Lula anuncia un aumento salarial e invita al jefe del Banco Central a recorrer las favelas

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Lula anunció un aumento de salario e invitó al jefe del Banco Central a visitar los barrios

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este jueves el aumento del salario mínimo, la elevación del piso de ganancias para los trabajadores más pobres, una actualización de hasta el 200% en las becas universitarias para todos los niveles y desafió al presidente del Banco Central, el bolsonarista Roberto Campos Neto, a acompañarlo por el país a visitar al pueblo que sufre la miseria por causa de las políticas macroeconómicas.

En torno a estos anuncios, al cumplirse un mes y medio de mandato, que incluyó un intento de golpe de Estado el 8 de enero, el presidente brasileño protagonizó un nuevo capítulo en la puja con el titular del Banco Central heredado de la gestión Bolsonaro y con mandato hasta 2024 por una ley del Congreso, a quien fustiga por buscar enfriar la economía al haber mantenido en 13,75% la tasa de interés básica.

En una entrevista con la CNN Brasil, Lula evitó pronunciar el nombre de Campos Neto y lo llamó «este ciudadano», como viene ocurriendo desde que el Banco Central se transformó en una trinchera del bolsonarismo y el mercado financiero que le reclama a Lula un plan fiscal para luego determinar si se relajan los controles inflacionarios.

«No me interesa pelear con un ciudadano que es presidente del Banco Central y que conozco poco. Ya lo vi una vez. Si el acepta, lo voy a llevar con mi gabinete a visitar los lugares más miserables de este país, lo voy a llevar a ver eso. Él tiene que saber que tenemos que gobernar para quienes más lo necesitan», aseguró.

La declaración de Lula ocurre luego de que calificara de «vergonzosa» la tasa de interés básica de la economía de 13,75 % determinada por el Banco Central con el argumento de cumplir el 3,25% de inflación prevista para este año.

Campos Neto fue designado por el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) y tiene un mandato legal hasta fines de 2024.

Más tarde, en un acto en el Palacio del Planalto, Lula se refirió a la puja con el Banco Central y el mercado financiero: «Hay que cambiar el lenguaje: educación, salud, empleo, ciencia no es gasto, es inversión, cuidar la salud de un brasileño no es gasto, es inversión. Ellos creen que pagar intereses a los tenedores de bonos es inversión y consideran a la salud y educación un gasto».

Campos Neto había defendido la independencia del Banco Central de los gobiernos electos y dijo el lunes que se oponía a cambiar la meta de inflación pero que esto puede ser discutido en el Consejo Monetario Nacional, del que forman parte el ministro de Economía, Fernando Haddad, y la de Planificación, Simone Tebet.

La Central Unica de Trabajadores inició una campaña para pedir la renuncia de Campos Neto acusándolo de favorecer al «rentismo» mientras que una encuesta de Quaest indicó el miércoles que el 76% de la población apoya la presión de Lula al jefe del Central para reducir la tasa de interés.

Allí, en el canal de cable que suele ser uno de los lugares por donde envía sus mensajes el expresidente Bolsonaro, desde Estados Unidos, anunció el aumento del salario mínimo a 1.320 reales (252 dólares) a partir de mayo y la elevación del mínimo no imponible de impuesto a las ganancias para quienes ganen más de 2.640 reales (505 dólares).

Lula afirmó que el piso del mínimo no imponible y el salario mínimo estaban congelados desde 2016, cuando fue destituida Dilma Rousseff, tras lo cual gobernaron Michel Temer y Jair Bolsonaro.

El aumento del salario mínimo pasará de los 1.302 reales actuales a 1.320. El salario mínimo había sido actualizado en enero pero ahora estos 18 reales de diferencia lo dejarán por encima de la inflación de 2022.

«Vamos a establecer el aumento a partir de mayo y la nueva regla que había sido aplicada en mi anterior mandato (2003-2010). Además de reposición inflacionaria el salario mínimo tendrá incorporado el crecimiento económico, es la forma más justa de distribuir cuando se crece», aseguró Lula.

«De nada sirve que el PBI crezca 14% y no distribuirlo. Es importante que crezca 5, 6, 7 por ciento o lo que sea y luego distribuirlo a la sociedad», aseguró el exsindicalista.

Lula también hizo hincapié en cumplir la promesa de campaña de subir el mínimo no imponible de los actuales 1.900 reales a los 2.640 en la tabla del impuesto a la renta.

La política será progresiva hasta que la exención impositiva llegue a los 5.000 reales, unos 1.000 dólares.

El Gobierno organizó una fiesta con estudiantes universitarios en el Palacio del Planalto para llevar adelante uno de los más ambiciosos planes de la organización económica que Lula diseñó para el objetivo de reindustrializar al país en cuatro años: actualizó con aumentos de hasta el 220%.

«Nunca pensé que se podría retroceder en todas las áreas. Brasil sufrió un retroceso que nunca había ocurrido. Había gobiernos que no hacían las cosas pero el gobierno pasado se propuso destruir», dijo Lula en un discurso que pronunció junto a sus ministros de Educación, Camilo Santana, y de Ciencia y Tecnología, Luciana Santos, al poner en marcha una actualización que estaba pendiente de 2013 en las becas universitarias.

Las becas de maestría y doctorado aumentaron un 40%: en el caso de las maestrías, las becas aumentaron del equivalente a 300 mensuales para 420 dólares, mientras que las de doctorado avanzaron de los 430 dólares a 620.

Las becas de iniciación científica en los cursos universitarios las becas federales aumentaron 75%, de 80 dólares a 140 dólares.

La inversión total de la actualización de las becas para las universidades públicas ascendió a 455 millones de dólares anuales.

«Estos días hemos recuperado 186.000 viviendas populares que habían sido abandonadas desde 2016 porque no quisieron entregarlas, vamos a hacer 2 millones de nuevas casas para la población para la franja que gana menos de 2 salarios mínimos (500 dólares) pero también para la clase media», aseguro Lula.

El mandatario se refirió a la franja de la población que gana entre 1300 y 1900 dólares al cambio actual «que no está contemplada en la planificación del Estado».

«La clase media no está contemplada en nada, al final se queda huérfana de madre y padre y sufre pagando mucho para acceder a una vivienda», sostuvo Lula.

En ese marco, fustigó la reforma laboral hecha en 2017 durante el gobierno de Michel Temer tras la destitución de Dilma Rousseff y aseguró: «Trabajo intermitente, changas, no es trabajo, trabajo es salario con seguridad social, garantía del Estado».

La reforma en la ciencia y tecnología para Lula persigue la idea de reindistrialización, teniendo en cuenta que en 1980 Brasil estaba en aquel año por delante de China y Corea en su parque y producción fabril.

«Queremos exportar conocimiento, inteligencia aplicada y alta tecnología y no apenas hierro, soja o maíz. Para esto hay que invertir en investigación. Esta actualización en las becas es apenas una reparación del desastre que hizo el gobierno anterior», disparó Lula.

Télam


Lula anuncia salário mínimo de R$ 1.320 e isenção do Imposto de Renda de R$ 2.640

O presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) confirmou nesta quinta-feira (16) que o valor do salário mínimo passará dos atuais R$ 1.302 para R$ 1.320 e que a isenção do Imposto de Renda será concedida a quem ganha até dois salários mínimos (R$ 2.640).

«É um compromisso meu com o povo brasileiro, que vamos acertar com o movimento sindical […]. A gente vai em maio reajustar para R$ 1.320 e estabelecer uma nova regra para o salário mínimo, que a gente já tinha no meu primeiro mandato», afirmou em entrevista à CNN.

O reajuste adicional a partir de maio foi decidido nos últimos dias, conforme mostrou a Folha. A equipe de Fernando Haddad (Fazenda) preferia inicialmente manter o número inalterado em 2023, para conter maior impacto sobre as contas públicas no momento em que busca melhorar a situação fiscal do país, mas prevaleceu a ideia de que a medida era necessária para, inclusive, evitar uma desaceleração maior na economia.

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O aumento extra estava em discussão desde o período da transição, já que a equipe de Lula queria imprimir sua marca no início do primeiro ano do mandato e conceder um reajuste maior do que o originalmente proposto pelo ex-presidente Jair Bolsonaro (PL).

Foi inclusive Bolsonaro quem assinou a MP (medida provisória) que fixou o valor atual do salário mínimo, de R$ 1.302, que acabou tendo um reajuste real de 1,4% devido à inflação menor que a projetada inicialmente em 2022.

A CUT (Central Única dos Trabalhadores) defende que o salário mínimo suba para R$ 1.382,71 e diz que, se o programa de valorização não tivesse sido interrompido, o piso teria uma valorização de 6,2%.

Recentemente, o governo calculou o custo do reajuste para R$ 1.320 em R$ 5,6 bilhões. O número considerou um cenário mais forte de concessões de aposentadoria no ano (a despesa com benefícios do INSS é impactada pelo salário mínimo, que é o valor mínimo de aposentadorias, pensões e auxílios-doença). O valor é menor que os R$ 7,7 bilhões estimados inicialmente porque, agora, o aumento será aplicado apenas em oito meses do ano.

O custo adicional precisará ser acomodado dentro do teto de gastos, que limita o avanço das despesas à inflação. Embora o governo Lula pretenda mudar as regras que balizam os gastos públicos, incluindo o teto, ele ainda está em vigor e precisa ser respeitado pela atual gestão.

Lula também afirmou que a nova regra do salário mínimo vai considerar em sua fórmula o PIB (Produto Interno Bruto) e a inflação, como feito em mandato anterior dele. «Terá, além da reposição inflacionária, o crescimento do PIB, porque é a forma mais justa de você distribuir o crescimento da economia», disse.

«Não adianta o PIB crescer 14% e você não distribuir. É importante que ele cresça 5%, 6%, 7% e você distribuí-lo para a sociedade. Vamos aumentar o salário mínimo todo ano de acordo com a inflação. E o crescimento do PIB será colocado no salário mínimo», completou.

De acordo com especialistas do Instituto de Economia da Unicamp (Universidade Estadual de Campinas), de 2003 até 2006 não houve uma regra institucionalizada de valorização do salário mínimo —embora no primeiro mandato de Lula tenha havido um aumento real de 27% no piso.

Em 2007, foi estabelecida uma política permanente de valorização do salário mínimo, que considerava o repasse da inflação e aumento pela variação do PIB. Em 2012, o mecanismo virou lei, que passou a considerar o INPC do ano anterior e a variação do PIB de dois anos antes —o que vigorou até o primeiro ano do governo Bolsonaro, que passou a não dar mais reajustes reais (o que só mudou no último ano do mandato).

Lula confirmou que a isenção do Imposto de Renda vai ser elevada para todos que ganharem até dois salários mínimos e disse que em algum momento, gradativamente, ela chegará a R$ 5.000 —uma promessa de campanha do mandatário.

A elevação da faixa de isenção do Imposto de Renda para até R$ 5.000 pode custar mais de R$ 100 bilhões, o que complica a tarefa para a equipe de Haddad —inclusive para desenhar medidas compensatórias a fim de evitar um buraco tão grande nas contas públicas.

O presidente já chegou a afirmar que briga sobre o tema com economistas do PT por causa do tamanho da perda de receitas. «Ora, então vamos mudar a lógica. Diminuir para o pobre e aumentar para o rico», afirmou o petista no meio de janeiro, em evento no Palácio do Planalto com sindicalistas.

Haddad defende que o conjunto de mudanças no Imposto de Renda deve ficar para o segundo semestre, após a aprovação da reforma tributária que discutirá alterações ligadas a tributos sobre o consumo.

Sem reajuste na tabela desde 2015, atualmente os contribuintes com renda tributável mensal superior a R$ 1.903,98 por mês pagam Imposto de Renda.

Folha UOL

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