Colombia apoyará a Bolivia ante la ONU en el pedido de despenalizar la hoja de coca

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Colombia y Bolivia tramitarán la despenalización de hoja de coca ante la ONU

A través de un anuncio que hizo una funcionaria del Gobierno colombiano quedó claro que la agenda en materia de drogas tendrá un cambio en los próximos días. Laura Gil, viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia anunció que hará un pedido ante la ONU para que la hoja de coca sea retirada de la lista de sustancias prohibidas.

El pedido se hará ante la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas, subdivisión de la Oficina de la ONU contras las drogas y el delito.

Según indicó Gil, Colombia quiere seguir el ejemplo de Bolivia, que lleva a cabo una reivindicación para cambiar el significado de la hoja de coca de una sustancia psicoactiva a un elemento de “uso tradicional”.

“Bolivia emprendió hace más o menos diez años una iniciativa para lograr la legalización del uso tradicional de la coca. Lo que ellos hicieron fue denunciar ante la Convención de Estupefacientes”, expuso Gil.

En una entrevista que mantuvo con Colombia Hoy Radio, Gil expresó que harán esta solicitud de manera conjunta entre el gobierno de Gustavo Petro y Luis Arce. Bolivia, por su parte, considera en varias poblaciones esta planta como “sagrada” e incluso la vincula la cosmovisión indígena. Incluso cada 11 de enero los ciudadanos se reúnen y celebran el Día de Acullico, en el cual festejan la relación ancestral del cultivo y consumo de hoja de coca.

Este país andino ha intentado en repetidas ocasiones buscar la despenalización ante la ONU, ya que dentro de sus fronteras la hoja ha sido utilizada como medicamento, antídoto e incluso con fines industriales como la producción de bebidas o jabones.

El anuncio se complementa con las promesas y primeros actos gubernamentales de Petro, que insistió en cambiar el lente para tratar las drogas en Colombia. Dentro de este nuevo enfoque, Gil aseguró que habrá un énfasis especial en los traficantes. “Tenemos que ir por las mafias que están detrás. Por eso el presidente insiste tanto en que tenemos que reforzar en materia de seguridad la interdicción, pero no penalizar al campesinado con la erradicación forzosa”.

Además, Petro ha insistido en que la fumigación con glifosato deberá tener un cambio durante su gobierno, ya que “envenena” la tierra y las comunidades.

Despenalizar la hoja, no la cocaína

Gil fue enfática en que el trámite ante la ONU se fundamentará en la hoja de coca. Es decir, la planta que crece en territorios como Putumayo, Norte de Santander o Nariño.

Vale la pena mencionar que la ONU cataloga “hoja de coca” como “la hoja del arbusto […] salvo las hojas de las que se haya extraído” los componentes que conforman la cocaína.

Para Gil esta discusión se ha llevado a cabo desde hace varios años, sin ninguna conclusión aparente, por lo que es hora de poner el tema “sobre el tapete”.

“Hay que comenzar a desestigmatizar la discusión sobre el problema de las drogas, los eslabones más frágiles de la cadena no son los que deben ser atacados. Tenemos que ir por las mafias que están detrás”, dijo Gil.

Colombia y Bolivia pedirán eliminar la hoja de coca de la lista de sustancias prohibidas de la ONU

El Gobierno de Petro también ha reducido el número de cultivos ilícitos que planea retirar este año. El último informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito del pasado octubre cifra en 204.000 hectáreas los cultivos de hoja de coca, un aumento del 43 por ciento respecto a 2020. Aun así, Petro anunció que en 2023 se tratarán de erradicar 20.000 hectáreas, muchas menos de las 50.000 que se propusieron para 2022.

A pesar de esta intención, el ministerio de Colombia y Bolivia pedirán eliminar la hoja de coca de la lista de sustancias prohibidas de la ONU

A pesar de esta intención, el ministerio de Defensa informó, a través de su Observatorio de Derechos Humanos y Defensa Nacional, de que en enero de 2023 no se había erradicado ni un cultivo de hoja de coca, mientras que en el mismo mes de 2022 se eliminaron 2.982 hectáreas.

El Espectador

 

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