Dos muertos en una protesta de campesinos contra una petrolera

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Protestas en Caquetá: ¿qué originó el enfrentamiento entre campesinos y policías?

Dos personas murieron en medio de los enfrentamientos que se presentaron en la madrugada de este jueves 2 de marzo, en la vereda Los Pozos de San Vicente del Caguán (Caquetá). Los bloqueos en la base petrolera persisten desde hace más de 20 días, en los que campesinos e indígenas piden a la empresa Esmerald Energy pavimentar 42 kilómetros de vía y reivindicar los derechos que tiene sobre la tierra y el agua.

Aunque aun es confuso lo que pasó en la madrugada de este martes, habitantes de la zona indican que todo comenzó alrededor de las 4 de la mañana, en el campo Capella A, donde se incendiaron varios contenedores que eran usados por los empleados. Eso se puede evidenciar en los videos difundidos en redes sociales en los que se ven a manifestantes correr, mientras que otros se enfrentan a uniformados del Esmad.

Entre estas imágenes se encuentran las de los cuerpos sin vida del subintendente Ricardo Arley Monroy Prieto, quien era comandante de una de las escuadras de atención, y del campesino Reinel Arévalo, que vivía en la vereda El Rubí. A esto se suman por lo menos una decena de heridos, que incluye civiles, y según la Policía, el secuestro de siete uniformados y la retención de la tropa que estaba en el lugar.

En el campo petrolero se encuentran habitantes de veredas cercanas, así como guardia indígena y campesina que hacen dos exigencias puntuales: la primera es la pavimentación de 42 kilómetros de vía. De acuerdo con un habitante de San Vicente del Caguán, en gran parte esto se debe a que la mayoría de las personas de la zona se movilizan en motos o pequeños vehículos, que ya no pueden pasar por las carreteras aledañas a la base, porque las tractomulas que sacan el crudo las tienen completamente destruidas.

La segunda está relacionada con la defensa del territorio y esto tiene que ver con uno de los argumentos que han dado defensores de la región, quienes desde hace años insisten que las extracciones petroleras dañan el suelo, afectan la fauna, así como generan un alto impacto en humedales y fuentes de agua que se están agotando, lo que en parte se profundizaría por la falta del control del Estado y la poca inversión que ha hecho Esmerald Energy, según indican los manifestantes.

La situación se venía presentando desde noviembre del año pasado, y según indicó la secretaria de Gobierno de San Vicente del Caguán, Sandra Rodríguez Pretelt, en diferentes medios, en el campo petrolero ya solo quedaban nueve trabajadores, que temían por la situación.

Como solución, delegados del Gobierno Nacional llegaron a la zona a entablar diálogos con los manifestantes, quienes además solicitaron respeto por parte de las autoridades locales, ante la estigmatización en medios y redes sociales. La viceministra para el Diálogo Social, Lilia Solano, se comprometió a establecer un comité técnico operativo, que integraría funcionarios del Estado mayor, quienes comenzarían reuniones el martes de esta semana con quienes dirigen las protestas.

En contraprestación, los manifestantes se comprometieron a permitir el paso de 52 tractomulas que se habían quedado atrapadas por los bloqueos, y que salieron vacías este miércoles de la zona. Pero de allí no salieron uniformados del Esmad, pese a solicitudes de los manifestantes.

Ante lo ocurrido, tanto la Gobernación como el alcalde de San Vicente del Caguán han solicitado al Gobierno Nacional la intervención en la base petrolera. Al respecto, el presidente Gustavo Petro publicó un trino en el que ordenó detener la violencia, mientras que en la zona se instaló un PMU y se enviaron delegados de los ministerios del Interior, Defensa, Fuerza Pública y autoridades locales, para esclarecer los hechos y dar prontas soluciones.

El Espectador

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