Argentina | La lucha por mantener la tradición y los conocimientos de la Quebrada de Humahuaca
La lucha por mantener la tradición y los conocimientos de la Quebrada de Humahuaca
Por Pablo Vega
Los saberes de los pobladores, profesionales académicos y comunidades originarias confluyen en el trabajo que encara el Centro Universitario Tilcara (CUT) interpretando el presente sobre un territorio habitado hace miles de años en la Quebrada de Humahuaca.
Así se define el trabajo que lleva adelante la institución dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, según refirió Inés González de Prada, coordinadora del CUT, en relación a las tareas de investigación que se remontan al año 1908, «centradas principalmente en la arqueología y etnografía».
Todo ese empeño colectivo entre lo institucional y comunal permitió reconstruir el emblemático Pucará de Tilcara
y emplazar el Museo Eduardo Casanova,además de brindar una oferta académica de pregrado y posgrado.
Sus espacios se convierten en escenarios para cumplir con las demandas de las comunidades originarias de la zona en relación al calendario festivo andino y permanentes actividades culturales en sus diferentes espacios.
Un total de 89 personas trabajan actualmente en la institución universitaria, de las cuales 40 forman parte del equipo personal no docente, quienes en su mayoría residen en pueblos de la Quebrada de Humahuaca.
A ellos se suman 23 personas con contrato técnicos o específicos por área y el resto de la lista se completa con los investigadores e investigadoras, la mayoría con formación en distintas universidades públicas del país, pero radicados en el pintoresco pueblo quebradeño.
La conservación y guia por el Pucará, investigaciones arqueológicas, geográficas, geológicas de la región y la conservación de las piezas custodiadas en un laboratorio luego de tareas de rescate, forman parte del quehacer cotidiano de los trabajadores y trabajadoras.
«Buscamos una manera de poner a disposición este cruce de saberes, y lo más importante es la interpretación del presente en relación a un pasado habitado de 10 mil años de historia que está presente», expresó a Télam Inés González de Prada.
El pueblo de Tilcara, ubicado a unos 100 kilómetros al norte de la capital jujeña, es en toda su dimensión «un sitio arqueológico, con distintos momentos de ocupación», refirió sobre el particular entorno jujeño.
Entre los hallazgos más recientes en el que intervinieron profesionales del CUT se destaca uno en la ciudad Humahuaca, «más precisamente en el Antigal de Santa Bárbara, en la casa de una familia de apellido Cruz».
Allí se rescató un cuerpo en el interior de una urna, una pieza de cerámica tubular y un cráneo en una olla también de cerámica.
Otro rescate hace un par de años se llevó a cabo en el barrio Malka de Tilcara, donde «se encontraron 22 tumbas en el fondo de una casa de una familia» cuyos trabajos son sensibles para la comunidad porque implica la paralización de las obras.
Los diferentes espacios que posee el CUT se convierten a lo largo del año en escenarios únicos para desarrollar por ejemplo en el Pucará de Tilcara algunos rituales que proponen las comunidades originarias, cumpliendo con el calendario festivo andino.
«Entre las festividades se destacan el Inti Raymi o la ceremonia de la Pachamama siempre aclarando que las comunidades tienen la iniciativa y son las que deciden cómo se llevará a cabo cada ritual», aclaró.
También se realizan visitas especificas temáticas, entre ellas durante La Noche de Museos, cuando «se hace una visita perceptiva que incluye un recorrido con los sones de la zona» y» se intenta detectar los olores del sitio en sus distintos espacios». Otra línea de trabajo desarrolla «un laboratorio de alfareros que vienen y hacen exploraciones sobre las piezas».
«Tenemos a disposición durante todo un cuatrimestre para el armado y creación de elementos» con la noble arcilla, acotó González de Prada.
La actividad se coordina con los tradicionales talleres libres, espacio donde desarrollan su estudio, analizan las piezas, producen después sus propias piezas y las queman para culminar con una muestra abierta. La música también tiene su momento, por ejemplo, para la construcción de instrumentos musicales, iniciativa organizada con la Comunidad Yacoraite.
Otra propuesta tiene que ver con el diseño de muestras que, según aclaró la coordinadora del CUT. Según dijo, vienen «trabajando desde hace unos seis años en la curaduría vinculante con comunidades».
«Este año logramos integrar un investigador indígena, René Machaca, quien está en proceso de doctorado, y con él empezamos a articular concretamente curadurías conjuntas con comunidades», agregó.
La primera muestra se llevará a cabo el próximo año, «sobre instrumentos musicales, más precisamente sobre los sikus o flautas de pan», como lo denominan los lugareños.
Los trabajos de investigación del Instituto Interdisciplinario Tilcara están vinculados a proyectos territoriales de las áreas de antropología, arqueología, geografía e historia dependiendo de la conformación de los itinerarios de la carrera académica.
La particularidad del CUT es que no ofrece carreras de grado, sino de pregrado y posgrado por lo que los profesionales realizan actividades institucionales vinculada a la extensión o también relacionados con otras instituciones como el hospital, las escuelas, o programas de extensión.
Entre los programas se destaca el denominado «Maíces», el cual se realiza con productores campesinos que integra la Cooperativa Cauqueva, ubicada en la localidad de Maimará, la Facultad de Agronomía de la UBA, entre otras instituciones.
«Se trata de dos colecciones de maíces arqueológicos y etnográficos andinos a partir de un estudio de extensión, armando así un banco de germoplasma con el objetivo de conservar maíces que con el paso del tiempo se van perdiendo», aclaró González de Prada.
De esta manera, «se cumple con una función que hay en nuestras comunidades que es el cuidado de saberes, así como tenemos los cuidadores del agua, están las cuidadoras de semillas también».
«Esto quiere decir que hay productores específicos en comunidades que están reproduciendo las semillas para luego guardar y volver a recuperar ese tipo de maíces a pesar de los problemas de riego de la Quebrada de Humahuaca», explicó.
Otro de los proyectos vigentes está a cargo de Clarissa Otero, investigadora del Conicet, quien indaga sobre los rituales funerarios en momentos de ocupación en Pucará, en la región de la Quebrada.
Además, se suma la iniciativa de Pablo Ochoa, quien, con el apoyo del Instituto Nacional del Agua, trabaja sobre el desarrollo de centros de interpretación en tambos incaicos para la zona cercana Purmamarca.
«Toda esa una línea de trabajo implica muchísima coordinación con comunidades indígenas», sostuvo.
Además, Carolina Rivet, investigadora del Conicet, trabaja sobre museos comunitarios y el desarrollo de procesos de interpretación contemporánea, sobre saberes ancestrales en Coranzuli y zonas de la Quebrada.
En otro orden, el «observatorio medioambiental», desarrolla un mapa de conflictos ecológicos, hace desde hace cinco años, para definir líneas de trabajo específica.
González de Prada también repudió «los dichos y amenazas del gobernador Gerardo Morales respecto de los trabajadores y trabajadoras docentes, no docentes e investigadores de la Universidad de Buenos Aires».
El 10 de julio pasado, Morales acusó a «los empleados» de la institución educativa de «incentivar el corte (de ruta) en Tilcara».
«Yo ya hice una presentación a la UBA; si no me contestan, vamos a expropiar… Esos son los que incentivan los cortes, no todos, la mayoría de los empleados son los que incentivan el corte en Tilcara. Sabemos quiénes son», dijo el gobernador y precandidato a vicepresidente en la fórmula de Juntos por el Cambio que encabeza Horario Rodríguez Larreta.
La amenaza valió la réplica del decano de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Manetti, y luego el ministro de Educación, Jaime Perczyk, y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
Todos se sumaron para expresar su preocupación y alerta después de que efectivos de la policía de la provincia irrumpieran en una reunión del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJU).
En esta línea, la coordinadora del CUT cuestionó «el ejercicio del disciplinamiento que Morales viene desarrollando desde que se inició con el conflicto docente».
«Nosotros, como institución y como docentes, tenemos como punto principal de trabajo la posibilidad de manifestar nuestra perspectiva, nuestras maneras de pensar el mundo, nuestra opción política», afirmó.
En relación a la amenaza de expropiar el sitio arqueológico, dijo que cuando Morales, «hace referencia a esa carta, él hace dos años presenta, digamos, el proceso de solicitud del predio de Pucará».
«Lo que hace el gobernador de distinto es presentar una carta personal al decano, o sea por correo postal, la cual no tiene validez porque además desconoce los procedimientos de cómo se toman decisiones en la universidad», concluyó.