Lula y Alberto Fernández firmaron acuerdos y se reunieron con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo
Lula aseguró que la moneda común es “algo que va a suceder” y habló de financiamiento de Brasil al gasoducto argentino
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó este lunes que a partir de ahora comienza una “nueva historia” en la relación comercial entre la Argentina y Brasil. El mandatario confirmó la intención de ambos países de establecer una moneda común para el intercambio comercial en una conferencia de prensa que se realizó en la Casa Rosada luego de la firma de acuerdos con el presidente argentino Alberto Fernández.
“Brasil y Argentina hicieron una pequeña experiencia de moneda común en 2008 que era opcional. Y no tuvo la influencia que esperábamos. Lo que estamos intentando ahora es que nuestros ministros de Economía, cada uno con su equipo, puedan hacer una propuesta de comercio exterior y de transacciones entre los dos países que se haga en una moneda común a ser construida con mucho debate y después de muchas reuniones”, dijo Lula.
“Eso es lo que va a suceder. Si depende de mí, tendría comercio exterior siempre con la moneda de otros países para no depender del dólar. ¿Por qué no tener una moneda común entre moneda del Mercosur? Creo que eso va a suceder y es necesario porque muchas veces hay países que tiene dificultades para adquirir dólares. Se puede establecer una moneda y que después los bancos centrales fijen el tipo de moneda para hacer negocios”, agregó consultado por la prensa brasileña.
“Es un día de celebración entre Brasil y Argentina, pero también de agradecimiento”, dijo Lula luego de reunirse con Fernández en la Casa Rosada. “Jamas olvidaré el gesto cuando Alberto Fernández me fue a ver cuando estaba detenido en la Policía Federal. jamas olvidaré la solidaridad del pueblo argentino”, indicó el mandatario brasileño.
También habló de la posibilidad de que el BNDES, el banco de desarrollo brasileño, financie la segunda etapa del gasoducto Néstor Kirchner, que sale de Vaca Muerta y podría usarse para exportar a Brasil luego de ser interconectando con otros gasoductos. “Estoy seguro que los empresarios brasileños tiene interés en el gasoducto, en los fertilizantes que tiene la Argentina, en el conocimiento tecnológico. Si hay interés de los empresario y del Gobierno vamos a crear las condiciones para crear la financiamiento para ayudar al gasoducto argentino”, dijo el brasileño.
Alberto Fernández aseguró que lo entusiasma mucho la posibilidad de que el BNDES financie el gasoducto, que unirá Vaca Muerta y la provincia de Buenos Aires y que rápidamente se debe licitar el segundo tramo para aprovechar la inercia de las obras. “Tratar de rápidamente llegar al punto de unión de Uruguayana y pasar gas a Brasil si lo necesita. Los dos mises estamos sufriendo la declinación de la producción de gas de Bolivia. Los dos gobiernos entendemos la importancia de la banca pública”, adelantó.
Relación comercial
Lula da Silva resaltó la relación comercial con la Argentina y destacó que creció de USD 7.000 millones a más de USD 40.000 millones. “Cuando vine a visitar a Eduardo Duhlade en 2003 la relación comercial era de USD 7.000 millones y ocho años después, cuando dejé la presidencia, era de USD 39.000 millones de dólares. En el gobierno de Dilma Rousseff fuimos más allá de los USD 40.000 millones. Brasil vivía de espaldas a Sudamérica y mirando hacia Europa y pudimos construir una relación tan fuerte que la Argentina llego a ser el tercer socio comercial de Brasil”, detalló.
Lula puso el ejemplo del sector automotriz, con acuerdos entre los países que representaron un crecimiento de la producción y la generación de empleo para Argentina y Brasil. “Fue el momento más promisorio de nuestra historia latinoamericana. Hoy retomamos una relación que nunca debería haber sido interrumpida. Vamos a reconstruir aquella relación de paz, avanzada, de dos países. Nuestros empresarios precisan entender cada vez más el peso que la Argentina tiene para nosotros”, enfatizó Lula.
“Volví para hacer buenos acuerdos con la Argentina. Y pido disculpas por todas las groserías que dijo sobre la Argentina el anterior presidente de Brasil, que es un genocida por su falta de responsabilidad durante la pandemia. Un país que tiene la grandeza de Brasil, con 6.000 kilómetros de frontera con América del Sur, más grande económicamente, industrialmente, no tiene el derecho de buscarse enemigos”, indicó.
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Lula Da Silva se reunió con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en Casa Rosada
Por Melisa Molina
Luego de la reunión a solas que el presidente Alberto Fernández tuvo en su despacho de Casa Rosada con su par de Brasil, Inácio Lula da Silva, ambos jefes de Estado se dirigieron al Salón de la Ciencia Argentina, también en Balcarce 50, donde los esperaban los Organismos de Derechos Humanos. En una mesa larga estaban sentadas: Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo; Taty Almeida y Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Lita Boitano, de Familiares; Adolfo Pérez Esquivel, premio nobel de la Paz, y nietos recuperados. Allí, el brasileño les transmitió su preocupación por proteger las democracias y defenderlas, les dijo que «el progresismo tiene que estar muy unido porque la derecha fascista no puede avanzar en la región», y que los organismos de derechos humanos, de la mano de las Madres y las Abuelas, son un ejemplo, y los que permiten «que las democracias sean un poco más fáciles». La detención injusta de Milagro Sala también estuvo sobre la mesa.
Los organismos ingresaron a Casa Rosada antes de las tres de la tarde, pero el encuentro con los presidentes fue recién cerca de las cinco, cuando ellos se desocuparon tras el encuentro que tuvieron con empresarios. Al tener las agendas retrasadas, los integrantes de los distintos espacios pensaron que el encuentro iba a ser muy breve, pero nada de eso ocurrió. Estuvieron hablando muy tranquilos y relajados por más de una hora. Al ingresar al salón de las Mujeres, Lula se acercó a la mesa donde lo estaban esperando y fue hasta la otra punta para poder darles un abrazo a todos y cada uno. Estela de Carlotto le presentó a los dos nietos recuperados que estaban presentes, Leonardo Fossati y Manuel Gonçalves y él los abrazó de manera muy afectuosa y se sacó con ellos una foto. Cuando empezó a hablar estaba muy emocionado de encontrarse con las Madres y las Abuelas y dijo que se ponía muy contento de poder conocer a los nietos.
Luego de unas breves palabras del presidente argentino, que dijo que no iba a presentarlos uno por uno porque ya se conocían entre todos, tomó la palabra Taty; después Estela, Nora, y por último Pérez Esquivel. Más allá de los diálogos que se iban generando por fuera del micrófono, en el marco de lo que varios participantes denominaron como un encuentro con buen clima, el cierre estuvo a cargo de Lula.
El flamante presidente de Brasil reivindicó la lucha de las Abuelas y las Madres, y celebró todo lo que el país consiguió a lo largo de los años en materia de ddhh. Dijo también que él quiere para la Argentina exactamente lo mismo que quiere para el pueblo brasileño: terminar con la pobreza, porque no puede ser que en ambos países haya gente que tenga hambre, y destacó que la felicidad es compartida, que uno no puede ser feliz solo porque eso se termina y que, por ese motivo, la Argentina y Brasil tienen que estar más juntos que nunca. Aseguró que él va luchar sus cuatro años de mandato para cumplir ese objetivo.
Los organismos también expresaron su preocupación por la situación que vive la dirigente social Milagro Sala, presa injustamente en la provincia de Jujuy y exigieron su libertad. Se hizo mención al fallecimiento de su hijo, Sergio Chorolque Sala, y reforzaron algo que ya le vienen pidiendo a Fernández: la necesidad de firmar su indulto. No hubo una devolución por parte de los mandatarios, que solo escuchaban atentos, y contaron que el tema se terminó al decir que «lo que hay que buscar es realmente justicia porque la situación actual es completamente injusta». También se habló de los problemas que transitan las instituciones en Latinoamérica y de las crisis que hay en varios países de la región con intentos de golpe de Estado.
Las Abuelas le regalaron a Lula y a Janja un pañuelo de la organización y ellos estaban muy contentos y emocionados con el presente. Les dijeron que les había gustado mucho el gesto y que una vez que lleguen a Brasil lo iban a colgar para siempre tenerlo presente. Por último, Lula volvió a dar vuelta a la mesa, esta vez para sacarse una foto general con todos y con el icónico pañuelo blanco entre sus manos.
También asistieron al encuentro Buscarita Roa, de Abuelas de Plaza de Mayo; Hilda Clara de Wainstein y Carmen Vieyra de Abreu, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Ernesto Lejderman de Familiares de Detenidos desaparecidos por razones políticas, y Paula Donadío y Anabella Montaner, de Hijos.
Asimismo, formaron parte de la reunión Verónica Torras y Paula Litvachky, de CELS; Eduardo Tavani y María Elena Naddeo, por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos; Remo Carlotto y Andressa Caldas, del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur; Héctor Trajtemberg y Carlos Zamorano, de la Liga Argentina de Derechos Humanos; Gabriela Alegre y Marcelo Brodsky, de la Asociación Buena Memoria; Andrés Pérez Ezquivel, por SERPAJ, y Ernesto Alonso de la Comisión Provincial de la Memoria.
Participaron, además, Manuela Schuppisser y Adriana Sonia Taboada, de la Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte; Beatriz Capdevila y Miguel Meira, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza; Adolfo Mango y Lucía Madina, de Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, y Elsa Oshiro y Luis María Alman Bornes por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.