Colombia | Francia Márquez, primera mujer en presidir el principal desfile militar del país

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Francia Márquez presidió desfile militar con gran participación femenina

La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, presidió este jueves en Bogotá el tradicional desfile militar del Día de la Independencia en el que las Fuerzas Armadas y de Policía hicieron una demostración de sus capacidades con una gran participación femenina.

Márquez, que reemplazó en la tribuna de honor al presidente Gustavo Petro, es la primera mujer en presidir el principal desfile militar del país, después de 213 años de independencia, y en el cual intervinieron más de 9.000 miembros de la fuerza pública.

Por primera vez desfilaron dos pelotones compuestos únicamente por mujeres que hacen parte de batallones de infantería del Ejército.

También lo hizo un grupo de los militares que participaron en la «Operación Esperanza«, que el pasado 9 de junio rescató en el sur del país a los cuatro niños indígenas que estuvieron perdidos 40 días en la selva después de sobrevivir a un accidente aéreo.

Detrás del Ejército fue el turno de los militares del aire cuya institución, según dijo Petro en San Andrés, cambió el nombre de Fuerza Aérea Colombiana por el de Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC).

El Informador



Presidente Petro llama a un ‘acuerdo nacional’ tramitado a través del Congreso

Gustavo Petro

que se alejó, por primera vez en meses, del tono de confrontación con las fuerzas que se oponen a sus reformas fue el que se escuchó este 20 de julio, en la instalación del Congreso de la República.

En un discurso de algo más de dos horas, el jefe de Estado, quien afronta un periodo fundamental de cara a la aprobación de sus reformas sociales —salud, pensional, laboral y educación—, llamó “a construir un gran acuerdo nacional” que, reconoció, tiene como escenario fundamental la discusión en las cámaras legislativas.

“Es momento de ceder y construir un gran acuerdo nacional”, dijo el mandatario, y acto seguido reconoció que el Congreso “es la expresión condensada de ese acuerdo, que se tramita aquí (en el Parlamento) a través de las reformas”.

Dijo que si bien cada sector tiene ideas distintas de lo que es mejor para el país, llegar a un acuerdo permitirá construir una sociedad “más justa y productiva y que es el camino de la paz, de una gran Colombia”. “Podemos hacerlo en medio de las diversidades económicas, sociales, culturales y políticas”, afirmó.

Según el jefe de Estado, en el mundo se está produciendo una caída en el consumo de cocaína que es producto, a su vez, de la disparada del fentanilo en el mercado de los Estados Unidos. Y aseguró que ese hecho abre una oportunidad para sacar al país del mapa de la producción de narcóticos y todas sus violencias asociadas.

“Es el momento de ceder para aprovechar la oportunidad que la vida y el mundo nos están dando de desarticularnos de las mafias del narcotráfico mundial. Es el momento de ceder hacia una sociedad más equitativa”, dijo Petro, quien además se quedó en el Congreso para escuchar los discursos de la oposición.

Al contrario de lo que muchos esperaban, el jefe de Estado no hizo una defensa a ultranza de sus reformas, cuya radicalidad le costó al Gobierno la explosión de la coalición mayoritaria en el Congreso apenas seis meses después del inicio del mandato.

Durante la mañana, Petro estuvo en San Andrés, lugar desde donde encabezó el desfile militar e hizo anuncios clave sobre el futuro del archipiélago y sus relaciones con Nicaragua. Entre ellos, que buscará un diálogo diplomático con Daniel Ortega “para negociar los derechos de pesca del pueblo raizal del Caribe”.

Finalizada su agenda en el archipiélago, el Presidente tomó rumbo hacia la capital. La escena previa a la instalación del Congreso se dio con reuniones para dirimir las diferencias y llegar con candidatos únicos para las presidencias de Cámara y Senado. Durante varias horas, los liberales estuvieron buscando acuerdos que no implicaran dejar la decisión de la presidencia en la plenaria de Cámara.Asimismo, la Alianza Verde se reunió en un hotel cercano con representantes del Gobierno, en un intento por agolpar apoyos alrededor de Angélica Lozano. Los encuentros se daban mientras se corría la hora de citación en el Congreso, en espera de la llegada del Presidente.

El discurso, que inicialmente estaba programado para las 4 de la tarde, arrancó a las 5:26 p. m., luego de las palabras del saliente presidente del Senado, Alexánder López.

La intervención del jefe de Estado arrancó con un largo agradecimiento, en el que mencionó a miembros de su gabinete —como a la vicepresidenta Francia Márquez— y a otros destacados personajes de la vida política del país —como la alcaldesa Claudia López—. También agradeció la labor legislativa durante el periodo que terminó, si bien reconoció que sus principales proyectos tuvieron dificultades.“Este no es un Congreso marginal, no está debatiendo leyes inocuas, no está en otro país ajeno al de nuestra propia sociedad colombiana. Están ustedes en el centro del país y así serán los meses que vienen y es importante por lo menos tener clara la posición del Gobierno, qué es lo que pretende el Gobierno y para dónde va”, dijo.

En un discurso que guardaba similitudes con el que pronunció esta misma semana durante su intervención en la cumbre de la Unión Europea-Celac, arrancó hablando sobre la transición energética. En esta parte, el presidente Petro hizo una breve mención de Irene Vélez, quien renunció esta semana a su cargo como ministra de Minas en medio de un fuerte escándalo.

Según aseguró, impulsar la transición le “costó una ministra excelente”, sin hacer referencia alguna a las polémicas protagonizadas por Vélez. Hablando sobre el tema de la minería, el presidente Petro sostuvo que presentará una reforma del Código Minero. “Aquí es sustancial el cambio de norma, por eso vamos a presentarles a ustedes un proyecto de ley que versa sobre la minería y espero el debido cuidado, siempre lo han tenido, para el estudio pertinente de cara a volver a establecer una alianza entre la pequeña minería y Estado para defender el territorio de la guerra, de la destrucción democrática y de la destrucción del agua”, señaló.

Según el mandatario, en una década el consumo de petróleo y carbón habrán caído a mínimos en todo el mundo y por eso aseguró que es necesario acelerar la transición hacia otros motores de desarrollo económico. Entre estos, insistió en el turismo internacional y en la industrialización del país a través de la tecnificación del campo vía reforma agraria.‘Paz total’ y coca

El jefe de Estado, además, habló sobre el conflicto armado colombiano y el proceso de negociación con el Eln y las disidencias. Mientras se estaba refiriendo a este tema, congresistas del Centro Democrático le gritaron “mentiroso”. Petro, calmado, respondió: “Yo no soy mentiroso”, y continuó.

“La paz no es una negociación entre grupos armados, la paz es un acuerdo nacional de toda la sociedad”, aseguró. Por otro lado, dijo que el proceso con el Eln ha traído como resultado “una disminución sustancial del número de bajas del Ejército y la Policía comparado con el año pasado, a este año del 60 y 55 por ciento”.

En la última parte de su discurso, el mandatario señaló que el mercado de las drogas está cambiando y adelantó que con Estados Unidos ya se está tratando el tema, porque “se ha detenido el crecimiento del cultivo de la hoja de coca por una razón fundamental. Han disminuido los envíos de cocaína a los Estados Unidos de América. Y no es para aplaudir porque aparece otro desastre en el escenario”: el fentanilo.

“La geografía del mercado de la coca cambió porque la estructura de consumo de coca en Estados Unidos pasó al fentanilo. La cocaína mataba 3.000 personas al año. El fentanilo mata 100.000. En pequeñas dosis mata”, advirtió

Otro de los ejes del discurso del presidente Petro fue la entrega de tierras a campesinos. Resaltó que el Congreso hubiera aprobado el estatuto de derechos del campesinado de Colombia.“En lo que tiene que ver con la reforma agraria, que es el punto uno del Acuerdo de Paz, dice que se deben entregar 3 millones de hectáreas. En todo el gobierno anterior se transfirieron 13.000 hectáreas durante los cuatro años. En nuestro gobierno, en el primer año, van 30.000 hectáreas”, señaló el mandatario.

El Presidente dijo que se deben comprar 500.000 hectáreas anuales para cumplir con lo pactado con las Farc y destacó el acuerdo alcanzado con Fedegán a través de su cabeza, José Félix Lafaurie, hoy también negociador con el Eln. Petro no dio mayores pistas sobre cómo piensa avanzar en el acuerdo nacional que propuso. Por eso, desde diversos sectores se destacó la iniciativa, pero también surgieron temores porque la voluntad de conciliación no se manifieste en el texto de las reformas llevadas al Congreso.

El Tiempo

 

 

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