Nuevos vientos soplan en Ecuador: desde abajo y a la izquierda se recupera la Patria

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Nuevos vientos soplan en Ecuador: desde abajo y a la izquierda se recupera la Patria

Por: Soledad Buendía Herdoíza[1]

Este 5 de febrero, el pueblo ecuatoriano fue a las urnas para elegir autoridades locales, donde el triunfo de la Revolución Ciudadana refleja en un análisis serio variables no controladas como la cultura, los modos pautados de pensar y sentir, las tradiciones y los valores que pesaron de manera importante al momento de votar.

Es también una reivindicación frente a la persecución y proscripción política de los últimos años. Los resultados reflejan el reconocimiento de los logros alcanzados en el gobierno progresista de Rafael Correa, contrastados con el desgaste de las políticas neoliberales que han destruido las condiciones de vida de la población. Con los niveles de desempleo, la inseguridad y la desesperanza, el pueblo ecuatoriano le dijo No a la enmienda constitucional por la vía del referéndum presentada por el gobierno del banquero Guillermo Lasso.

La negativa de la población frente a las ocho preguntas fue un rechazo a la gestión gubernamental en todo el país y al modelo de desarrollo que privilegia al capital y sus intereses particulares por sobre el ser humano.

La Revolución Ciudadana se fue a volver y lo hace con fuerza, triunfa en Quito, centro político y capital de la República y en las cinco provincias más pobladas e importantes. Además, la ganancia en Guayaquil, simbólico bastión de la derecha por 30 años, cambia la correlación de fuerzas a nivel nacional.

La respuesta de la gente en las parroquias, cantones, provincias y territorios es de esperanza y de hartazgo frente al odio, la estigmatización y la polarización sembradas en los últimos años.

El pueblo ecuatoriano escribió con su voto un camino para el regreso de la segunda ola progresista que impera en América Latina al Ecuador.

El reto y las tareas que tiene la Revolución Ciudadana son complicadas; las autoridades electas no pueden equivocarse y deben mantener su contacto con la gente para responder a sus expectativas con acciones concretas en los primeros cien días; las necesidades son impostergables. Del festejo a la acción, la exitosa estrategia de campaña debe seguir fortaleciendo el transitar sin dejar de afirmar que el gran elector es y será Rafael Correa.

Nuevos vientos soplan en Ecuador: desde abajo y a la izquierda se recupera la Patria, las causas de la gente, sus preocupaciones, sus sueños y sus derechos.

El progresismo vuelve con fuerza al Ecuador para quedarse.


[1]Exsecretaria Nacional de Gestión de la Política del Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa y exasambleísta. Colaboradora del Instituto para la Democracia Eloy Alfaro (IDEAL).

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