Uruguay: con tendencia al estancamiento, la actividad económica crece 1,2%
Con tendencia al estancamiento, la actividad económica crece 1,2%
Si se comparan los primeros tres meses del año con los mismos tres meses de 2022 (enero a marzo), se tiene que el valor generado por el trabajo nacional, medido por el Producto Interno Bruto (conocido por su sigla PIB), creció 1,2%. Con fenómenos contrapuestos como la sequía y la recuperación del turismo, la actividad económica recuperó el crecimiento ya que al cierre del año 2022 el resultado había sido negativo en -0,1%. El resultado es mediocre, pero si acumulamos el valor generado durante todo un año a marzo 2023, este es superior en 4,4% al acumulado tres años atrás en marzo 2020 previo a la emergencia sanitaria provocada por el Covid. De todas maneras el resultado promedio anual del quinquenio multicolor se encamina hacia un registro de 1.6%, muy alejado del 3,3% promedio anual para los primeros 25 años del siglo XXI.
La producción nacional
Si analizamos desde la oferta, o sea los sectores productivos que explican este desempeño en la comparación inicial (gráfico 1), los sectores que se destacan son transporte y almacenamiento, información y comunicación que creció 5,6% y servicios financieros en 5,1%. Sin duda el fenómeno de las comunicaciones vía internet y celular sigue manteniendo un dinamismo importante, y el sector financiero está rentabilizando un gran flujo de ganancias, que como demostró un informe de AEBU tiene como destino principal los depósitos bancarios.
Luego, la construcción y las actividades de comercio, servicios de alojamiento y suministro de comidas y bebidas mejoran respecto al primer trimestre de 2022 en 3,3% y 3,4% respectivamente. El aumento de la construcción de edificios se mantiene y contrarresta la menor actividad en la construcción de la planta de UPM y de la línea de ferrocarril que trasladará su producción, ambas llegando a su culminación. La mayor llegada de turistas no residentes en el país influyó en muchas actividades, en el comercio, en el transporte de pasajeros, en las agencias de viajes e inmobiliarias etc.
Influyeron en las actividades profesionales y arrendamiento y actividades inmobiliarias, que presentan una variación de +2%. También crecieron las actividades de salud, educación y otros servicios 1,5%, mientras la industria manufacturera no presentó mayor variación (0,1%), con destaque en la producción de celulosa, y en la de combustibles por parte de la refinería de Ancap.
Por otro lado, los sectores que caen en el primer trimestre 2023 respecto al del año anterior son, en primer lugar, el agropecuario, pesca y minería (-4,3%), sin duda afectado por la sequía, pero con la excepción de la silvicultura para la producción de celulosa. En segundo lugar, también caen las actividades de la administración pública (-2,4%) como reflejo del ajuste fiscal permanente que ha adoptado la política económica de la coalición gobernante, y, en tercer lugar, energía eléctrica, gas y agua (-0,7%) ante la disminución obvia de la generación de energía hidroeléctrica.
Se destaca el comportamiento negativo del sector agropecuario, pesca y minería, el cual cae a partir del segundo semestre de 2022, luego de experimentar un crecimiento sostenido impulsado principalmente por los mayores precios del sector. Por un lado, el factor climático de la sequía afectó gran parte de la producción de este sector, por otro, de forma más suave pero también se traslada a este comportamiento es el menor dinamismo en el precio de nuestros productos de exportación (commodities) que desde 2020 fueron creciendo en forma excepcional.
El destino de la producción nacional
Por el lado de la demanda, o sea el destino de la producción (gráfico 2), nuevamente si comparamos entre el primer trimestre 2023 y el de 2022, el consumo interno presentó una variación positiva que se explica por un mayor consumo de los hogares (2,63%) frente al menor consumo del gobierno (-2,62%). Como el propio Banco Central (BCU) destaca, el consumo de los hogares se incrementó a expensas del mayor poder de compra de los uruguayos que viajaron a Argentina, aprovechando la diferencia del cambio en dólares.
Y expresa textualmente “se destaca la incidencia positiva de los gastos en consumo durante los viajes de turismo en el exterior, principalmente Argentina, así como el consumo de servicios de transporte de pasajeros y prendas de vestir” . La reducción del gasto del gobierno responde a su política de ajuste fiscal, y a los menores gastos en servicios de salud por la Covid19.
La demanda externa de bienes y servicios exportados creció en 14%, el principal sostén del crecimiento global del PIB, pero en esta ocasión por la venta de servicios turísticos y otros relacionados a las tecnologías de la información.
El otro componente de la demanda, el gasto en bienes de inversión, nos muestra un comportamiento de las inversiones positivo en +2,3% en estos primeros tres meses del año con relación a igual período del año 2022. Este resultado está íntimamente relacionado con la actividad de la construcción, que ya comentamos, así como la inversión en líneas de energía y comunicaciones.
Si bien el nivel de actividad global anualizado y comparando primer trimestre 2023 con 2022 crece 3,2% y 1,2% respectivamente, tal como comentamos en el artículo anterior sobre el nivel de actividad, desde el segundo semestre de 2022 la economía pierde la velocidad de crecimiento característica de la salida de una crisis como la del COVID-19. Es decir, luego de la pandemia la economía se reactivó y con ella crecieron los sectores (algunos mejores que otros, pero en general, crecieron todos) y también lo hicieron los componentes de la demanda (interna, pero sobre todo la externa) hasta la primera mitad del 2022 donde comienza a perderse el empuje de la reactivación y ahora, con datos de los primeros tres meses del año, se visualiza también un menor ritmo de crecimiento.
Finalmente debemos tener en cuenta que el PIB acumulado anualmente en cada trimestre muestra crecimientos cada vez más menguados desde principios del año pasado, en una trayectoria de estancamiento progresivo. Cabe señalar que los analistas económicos encuestados en marzo por el BCU acerca de sus proyecciones económicas, habían anticipado el crecimiento de 1,2% para el primer trimestre 2023, y proyectaban para todo el año un aumento del PIB de 1,7%. Sin embargo, en mayo sus previsiones son a la baja, promediando para el año 2023 en 1,4%.
GRAFICO 1