34,5% de los mayores de 65 años carecen de ingresos en la región – Por Eduardo Camin

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

34,5% de los mayores de 65 años carecen de ingresos en la región

Eduardo Camin

La Organizacion Internacional del Trabajo (OIT) alertó en su reciente informe sobre el deterioro de la cobertura de protección social en la vejez que deja al 34,5 por ciento de los mayores de 65 años sin ningún tipo de ingreso laboral ni pensiones, una situación de vulnerabilidad e inseguridad económica que se ha agravado rn América Latina y el Caribe por el impacto de la pandemia de Covid-19.

“La proporción de personas mayores sin ingreso laboral ni pensión aumentó de 31,9 por ciento en 2019 a 34,6 por ciento en 2020 y 34,5 por ciento en 2021. Esta brecha de cobertura es la más alta de toda la serie disponible desde el año 2012”, destaca la nota técnica publicada por la Oficina Regional de la OIT.

El informe observa que un 46,8 por ciento de los mayores de 65 años recibe solamente pensión, un 5,1 por ciento recibe ingreso laboral y pensión, mientras que 13,6 por ciento reporta sólo ingreso laboral. En total, solamente 51,9 por ciento reciben una pensión.

El análisis de la OIT dice que las dificultades para alcanzar los objetivos de cobertura, suficiencia y sostenibilidad financiera de los sistemas de pensiones se han agudizado, en un contexto de pospandemia, con mayores incertidumbres sobre la capacidad de retomar el crecimiento económico, con menores espacios fiscales, aumento de las presiones inflacionarias e incremento del costo del crédito, entre otros.

A lo anterior, se agregan los factores estructurales tradicionales como la alta informalidad, que presionan a los sistemas de pensiones, disrupciones en la organización de la producción y el trabajo; el envejecimiento de la población y el incremento en las tasas de dependencia; y la incidencia de desastres naturales, entre otros.

El Panorama de la protección social en América Latina y el Caribe , analiza las tendencias de la seguridad social en la región, en especial el caso de los sistemas de pensiones y la seguridad económica de las personas mayores, que fueron puestos a prueba durante la crisis social y económica detonada por la pandemia y que persiste.

La pandemia visibilizó la importancia de los sistemas de protección social, entendidos como el conjunto de políticas y programas que garanticen una cobertura integral frente a los distintos riesgos sociales a lo largo del ciclo de vida, advierte la OIT.

“La protección social es fundamental para fomentar la inclusión y cohesión social, la reducción de la pobreza y las disparidades sociales, especialmente en un contexto marcado por una crisis que ha afectado con mayor fuerza a los sectores más vulnerables”, añade el informe.

Advierte que la falta de recursos como ahorros u otras fuentes privadas y la disminución de la capacidad para generar ingresos laborales en edades avanzadas, puede llevar a situaciones de pobreza en la vejez. La OIT recuerda en este documento que el desempeño de los sistemas de protección social y sus desafíos se relacionan con una “tríada de objetivos”: cobertura, suficiencia y sostenibilidad.

La cobertura refiere a la cantidad de población alcanzada por la protección de riesgos sociales y acceso efectivo a prestaciones; la suficiencia refiere al nivel o cuantía de las prestaciones monetarias o en especie ; la sostenibilidad es la capacidad relativa de una economía para afrontar los costos presentes y futuros de un sistema de protección social para garantizar la cobertura y la suficiencia de prestaciones.

La OIT destaca que los sistemas contributivos de pensiones permiten asegurar una continuidad en los ingresos, en la medida que se cumpla con los requisitos de edad y años de cotización requeridos (o de ahorros previsionales) para la obtención del beneficio, lo que depende, entre otras cosas, de trayectorias laborales formales.

La cobertura contributiva se redujo en la región  0,4 puntos porcentuales entre 2019 y 2021, pasando del 47,4 por ciento al 47,0 por ciento de la fuerza de trabajo ocupada. La caída en el nivel de cotizantes para el año 2020 representa un retroceso de siete años y, pese a la recuperación, los niveles de 2021 son similares a los del 2018.

El nuevo documento de la Oficina Regional de la OIT incluye los “10 desafíos para la consolidación de sistemas de protección social para la población mayor” en América Latina y el Caribe:

  1. Recuperar el crecimiento económico
  2. Aumentar el empleo formal
  3. Aumentar y consolidar el espacio fiscal
  4. Consolidar regímenes contributivos que aseguren prestaciones suficientes y sostenibles
  5. Afianzar regímenes no contributivos financiados con recursos de rentas generales
  6. Establecer adecuados mecanismos de actualización del valor de las prestaciones en respuesta a la inflación de cada país
  7. Incorporar mecanismos de financiamiento solidarios para atender la situación especial de los regímenes semicontributivos
  8. Lograr la cobertura universal mediante la sumatoria de los regímenes contributivos, semicontributivos y no contributivos que considere las brechas de género y por rangos de ingresos, promoviendo el fortalecimiento de la gobernanza y coordinación del sistema como un todo
  9. Asegurar la protección de riesgos de la salud para la población mayor, con independencia de su situación de ingresos
  10. Explicitar los posibles efectos y requisitos institucionales para afrontar los efectos en los períodos de transición entre políticas

Los informes internacionales y las retoricas del neoliberalismo  

En realidad, detrás del discurso, nos envuelven acciones, tal vez aparezcan desconectadas entre sí, pero  el hilo conductor que las conduce es el comportamiento neoliberal de las politicas económicas y sociales.

Frente al embate y el descontrol de las políticas neoliberales que durante cuatro décadas conspiraron contra la legislación laboral, frente al desmantelamiento de los sectores públicos como la escuela, salud, transporte y la seguridad social, guiados por las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial entre otros.

Por ello, la desigualdad, la injusticia y la pobreza deben ser analizadas en el marco del orden mundial que las produce. Sin embargo, de manera general los analisis sobre América Latina formulados por el pensamiento académico y por los organismos internacionales mantienen un denominador común de una supuesta y recurrente falta de madurez de la región respecto a las formas que el capitalismo presenta en naciones o regiones del llamado nucleo central del capitalismo.

Y muchas veces diferentes informes y recomendaciones nos hablan de reformas económicas o sociales insuficientes, instituciones políticas que no terminan de una buena vez de alcanzar los niveles adecuados. Se nos percibe como una región inmadura, que necesita acelerar su marcha para ingresar al desarrollo, a la democracia, a la conformación de ciudadanías responsables…

Pero en realidad, detrás de esta constante de deberes acumulados o mal hechos en nuestra región, se oculta lo esencial: en el marco de las relaciones establecidas en el seno del capitalismo como un sistema mundial, que de manera simultánea propician distintas formas de despliegue capitalista entre economías desarrolladas y subdesarrolladas, que bajo lógicas generales y comunes presentan particularidades diferentes.

Entendemos que los procesos de la región no son expresión o resultado de un insuficiente desarrollo capitalista, sino que por el contrario, lo que tenemos aqui es un exceso en dicho desarrollo. Y es a través de la implementacion de sus recetas que nos encontramos en el paraíso de las injusticias

El problema del analisis sobre America Latina no debiera ser una agenda de supuestas tareas pendientes, sino advertir las formas particulares de cómo la región se constituye y se construye. Desde esta posicion es desde donde podremos buscar explicaciones y respuestas desde la perpectiva sobre lo que la region es y no sobre lo que debería ser (según los burócratas).

*Periodista uruguayo residente en Ginebra, fue miembro de la Asociacion de Periodistas de Naciones Unidas(ACANU) Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Analisis Estrategico (CLAE)

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