Entrevista a Shlomo Slutzky, autor del documental “Nuestra BRONCA”

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Entrevista a Shlomo Slutzky, autor del documental “Nuestra BRONCA”

Por Pedro Brieger, director de NODAL

Sergio (Shlomo) Slutzky nació en la Argentina, país que abandonó en 1976 tras el golpe de Estado y años de activismo juvenil en la izquierda y la comunidad judía para radicarse en el Estado de Israel. Allí siguió en contacto con la Argentina y gran parte de su trabajo como periodista, corresponsal y realizador de documentales tuvo que ver con la temática de los desaparecidos y los represores que torturaon y asesinaron a miles de personas. Uno de ellos, Aníbal Gauto, se refugió en una ciudad israelí y es el motivo central de su documental “Nuestra BRONCA” que se estrenará en Buenos Aires el 24 de noviembre después de ser presentado en el Festival Internacional de Cine de Varsovia y ganar una mención de Honor en el Festival Internacional en Haifa, Israel. La película estará en cartel por lo menos una semana (tres veces por día) en el Gaumont y luego saldrá a una gira por los espacios INCAA a lo largo y lo ancho del país.

¿Cómo diste con Aníbal Gauto en Israel?

A comienzos del 2011, estaba en Argentina filmando un documental sobre destinos de jóvenes judíos argentinos de los setenta cuando me llega la información que uno de los sospechosos de crímenes de lesa humanidad en el Centro de Detención Clandestino (CDC) «La Cacha», que debía ser indagado para evaluar su elevamiento a juicio de nombre Aníbal Teodoro Gauto había sido declarado prófugo y aparentemente se encontraría en Israel. Quien me facilitó la info sabía que una de las víctimas en «La Cacha» fue el médico Samuel (Sami) Slutzky, primo hermano de mi padre. Y quizás percibía que pasarme la información era asegurarse que no iba a cejar en esfuerzos para que se haga justicia. La Justicia había llegado a Gauto tras permitir la entonces presidenta Cristina Kirchner la apertura de los archivos del personal de Inteligencia Militar y el reconocimiento de sus fotos por sobrevivientes de los más de 500 Centros de Detención Clandestina en Argentina de la Dictadura Civico-Militar. Gauto era un Agente de Inteligencia Civil en el Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata, destacamento a cargo de un tercio de las guardias y el personal en el CDC «La Cacha». Una especie de «horas extras» en las que quienes habían organizado fichas que «marcaban» a ciudadanos como sospechosos, tenían la oportunidad de encontrarse con ellos encapuchados y tabicados, después de haber sido secuestrados e interrogados bajo tortura. Según diversos testimonios Sami, que tenía 42 años no había podido soportar la tortura

¿Cómo te impactó el hecho de que Gauto estuviera en Israel donde vivías desde 1976?

En un principio quise creer que se trataba de un error. Que no podía ser que un imputado por crímenes de lesa humanidad encontrara refugio en Israel. Sin embargo, una investigación que realicé me demostró que efectivamente, Aníbal Gauto vivía, y aún vive, en la norteña ciudad de Kiriat Bialik bajo el nombre de Yosef Karmel. A partir de eso momento sentí que mi vida cambiaba. Todo lo que había escrito y hecho acerca y por los derechos humanos en Argentina, por identificación general con los perseguidos, pasaba de ser teórico y lejano a ser concreto y cercano: A 100 Kms de distancia de donde vivo en Tel Aviv, encontró refugio el potencial secuestrador, torturador y asesino de un familiar mío. En ese momento decidí que yo no puedo voy ni puedo dar la espalda, y de allí surgió años después «Nuestra BRONCA».

¿En qué momento supiste que tenías un tío desaparecido, que había estado secuestrado?

Fue a través de su hijo, Mariano Slutzky, con quien nos encontramos escribiendo en un mismo sitio de internet dedicado a los derechos humanos y los dos escribiendo sobre judíos durante la dictadura cívico militar. Hasta ese momento no sabía que el primo de mi padre, Samuel, que fue preso por 5 años en el 68 por participar en la Guerrilla de Taco Ralo, había sido secuestrado en junio del 77, cuando yo ya estaba radicado en Israel. Se ve que mi familia estaba atemorizada por las consecuencias posibles del secuestro, a tal punto que me ocultaron esta información durante décadas hasta que me encontré con Mariano en Internet. Aníbal Gauto vivía en La Plata como Samuel Slutzky, ingresó a trabajar en el Destacamento de Inteligencia 101 en el año 1970 y está imputado en la causa de Secuestro, tortura y asesinato de 128 víctimas de «La Cacha», entre ellos mi familiar. Desde el momento que me enteré de la presencia de Gauto en Israel, golpee todas las puertas posibles, tanto en Argentina como en Israel, lo que -en parte- está reflejado en «Nuestra BRONCA», un nombre nada caprichoso por demás. En la justicia argentina al principio me decían que «no haga olas», dado que trataban que Gauto no se escape de Israel y que se llegue a un acuerdo para su extradición a Argentina.

¿Qué pasó con el juicio de Gauto?

Su ausencia fue una de las razones que retrasaron la apertura del juicio de «La Cacha» hasta diciembre del 2013, cuando se decidió dejar a Gauto para una próxima instancia y no postergar más el juicio y las posteriores condenas. Cuando se proclaman las sentencias en 2014 yo comienzo a lidiar publica y abiertamente en Israel junto con miles de israelíes y argentinos que llamaron al gobierno israelí a extraditar a Gauto de Israel donde había entrado en forma ilegal -mintiendo en su declaración jurada- y permitir su indagatoria y posible enjuiciamiento en Argentina.

Al percibir que todo se demoraba eternamente, tanto en Israel como en parte en Argentina, descubrimos que había intereses más allá de la entrada de un «ilegal» a Israel y que sus raíces podían buscarse en las relaciones entre Argentina e Israel en los años setenta del siglo pasado. Allí decidimos hacer «Nuestra BRONCA», para que logremos que la injusticia quede a luz y cada espectador con sus preguntas se convierta en un activista por lograr la Memoria, Verdad y Justicia que tanto nos falta.

Se hicieron solicitadas, actos públicos en ambos países, en los medios de comunicación y hasta en la Suprema Corte de Justicia israelí. Y aún después de haber cerrado la película, no cerramos la batalla, por eso nos hemos encontrado también con el Ministro de Justicia argentino, Martín Soria. Para nosotros, mi hijo y co-director Tomer Slutzky y para mí, «Nuestra BRONCA » es una película de calidad que los críticos y el público determinarán. De hecho, ya Recibimos un premio en el festival Internacional de Haifa en Israel, pero es también una herramienta más para continuar la batalla, sigueinto el prescripto judío e universal de «Justicia, Justicia perseguiras!!».

¿Cómo fueron las relaciones entre el Estado de Israel y la dictadura argentina?

Israel y la Argentina mantuvieron excelentes relaciones comerciales durante la última dictadura. En momentos en que se proclamó la veda de ventas de armas al régimen militar argentino por parte del presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter apareció Israel -que no vendía armas antes a Argentina-y se convirtió en uno de sus mayores proveedores de armas. Pero por otra parte, Israel fue uno de los países que logró liberar y otorgar refugio a más detenidos durante la dictadura. Pero mientras que estos dos hechos son conocidos y documentados, no lo es el intercambio de información entre los servicios de Inteligencia de ambos países, y creemos que algo hemos aportado en nuestro trabajo sobre «Nuestra BRONCA» para que se eleven preguntas y se exijan respuestas.

¿Cómo puede ser que siendo prófugo por delitos de lesa humanidad Gauto haya reingresado en Argentina, en 2019?

Obviamente alguien que logró ya escapar de cuatro alertas rojas del INTERPOL, tres de Argentina y una de España, sabe arreglarse para entrar en los aeropuertos argentinos cuando su foto como «Buscado» aparece en las pantallas por doquier. La pregunta debiera ser: quién y porqué permitió a Gauto escapar a estos alertas rojas del Interpol, quien y porqué defiende a Gauto. Después de Nuestra BRONCA la respuesta la deben dar autoridades israelíes y argentinas.

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