El “doble problema” del desempleo juvenil en Uruguay

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El “doble problema” del desempleo juvenil en Uruguay 

El mercado de trabajo en Uruguay enfrenta actualmente múltiples desafíos: la productividad, cambios en la educación, la reforma del sistema de jubilaciones y pensiones, por mencionar solo algunos. Sin embargo, hay otro reto vinculado al mercado de trabajo y tiene que ver con la dificultad que tienen los jóvenes uruguayos en acceder a empleos de calidad.

Sobre este tema, el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) elaboró un informe -el tercero de la serie Monitor Laboral- en el que analizó las principales restricciones que enfrentan los jóvenes en Uruguay para ingresar al mercado de trabajo.

A nivel global, los principales obstáculos mencionados fueron: las brechas entre las habilidades técnicas, cognitivas o blandas desarrolladas por los jóvenes y aquellas requeridas por los empleadores; asimetrías de información y de acceso a redes por parte de los jóvenes sobre el mercado de trabajo; la baja o nula experiencia laboral; la falta de acceso al crédito o capital; restricciones regulatorias como protecciones contra el despido, salarios mínimos altos; así como normas sociales, especialmente asociadas a los roles de los varones y las mujeres en distintas sociedades.

En el caso de Uruguay, el estudio del CED indicó que “en todas las comparaciones internacionales”, el país tiene un problema de empleo juvenil entre las personas de 18 a 24 años, “con tasas de desempleo particularmente elevadas y brechas respecto al desempleo total de la población llamativamente altas”.

Según el análisis, “el problema en Uruguay es doble” porque a los elevados niveles de desempleo juvenil se le suman los bajos niveles de finalización de la educación media. En este sentido, el informe señaló que en la región, Uruguay es el país con menor porcentaje de finalización de educación secundaria para personas de entre 20 y 24 años.

La principal vulnerabilidad mencionada por el estudio tiene que ver con los bajos niveles educativos de los desempleados y la misma limitante rige para las personas con empleos de baja calidad.

En líneas generales, los jóvenes uruguayos consiguen su primer empleo entre los 18 y los 21 años. “El capital social es el principal activo para la búsqueda del primer empleo entre los jóvenes, especialmente para aquellos de menores ingresos, lo que representa un problema adicional por tener, en general, redes más frágiles y menores niveles de capital social”, indicó el CED.

Sin embargo, el informe destacó que “la vulnerabilidad no finaliza al conseguir empleo”, dado que cerca de 27.000 jóvenes que están empleados quieren trabajar más horas pero no lo consiguen.

ELPAÍS

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