La marcha acelerada de Bolsonaro hacia el declive – Por Mario Víctor Santos

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

La marcha acelerada de Bolsonaro hacia el declive

Mario Víctor Santos*

Los bloqueos y campamentos que piden el regreso de la dictadura militar podrían conducir a más radicalización y violencia. Usan una táctica loca y desesperada, que ahora agrega acciones de bloque negro. El terrorismo se basa en la inacción y el estímulo de las fuerzas de seguridad y cuenta con el apoyo de elementos y estructuras militares. Este es un ensayo terrorista con respaldo militar.

Llamados a la indisciplina y al desacato emitidos públicamente incluso por mandos en activo aparecen aquí y allá, sin noticias de castigos ejemplares, lo que es un indicio del fervor golpista que reina dentro de los muros-

 El propio presidente derrotado participa en la operación extremista. Solitario cuando importa, su silencio es más combustible para la agitación golpista. En negación de la derrota, del delirio, de una apuesta más arriesgada para él que para el país. Pone en duda incluso su futuro como líder de la oposición.

En el frente político, hay inconsistencias flagrantes. Guió a su partido, el PL, a apelar por la anulación de los resultados de las urnas. Su petición, patética en términos de precariedad, se limitó a la cancelación de la segunda vuelta.

Como se sabe, la artimaña no prosperó porque carece de apoyo en los hechos y porque muestra la estrechez de su posición incluso entre sus partidarios, varios de ellos elegidos por las mismas encuestas que se empeña en cuestionar.

Además de la pandemia y la economía, queda por evaluar mejor cuánto contribuyó la campaña contra las urnas al fracaso electoral de Bolsonaro. Habiendo sido el sello político de todo su mandato, fue decisivo para alimentar el rechazo al presidente por parte de una población mayoritariamente partidaria de las urnas y del llamado sistema democrático, como indican las encuestas. No hay forma de vengar a un gobierno guiado en política por el lema del golpe.

Electo, Lula asumirá y gobernará. Se notará que Bolsonaro, recluido en su palacio, se ausentó del trabajo y de la escena pública para animar una onda incendiaria. Seguirá siendo así. La oposición a Lula, que podría ser institucional y feroz, amenaza con estrecharse políticamente, limitándose a los márgenes, aislándose de sectores menos salvajes de la derecha. Bolsonaro sigue alimentando su propio rechazo.

*Periodista,  columnista de Brasil247 y presentador de TV 247. Fue ombudsman de Folha de Sao Paulo, secretario de la redacción y director de la sucursal de Folha en Brasilia.

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