Migrantes saturan las fronteras con EEUU ante la implementación de nuevas regulaciones
Ciudades fronterizas rebasadas y nuevas políticas migratorias horas antes de que expire el Título 42
El Título 42, la norma sanitaria usada durante la pandemia para rechazar migrantes de manera exprés, llega a su fin este jueves a las 11:59 pm, lo que ha generado una convulsión en la frontera con miles que buscan ingresar al país. El Gobierno de Joe Biden ha lanzado una rafaga de medidas para hacer frente al cambio que incluyen vías legales de asilo, pero también para la deportación rápida. La frontera ha sido además reforzada con miles de soldados, alambres de púa y equipos técnicos de asistencia.
Estas son las últimas novedades en anticipación a la fecha clave:
El estado de Nueva York y Chicago declaran el estado de emergencia
La gobernadora del estado de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, declaró el martes el estado de emergencia por «la llegada de un gran número de inmigrantes en busca de refugio» en la ciudad de Nueva York.
La declaración habilita a los autoridades estatales y locales a acelerar la distribución de los 1,000 millones de dólares previstos en el presupuesto estatal para hacer frente a esta coyuntura, que Hochul calificó de «crisis humanitaria ya a gran escala.»
Esta decisión se produce en medio de la polémica generada por el alcalde neoyorquino, el demócrata Eric Adams, quien dijo tener la intención de alojar a varios centenares en hoteles situados en condados cercanos, de acuerdo con NBC News. La ciudad acoge actualmente a 36,738 migrantes, según la gobernadora, por encima de las capacidades municipales. En la última semana llegaron 1,578.
Chicago (Illinois) también declaró el martes el estado de emergencia para poder gestionar la llegada de migrantes enviados en autobús desde Texas.
«Lo venimos diciendo desde hace tiempo: no tenemos más espacio [para acogerlos]. No me canso de repetirlo», declaró su alcaldesa, la demócrata Lori Lightfoot, en una rueda de prensa. El mismo martes llegaron otros 48 migrantes, que se suman a los más de 8,000 que la ciudad ha recibido desde agosto del año pasado.
El alcalde de Denver (Colorado), el demócrata Michael Hancock, reactivó de su lado el centro de operaciones de emergencia ante el flujo de llegadas. La ciudad vivió escenas caóticas con decenas de migrantes durmiendo en un estacionamiento que tuvo que ser desalojados para un partido de baloncesto.
Philadelphia (Pennsylvania) también registró el miércoles la llegada de más de 30 solicitantes de asilo enviados en autobús por las autoridades de Texas. Todos eran hombres procedentes de Venezuela, según reportó NBC News.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, empezó a enviar migrantes en autobús a ciudades dirigidas por demócratas como señal de protesta a la estrategia migratoria del presidente, Joe Biden.
En una carta enviada a principios de mayo a la alcaldesa de Chicago, Abbott manifestó su intención de seguir adelante con esta iniciativa. «Si Chicago no puede lidiar con 8,000 [migrantes] en menos de un año, ¿cómo se supone que las pequeñas comunidades de la frontera en Texas puedan lidiar con 13,000 en un solo día?”, preguntó.
Las últimas horas del Título 42, en imágenes
El inminente fin del Título 42 ha impulsado la llegada de migrantes a la frontera, poniendo al límite la capacidad de actuación de la Patrulla Fronteriza y desbordando los centros de procesamiento y albergues.
Decenas Miles de solicitantes de asilo se agolpan en las puertas tras cruzar el Río Bravo, atravesado el desierto de Sonora y alcanzado la frontera estadounidense después de montarse en La Bestia, los trenes de carga que recorren México hacia el norte.
Claves de Título 8, nueva norma para migrantes en la frontera México-EU
A partir de este jueves, la frontera entre Estados Unidos y México cierra un capítulo y entra en una nueva era: El Título 42, una norma sanitaria impuesta por el gobierno de Donald Trump (2017-2021), que permitía las expulsiones en caliente con la excusa de la pandemia, llega a su fin.
Para remplazarla y con la intención de frenar lo que se espera que sea un aumento considerable de la migración por tierra, la Administración de Joe Biden ha puesto en marcha la Título 8, una serie de medidas que restringen el acceso al asilo en la frontera, que, según expertos y activistas, son similares a las políticas promovidas por Trump que el demócrata prometió revocar durante su campaña electoral.
Estas son las claves para entender la normativa que regirá en la frontera entre Estados Unidos y México, y el impacto que ha dejado el Título 42.
¿Qué es el título 42?
El Título 42 es una norma sanitaria, impuesta durante el mandato de Trump, que permite las expulsiones en caliente de migrantes en la frontera. Bajo el Gobierno del republicano, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) emitieron esta regulación poco después de que se declarara la emergencia nacional por la Covid-19.
Así, con el pretexto de la pandemia, el Título 42 ha permitido la restricción de la entrada de migrantes por la frontera sur y la expulsión a México de personas de ciertas nacionalidades tras cruzar la frontera de manera irregular, sin la posibilidad de solicitar asilo.
En virtud de esta norma, Estados Unidos ha llevado a cabo más de 2.5 millones de expulsiones en todo este tiempo, de acuerdo con datos de la organización International Rescue Committee.
El uso del Título 42 ha sido ampliamente criticado por organizaciones en defensa de los derechos humanos, que aseguran que se trata de una violación del derecho internacional, ya que prohíbe que personas que necesitan protección puedan pedir asilo en Estados Unidos.
A su vez, ha sido objeto de varias demandas judiciales, tanto pidiendo que se retire como que se mantenga. Sin embargo, el final del Título 42 viene de la mano del levantamiento de la emergencia nacional por la pandemia el jueves a las 23.59 hora local.
¿Cómo funcionará la frontera a partir de ahora?
Al eliminar el Título 42 se esperaba que volvieran a aplicarse las normas habituales para revisar los casos de asilo, que por ley debe ser pedido en suelo estadounidense.
Sin embargo, el gobierno de Biden ha decidido implementar una nueva norma que restringe el acceso al asilo para las personas que buscan llegar a Estados Unidos por tierra.
La regulación, que se publicó este miércoles en el registro federal, califica como «no aptos» para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera irregular la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia Estados Unidos.
La principal vía legal para solicitar asilo en Estados Unidos a disposición de las personas que lleguen a la frontera será a través de la aplicación móvil CBP One, que permite a los migrantes concertar citas con las autoridades para exponer sus casos.
El país norteamericano ofrecerá unas mil citas diarias para solicitar asilo a través de este procedimiento, una cifra que, según han contado funcionarios públicos, podrá incrementarse «dependiendo de la capacidad» de los trabajadores del servicio de migración.
Quienes no se acojan a este proceso y decidan atravesar la frontera de manera irregular serán declarados no aptos para pedir asilo en Estados Unidos, a menos que se les haya negado anteriormente en un tercer país o que demuestren haber encontrado a barreras tecnológicas o de lenguaje para acceder a la aplicación.
Para implementar estas medidas, el Ejecutivo de Biden ha decidido aumentar el personal de las agencias migratorias, con más de 24 mil funcionarios, y desplegar mil 500 soldados en la frontera.
A su vez, Estados Unidos ha incrementado el número de vuelos de deportación a países de la región y también ha llegado a un acuerdo con México para que el país vecino reciba hasta 30 mil migrantes de Venezuela, Haití, Nicaragua y Cuba deportados al mes.
¿Qué consecuencias tendrá la nueva realidad en la frontera?
Expertos en migración y derechos humanos han criticado duramente las medidas tomadas por el Gobierno demócrata, asegurando que son una continuación de las políticas de Trump y alertan de que expondrán a los migrantes a situaciones de mayor riesgo.
Las nuevas políticas «impulsarán el tráfico de personas, enriquecerán a los cárteles» y causarán aún más muertes en la frontera ya que las personas se verán forzadas a dirigirse hacia «cruces fronterizos más peligrosos», señaló a EFE Ari Sawyer, quien investiga la frontera para la organización Human Rights Watch (HRW).
Las medidas, además, «resultarán en una violación de la obligación legal de Estados Unidos de no devolver a los refugiados a situaciones de persecución o tortura», indicó Sawyer.
Por su parte, el director de Política de Asilo de International Rescue Committee, Kennji Kizuka, apuntó que es especialmente preocupante la situación de las personas que sean deportadas al norte de México.
«Es probable que aumenten las necesidades humanitarias en el norte de México, ya que los servicios, incluidos los albergues, están al máximo de su capacidad en muchos lugares», subrayó Kizuka.
La Administración de Biden, aseguró el experto, tiene la oportunidad de «restaurar el acceso al asilo en la frontera»: «El uso de una aplicación móvil defectuosa e inaccesible no debe ser un requisito para ejercitar el derecho al asilo», sentenció.