Elecciones en Guatemala: ¿una nueva oportunidad? – Por Anaisabel Prera

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Elecciones en Guatemala: ¿una nueva oportunidad?

Por Anaisabel Prera*, especial para NODAL

En una profunda crisis institucional, camino a un estado-fallido y a un narco-estado, la ciudadanía guatemalteca sorprendió el domingo 25 de junio con unos resultados electorales que vuelven a despertar la esperanza y la alegría de “otra Guatemala es posible”.

El “voto dignidad” logró que el candidato Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, haya sacudido el tablero de la política guatemalteca, dejando atrás a competidores como Edmond Mulet (republicano institucional) y Zury Rios, ultraconservadora de la iglesia neopentecostal,  hija del dictador Efraín Rios Montt. Sorpresivamente Arévalo competirá –sin el apoyo de los grandes grupos económicos y políticos- en la segunda vuelta contra la ex primera dama, Sandra Torres, exponente del capital corporativo, aunque de origen socialdemócrata por su esposo el ex presidente Álvaro Colom, fallecido recientemente.

Este proceso electoral atípico –que descalifico a tres de los candidatos anti-sistema y críticos del gobierno-  podrá ser el detonante para detener la inercia de la imparable cooptación del Estado por mafias y crimen organizado que desde hace ocho años se apoderaron de todas las instituciones, destruyendo el estado de derecho e imponiendo prácticas dictatoriales; pero conservando la fachada democrática.  Esta es la última posibilidad de frenar el avance autoritario y la persecución judicial selectiva que están acabando, a pasos acelerados, con los derechos y libertades y que tiene en el exilio o en la prisión a operadores de justicia, activistas sociales, defensores de derechos humanos y periodistas cuyo “delito” fue el combate a la corrupción y la impunidad.

Los cálculos fallaron. En la encuesta del diario Prensa Libre, la más confiable, publicada a 48 horas de los comicios, Torres encabezaba la intención de voto con el 21% y Arévalo, siete escaños más abajo no llegaba ni al 3%.  Pero el conteo oficial cerró con 17.8 % para Torres, seguido por Arévalo con el 11.8%.  Además del “voto dignidad”, hubo un “voto castigo” nulo del 17% y un voto en blanco de 7% que en total hace un 24%, que habrá que movilizar para la segunda vuelta tomando en cuenta que la participación fue de 60%.

Para el balotaje de la segunda vuelta del próximo 20 de agosto el llamado “pacto de corruptos” se reagrupara en torno a Torres, y será un plebiscito entre la continuidad autoritaria y mafiosa o el rescate de la democracia moribunda.

Bernardo Arévalo,  nació en Montevideo hace 65 años y es hijo del ex presidente Juan José Arévalo Bermejo que tuvo que exiliarse en el Uruguay porque junto a Jacobo Arbenz Guzmán (1944-1954) lideró la llamada “primavera de la revolución en Guatemala”.  La primavera terminó cuando Arbenz fue derrocado por los Estados Unidos en 1954.  Bernardo Arévalo es político, diplomático, sociólogo, escritor y doctor en filosofía y antropología social de la Universidad de Utrecht, Países Bajos. Funcionario y diplomático de carrera desde 1980, fue viceministro y posteriormente embajador y funcionario de Naciones Unidas.  El es el fundador y secretario general del partido político Movimiento Semilla, y como diputado ha enarbolado y denunciado permanentemente la profunda corrupción política y la cooptación del estado por el crimen organizado como la causa  de la pobreza, la exclusión, la injusticia social y la masiva migración hacia el norte.

La candidatura de Arévalo es la expresión del cambio y la defensa de la democracia frente a la desigualdad y el autoritarismo corporativo que aglutina a algunos sectores de la oligarquía mafiosa, a militares, a iglesias neopentecostales y al crimen organizado del tráfico de drogas, personas y armas.

Es la hora de la unidad de todos los demócratas que deben de coincidir en que lo que viene es la última oportunidad de rescatar la democracia o la profundización del régimen autocrático que llevara a la dictadura de la que es difícil salir.


*Embajadora – ex Ministra de Cultura y Deportes de Guatemala / Fundadora Movimiento Semilla

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