Los 4 jinetes del apocalipsis en el gobierno del cambio de Gustavo Petro Urrego en Colombia – Por Carolina Valencia Bernal, especial para NODAL

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Los 4 jinetes del apocalipsis en el gobierno del cambio de Gustavo Petro Urrego en Colombia

Por Carolina Valencia Bernal*, especial para NODAL

En días pasados se difundió por redes sociales que 4 señores de la política tradicional de Colombia conforman la liga o frente común contra el gobierno de Gustavo Petro, para salvar a Colombia de la extrema izquierda y reformas sociales (salud, pensional, laboral), en las cuales el ejecutivo insistirá en la segunda legislatura que comienza este 20 de julio de 2023 en el Congreso de la República y la mayoría, por no decir todas, están sufriendo la negativa de las bancadas de oposición.

Las 4 cabezas de esta cruzada contra el progresismo son, los expresidentes Álvaro Uribe Vélez (Centro Democrático), Andrés Pastrana (Partido Conservador) y César Gaviria (jefe del partido Liberal) y Germán Vargas Lleras, jefe del partido Cambio Radical.

Cada uno de ellos ha hecho su aporte para el empobrecimiento de Colombia, la desigualdad que en 2021 ocupó el primer lugar en el ranking de los países más desiguales de América Latina; la pésima distribución de la riqueza, una violencia extrema e incontrolable a pesar del Acuerdo de Paz con la ex guerrilla de las FRAC; también a ser un narcoestado y un país repartido entre las multinacionales y gamonales políticos como ha sido durante los 200 años de democracia republicana del país.

Ellos 4, son esos jefes políticos, gamonales, dueños de tierras, potentes fuerzas electorales que con compra de votos y a punta de mermelada (burocracia que son los puestos o contratos prometidos y distribuidos y, los dineros entregados en época electoral) ordenan el territorio a su antojo y que vienen de las familias con más historia de poder político en esta tierra.

Y su legado al país ha sido este:

  • Álvaro Uribe Vélez, responsable de los llamados “falsos positivos” con más de 6402 personas desaparecidas durante sus dos periodos de gobierno, la ley 100 que reformó el sistema de salud convirtiéndola en privada; la financiación narcoparamilitar; apropiación de baldíos; masacres del Aro (25 de octubre de 1997) y La Granja (11 de junio de 1996); más de 300 procesos judiciales en su contra; involucrado en escándalos como la persecución a los líderes sociales y periodistas, además de, imputación por fraude procesal y soborno a testigos.
  • Andrés Pastrana: en su mandato las selvas y comunidades campesinas e indígenas, fuero regadas por glifosato y bala para erradicar cultivos ilícitos de coca y marihuana, bajo la tutela de Estados Unidos; sumado a gran corrupción con multinacionales.
  • Germán Vargas Lleras: nieto del expresidente Carlos Lleras Restrepo impulsor de la reforma agraria durante su mandato; Germán Vargas Lleras ha intentado llegar a la presidencia en dos ocasiones y siempre ha estado involucrado en la vida política del país desde su partido Cambio Radical.
  • César Gaviria: llegó a la presidencia en 1990 después del asesinato de Carlos Galán tomando las banderas del Nuevo Liberalismo que Galán dejara tras su muerte. Con la apertura económica, trajo a Colombia el modelo neoliberal, empobreciendo a el campo y el sector agropecuario con los TLC y dejó al país sumido en una gran crisis económica.

Esta coalición pretende salvar al país de los horrores de la propuesta progresista, de izquierda y de cambio que representa Gustavo Petro Urrego, el primer presidente que no pertenece al bipartidismo que ha gobernado por décadas, aunque existan más partidos políticos, aquí la polarización es entre izquierda y derecha y es esta última la que ha detentado en poder.

El 20 de julio de este año, se cumple un año del mandato de Petro en Colombia, y ha sido tremendamente criticado, aún antes de ver las propuestas y de ser estudiadas por los partidos políticos que conforman el Congreso de la República.

Exmilitares el pasado mes de mayo, mostraron su rechazo al gobierno de izquierda de Petro , incluso uno de ellos, el expresidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore), John Marulanda, aseguró que las reservas podrían ayudar a sacar del cargo al presidente Petro, como ocurrió en Perú con Pedro Castillo, utilizando la palabra “defenestrar” al presidente, causando una gran tensión en la opinión pública, que entendió esto como un llamado a un golpe blando contra el mandatario.

También pareciera que todo juega en contra en este gobierno, ya que se han presentado dos protestas organizadas por el partido de oposición Centro Democrático, la última el pasado 20 de junio en la que más de 90 mil personas salieron a las calles a reafirmar su rechazo al primer mandato de izquierda en el país; sumado a esto la situación de inseguridad que se respira en todo el territorio nacional ocasionado por las disidencias de las FARC, las autodefensas Clan del Golfo y bandas criminales que azotan varias zonas del país, como los son, Antioquia, Valle del Cauca, , Nariño, Norte de Santander, Chocó, Arauca y Meta; en donde se han presentado actos delincuenciales contra la población civil ocasionando desplazamiento y contra las fuerzas del orden, que deja ya varios muertos. Todo esto, en  medio del desarrollo de las conversaciones de paz con el grupo guerrillero ELN, con el cuela se ha llegado a un acuerdo de cese al fuego, decretado desde el 3 de agosto del presente años y hasta el 29 de enero de 2024.

Se ha atacado de frente y sin misericordia a este gobierno y, han ido demasiado lejos los ataques contra la vicepresidenta Francia Márquez, quien ha sido víctima de comentarios racistas y clasistas por parte de simpatizantes de la derecha, calificándola de “simio”, así como de miembros destacados de la derecha, congresistas que con razonamientos de clase han usado su posición para dañar la imagen de Francia Márquez, la cual es defensora de derechos humanos desde los 13 años, ha sido víctima de desplazamiento, de violencia intrafamiliar y política, ha sido amenazada de muerte por su gestión socioambiental en su territorio y llegó a la vicepresidencia luego de obtener más de 800 mil votos en la primera vuelta presidencial. Además, es una mujer muy importante en el tema del cambio que este gobierno tiene como meta; ya que ella será quien presida el nuevo Ministerio de la Igualdad en Colombia, porque esa ha sido su lucha de vida “hasta que la dignidad se haga costumbre”.

Este gobierno ha apoyado iniciativas como la regularización del cannabis de uso adulto; ha creado una comisión en el Congreso para investigar la VBG ejercida contra mujeres en política, aunque no ha sido muy favorable con la agenda feminista; se ha trasladado a los departamentos que tienen problemas estructurales graves como la desnutrición en la Guajira y ha salido a las calles a pedir apoyo para las reformas sociales.

El impacto ambiental es otra de las apuestas fuertes de Petro, junto con el desarrollo de la agricultura y la transición energética.

El proyecto de ley que busca regularizar el cannabis surtió los 8 debates correspondientes y en el último no alcanzó la mayoría de los votos para ser aprobada, sin embargo, a parte de ser polémica, es una manera de salir de la espiral que ha sido la lucha contra las drogas, que no ha sido beneficiosa, ni victoriosa, pues ha dejado más muertos, pobreza y estigmatización que resultados positivos. Es triste ver como esta coalición contra Petro, quiere tumbar propuestas como esta y volver a la vieja política antidrogas, a los viejos preceptos para erradicar la pobreza y la desigualdad y no dan oportunidad, ni cabida a otras ideas, a otras maneras de encarar las instituciones complejas de este gran país.

¿Cómo se puede entonces atacar a un gobierno que se estrena en el poder, si no se le deja hacer el trabajo para el que fue electo? Se puede desde los medios hegemónicos del país, los cuales tienen el poder de transmitir y emitir los mensajes que la población, que la masa escucha o lee sin refutar, porque son pocos los que los contradicen y, además, si lo hacen son perseguidos.

Creando, destapando y generando escándalos mediáticos para desprestigiar a Gustavo Petro, a su familia, y a su corriente política; haciendo énfasis en posibles casos de corrupción, de escuchas ilegales ordenadas por subalternos del presidente; cuestionando las decisiones diplomáticas y creando un halo de complicidad con el gobierno venezolano acusado de violar los derechos humanos en ese país. No dejando de criticar hasta sangrar cada decisión tomada por Petro.

Aún así, Gustavo Petro y su gabinete, capotean las tormentas que a su alrededor caen, para seguir avanzando en un gobierno del cambio, para poder hacer esas reformas que tanto necesita el país, para corregir los errores que todo equipo tiene y para dejar una impronta de prosperidad en el primer gobierno de izquierdas de Colombia.

*Periodista colombiana

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