energía renovable del tamaño de una empresa de servicios públicos desde que se adoptó el histórico tratado sobre el cambio climático en 2015.
Según la Unctad, la cantidad de inversión extranjera directa en energía limpia atraída por los países menos industrializados en 2022 fue de 544 mil millones de dólares, muy por debajo de las necesidades.
Para estos Estados, las brechas más grandes en las inversiones relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible se dieron en infraestructura de energía, agua y transporte, señaló el informe.
La inversión extranjera directa también está en declive, según la Unctad, ya que los flujos mundiales cayeron 22 por ciento en 2022, a 1,3 billones de dólares.
En los países menos adelantados, la gran mayoría de los cuales se encuentran en África, las entradas se redujeron hasta en un 16 por ciento.
El informe pidió que se establezcan una serie de políticas y mecanismos de financiación para ayudar a las naciones en desarrollo a atraer las inversiones necesarias.
La Unctad enfatizó en la importancia del alivio de la deuda para estas economías, en el otorgamiento del espacio fiscal necesario para el gasto en energía limpia y para ayudar a reducir las calificaciones de riesgo, un requisito previo para atraer inversión privada.