Fútbol y política – Por Alexandre Cruz
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Fútbol y política
Por Alexandre Cruz *
En una tarde de otoño, el frente frío baja la temperatura. En la calle un clima gélido, prácticamente siberiano. El contrapunto está en el interior o en una cafetería con una bebida caliente, cuyo humo sale de la taza y aporta confort para calentar el cuerpo. Un típico ritual humano. Como también sucede los miércoles y domingos cuando nos involucramos con el fútbol. Un deporte popular y ampliamente practicado en todo el mundo, tiene un impacto significativo en la cultura, la sociedad e incluso la política.
Un deporte que despierta las pasiones. Dentro de los estadios, el espectáculo de la afición calienta el espíritu de tu equipo para enfrentarse al rival. Una liturgia que sigue, en cierto modo, en nuestros hogares. Con la televisión encendida acompañada de un plato como un muffin de lluvia o palomitas de maíz, que siguen a esta ceremonia futbolera. Es muy común maldecir a los jugadores de nuestro equipo favorito, por muy diversas razones, entre ellas una mala definición, un mal pase… Ninguno de los entrenadores salió ileso del desafío. Muy normal. Es una catarsis entre los aficionados.
Generalmente, los futbolistas tienen poca escolaridad y provienen de una clase social muy baja. En cuestión de tiempo, vivirán en casas de lujo y condominios sofisticados. Los directores de club, ya sean del pasado, presente o futuro, no se preocupan mucho por los aspectos sociales y educativos de los jugadores. Lo importante, como si fuera una producción de fábrica, es el rendimiento que no puede parar.
Nos encontramos con literatura de diferentes autores de todo el mundo que analizan este deporte rey. De Eduardo Galeano, Richard Giaulianotti, Simon Kuper, Nelson Rodrigues, Heloísa dos Reis, Thiago Escher, Leandro Vignoli, Quique Peinado, Jocimar Daolio, Flávio de Campos, Roberto Jardim entre otros. Aunque es una forma de entretenimiento y competición deportiva, el fútbol juega un papel importante en la expresión de las identidades nacionales, despertando emociones colectivas y reforzando ideologías políticas.
Hay contextos en los que se adopta el juego de pelota como herramienta de propaganda y control social. Los gobiernos autoritarios y dictatoriales a menudo buscan consolidar su poder e influencia. Eso hizo la dictadura brasileña en la década de 1970 y lo mismo hizo la dictadura argentina en 1978, en el Mundial de Argentina, bajo la dirección del dictador Jorge Videla. La búsqueda de influir, financiar clubes y selecciones con el fin de promover una ideología específica o allanar el camino para alcanzar el puesto más alto en la política: la presidencia. Ejemplo evidente: Mauricio Macri, quien fue presidente de Boca Juniors y el fallecido Silvio Berlusconi, presidente de Milán, quien llegó a ser primer ministro de Italia.
Finalmente, se puede apreciar que la derecha logró entender la influencia del fútbol en la política, mientras que la izquierda sigue arrastrándose en afirmar que el deporte rey es una utopía, con la incapacidad de apropiarse de la dimensión de este deporte. Este deporte refleja e influye en cuestiones políticas, culturales y económicas de todo el mundo.
*Periodista brasileño de la Rede Estação Democracia