Chávez diez años después de Chávez – Por Lionel Muñoz Paz, especial para NODAL
Chávez diez años después de Chávez
Por Lionel Muñoz Paz, especial para NODAL
Si 20 años no es nada, como reza el viejo tango, 10 años serían menos que nada. La mitad, para ser exactos. Históricamente una década es un tiempo muy corto. En historia díez años es decir ayer. Por ello es aún prematuro hacer un balance de la acción histórica de un hombre como Hugo Chávez y de la importancia que para Venezuela tiene su figura, más allá de las valoraciones políticas de quienes lo adversaron y las de quienes respaldamos abiertamente su liderazgo. La proximidad del tiempo vital de Chávez es suceptible de contaminar cualquier juicio sereno en torno del personaje. No obstante, trataremos de enunciar algunas ideas dificilmente controvertibles sobre su figura, sin que le arrendemos mucho la ganancia a nuestro esfuerzo, en virtud de que las pasiones despertadas por el torrente Chávez siguen aún entre nosotros, tanto dentro de Venezuela como fuera de nuestras fronteras. De modo que es poco lo que se puede decir sobre el expresidente Chávez que no despierte la polémica en todo sentido, porque Chavez fue pasión en vida y lo sigue siendo después de su desaparición física.
Pero Chávez, -y esto es lo primero que se me vino decir hace diez años- murió físicamente pero no murió políticamente. Son contados los casos de líderes políticos a quienes les llega la ultima hora sin que su desaparición física no sea antecedida por el ocaso del proyecto al que dedicaron su existencia. En el caso del expresidente Chávez se trata de un líder histórico cuyo proyecto político, con su propuesta de país y con los artefactos y dispositivos que la hacen posible, encuentran existencia en términos concretos y vigencia en términos históricos hoy día, diez años después de su muerte física.
El fenómeno Chávez, y esto es lo segundo dificilmente discutible que queremos expesar, traspuso con mucha fuerza las fronteras nacionales venezolanas para convertirse en el centro de todo un tiempo de la historia de la América Latina y del Caribe. Esto es así al punto de que hoy se puede afirmar que luego del liderazgo de los días de la independencia de incios del siglo XIX, ningún otro nacido en Venezuela ha logrado el efecto y la contudencia alcanzada por el expresidente Chávez en su momento. Chávez fue el giro a la izquierda de todo un continente. Encarnó ese nuevo horizonte junto con sus pares en nuestros países del sur y del caribe nuestro americano. Tradujo con su presencia un nuevo tiempo en las relaciones de la América del Norte con la del sur. Supo darle concreción a sus ideas de nuevo mundo multipolar, mediante la creación de nuevos organimos de integración regional como la CELAC. En definitiva, Chávez le dio un giro a la política de todo un continente.
Otra conclusión dificilmente controvertible es la siguiente: el chavismo como fenómeno político, a lo interno de Venezuela, nos va a acompañar durante mucho tiempo más en nuestra historia política. De modo que quienes soñaban con la extinción del chavismo una vez desaparecido el líder, se quedaron con los crespos hechos y así permanecerán durante muchísimo tiempo más. En torno de la figura de Chávez gira el gobierno del Presidente Maduro, pero también en torno de Chávez aún gira la oposición que adversa al gobierno constitucional del Presidente Maduro. A favor y en contra, el fenómeno Chávez le sigue dando el tono que tienen los sectores políticos hoy día en Venezuela, y así seguirá siendo en la historia política venezolana por muchos años.
Por otro lado, el fenómeno Chávez y el chavismo han sido el personaje y el tiempo venezolano sobre el que más reflexión escrita se ha producido en toda nuestra historia después de los personajes y los días de la independencia. Solo la separación política de España y el surgimiento de nuestro de nuestro Estado Nacional en Venezuela ha convocado tantas versiones y reflexiones en torno de sí. La miriada de aportes y testimonios así como los estudios más reposados sobre Chávez, aguardan un estudio detenido y una valoración crítica, pero en su conjunto constituyen objeto de estudio para la historia y para las ciencias sociales.
Más allá de vítores o denuestos -o justamente por ellos- la presencia de Chávez sigue entre nosotros. A una década de su fallecimiento, vale colocar en negro sobre blanco estas premisas, acaso puntos de partida de trabajos más extendidos que aún auguardan los lectores y los estudiosos de la historia política contemporánea de la América Latina y del Caribe.
*Historiador, diputado a la Asamblea Nacional de Venezuela.