Lo que la niebla esconde bosque adentro – Por Carolina Valencia
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Lo que la niebla esconde bosque adentro
Carolina Valencia*
Actualmente en Colombia se registran alrededor de unos 4000 negocios o emprendimientos verdes, los cuales hacen parte de la nueva dinámica económica que generan empleo además de proteger el ambiente, los recursos naturales y, convierten las finanzas en algo que va más allá de hacer dinero para acumular, en comprometerlo para el bien común.
Este tipo de acciones están relacionadas con, bienes y servicios sostenibles como el biocomercio, agro sistemas sostenibles y negocios para la restauración, protección y conservación de los recursos del planeta, así como la explotación consciente de los mismos.
El Estado tiene ciertos lineamientos y normas, también estímulos para los emprendedores que le apuestan al cuidado del ambiente en el país.
Pero, esos recursos en su mayoría provienen de países europeos, son ellos quienes en su mayoría, ofrecen ese respaldo y brazo económico que necesitan nuestros emprendedores y la visibilidad a quienes se comprometen con el cuidado de la casa común. Filántropos, empresas multinacionales, ONG de renombre; la Unión Europea; festivales y concursos, dan relevancia a los miles de activistas que buscan financiación para llevar a cabo sus iniciativas verdes.
Uno de ellos es el Festival Ambiental Premios Verdes de los más relevantes del mundo; nace en Ecuador con la idea de cambiar estilos de vida, transformar personas y, de cuidar la biodiversidad de la región, una de las más ricas del planeta, pero a la vez de las más vulnerables.
Cada año se selecciona a los 500 mejores proyectos sociales y ambientales de Latinoamérica y es la vitrina que dinamiza la economía verde, al exhibir las iniciativas regionales en 10 categorías alineadas con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).
Las categorías de los premios son: Agua, Bosques y Flora, Biodiversidad y Fauna, Desarrollo Humano, Inclusión Social y Reducción de Desigualdad, Energía, Finanzas Sostenibles, Gestión Urbana, Manejo de Residuos Sólidos, Océanos y Producción y Consumo Responsable.
Este año es la X Edición y entre esos 500 mejores está el cuidado y protección del Árbol Nacional de Colombia por ley desde 1985, la Palma de Cera, concretamente la especie Ceroxylum Quinduense; junto a otras 138 iniciativas más que representan a Colombia en este festival ambiental.
Colombia posee 7 de las 12 especies que existen en el mundo de palma de cera; las otras 5 se encuentran en la Cordillera de los Andes distribuidas entre los países de Venezuela, Bolivia, Perú y Ecuador.
Esta propuesta fue elaborada por un par de activistas del cuidado de esta planta, uno de ellos del Quindío y la otra parte de esta dupla de la ciudad de Bogotá, con los que esta periodista ha dialogado.
Se trata de la Plataforma PALCERA, que busca integrar a toda la comunidad, nacional e internacional en el cuidado y protección de todas las especies de Palma de Cera, con el objetivo de que no se extingan, de que se disfruten como especie única en el mundo de una forma saludable y respetuosa de su importancia.
El objetivo principal de PALCERA es crear el Primer Museo Digital de Palma de Cera y Los Museos Vivos de Palma de Cera; otros de sus propósitos son, la Ruta de Conservación de Palma de Cera, la Guía de Conservación de Palma de Cera (folleto informativo) y el Programa de Adopción del Árbol Nacional (inventario de palmas existentes en las reservas, se hace por medio de una georreferenciación y de este modo se acerca el programa de adopción que genera un mínimo impacto en el hábitat natural de la Palma).
Es un proyecto de gran envergadura ambiental, que recoge en el Museo Vivo de Palma de Cera, a todas esas reservas particulares o del Estado que quieran sumarse a la protección y conservación de esta especie única en el mundo; la cual fue “descubierta” por el botánico alemán Alexander Von Humboldt en 1801, fue él, quien la dio a conocer en el ámbito científico mundial de la época como el árbol más alto del mundo, en ese entonces.
Además del cuidado y protección de la Palma de Cera desde la parte ambiental, también proyectan que la legislación colombiana la proteja de manera integral. Para lo cual en alianza con el Representante a la Cámara Juan Carlos Lozada Vargas, han elaborado el proyecto de ley 016 de 2022, el cual busca que el objetivo de PALCERA sea realidad para las 7 especies que habitan en Colombia y que se amplie también al cuidado del ecosistema que la rodea y se incentive a la comunidad de los departamentos en donde ella habita para que ejerzan como guardianes de los santuarios de palma que alberga el país.
El cuidado de la casa común es responsabilidad de todos, a estas alturas de la historia quien no reflexionó aún sobre el hecho de que al cuidar el ambiente nos cuidamos a sí mismos no está con la cabeza en lo que debería ser, el nuevo orden mundial; en lugar de estar mirando a la luna, miremos lo que la niebla esconde bosque adentro, como las impresionantes palmas de cera, cuyo hábitat es el bosque montano lluvioso y que sin los cuidados y el manejo apropiados no podrán seguir reinando en lo alto de las cumbres cordilleranas del país.
*Periodista colombiana