Chile | Boric en la primera actividad por los 50 años del golpe: «Seguridad y derechos humanos van de la mano»

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Boric advirtió lo «inexplicable» que sería avanzar en la agenda de seguridad «sin respetar los DDHH»

El Presidente Gabriel Boric advirtió este domingo sobre la necesidad de encontrar el equilibrio entre la agenda de seguridad y el respeto a los derechos humanos, en referencia a la polémica Ley Naín-Retamal, que se votará este martes en el Senado y que da más libertad de maniobra a las policías para el uso de su arma de fuego, una disposición criticada por organismos internacionales como Naciones Unidas.

En medio de un acto de reconocimiento a instituciones eclesiales durante la dictadura cívico militar (1973-1990) en el Parque La Castrina (San Joaquín), el Mandatario afirmó que «cuando hablamos de seguridad ciudadana, también es un derecho y tenemos que ser capaces de garantizarlo», por lo que «resulta inexplicable que se pueda pretender avanzar hacia el derecho de una seguridad ciudadana -donde tenemos que ser muy firmes- sin respetar a los derechos humanos».

«Esa es una contradicción en la que no podemos caer, porque cuando terminamos haciendo las cosas a la rápida, lo terminamos lamentando después», puntualizó Boric.

El debate por la seguridad «no es una cosa en donde tengamos que enfrentarnos existencialmente, entre quienes pensamos distintos», reflexionó.

«¿Podemos llegar a ese acuerdo tan básico que derechos humanos y seguridad van de la mano? Yo creo que sí, y eso lo tienen que saber todos en nuestro país», subrayó el Jefe de Estado.

«SEGURIDAD, JUSTICIA Y DDHH VAN SIEMPRE DE LA MANO»

Aunque se han registrado diversas adversidades para avanzar en este tema, Boric aseguró que no le cabe duda que «seguridad, justicia y derechos humanos van siempre de la mano, nunca separados», y que lograrán avanzar en medidas importantes para la ciudadanía.

En esta línea, afirmó que la democracia «no es solo una forma de resolver procedimentalmente nuestras diferencias, es también un modo de enfrentar la vida, que implica respetar al que piensa distinto, conversar con quien piensa distinto, poder aprender de quien piensa distinto a uno. Es un modo de convivir, porque en Chile hoy hay muy distintas miradas sobre lo que tenemos que hacer».

«A mi como Presidente de la República me toca tomar decisiones, y para tomar decisiones también hay que saber antes escuchar y la democracia tiene mucho de eso, pero la democracia no es solo de pasillos lujosos, la democracia tiene que estar en las poblaciones, tiene que llegar al campo», profundizó el Mandatario.

Finalmente, cerró indicando que «el sentido de que nos pertenezca el presente y el futuro que estamos construyendo juntos, es algo que me interesa transmitirles con mucha fuerza a todos».

PRIMERA ACTIVIDAD EN EL MARCO DEL 50 ANIVERSARIO DEL GOLPE

Entre 400 personas, entre ellos ministros, parlamentarios, alcaldes y sobrevivientes de la dictadura, se desarrolló la primera actividad encabezada por el Presidente en el marco de la conmemoración de los 50 años desde el golpe de Estado de 1973, que se conmemora el próximo 11 de septiembre.

El encuentro en San Joaquín reconoció el trabajo de las congregaciones en la protección y defensa de las personas en el contexto de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante los casi 17 años de régimen dictatorial.

La instancia convocó a organizaciones como la Vicaría de la Solidaridad, el Comité de Cooperación para la Paz, la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas y el Servicio Paz y Justicia, quienes recibieron un reconocimiento por visibilizar, documentar y dar asistencias jurídicas económicas emocional y espiritual a aquellos que sufrieron persecución y violencia política.

En su discurso, Boric destacó el rol social de las comunidades religiosas, no sólo por esta labor humanitaria, sino también por formar parte importante del tejido social.

«Sabemos que el pasado no se puede modificar. Tampoco se puede borrar, como quizás les gustaría a algunos, pero se puede aprender de él y tenemos el deber de aprender de él», expresó el Mandatario.

El ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Jaime de Aguirre, recordó los primeros días después del Golpe y se refirió a la pérdida de libertad cultural durante la época: «En una mañana, la vida de los chilenos cambió de manera brutal, trágica, dolorosa. Conocimos de torturas, desapariciones forzadas, ejecuciones, juicios sumarios, exilios, el término de la democracia y nos mostró una cara distinta de la muerte que conocíamos, pero no sólo de la muerte física, sino que también de la muerte espiritual».

«Es bueno que el Gobierno haga este reconocimiento a las iglesias y comunidades de fe por su trabajo y su aporte que han hecho en temas de derechos humanos», comentó Sandra Rosenberg, pastora de la Iglesia Evangélica Luterana, una de las instituciones homenajeadas.

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