Chile | Gabriel Boric: “No pretendo ser un actor protagónico del proceso constituyente”

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Por Antonieta de la Fuente y María José López. Fotos: Verónica Ortiz

Son las 6:40 de la tarde del jueves 22 de diciembre en La Moneda y el Presidente Gabriel Boric acaba de salir del comité político. Fue un día intenso -reconocerá más tarde- en el que trabajó en los detalles del acuerdo de seguridad que empuja el Ministerio del Interior y que -adelanta- espera dar a conocer antes de que termine el año. La intensidad de la jornada no cesará: a medianoche decretará Estado de Catástrofe en Viña del Mar por un grave incendio que azotó a la ciudad.

El mandatario se nota cansado. Bosteza repetidamente mientras se incorpora a la sesión de fotos. Habla con el jefe de asesores del Segundo Piso, Miguel Crispi (RD), con quien repasa los últimos episodios de La Moneda.

No ha sido una semana fácil para la administración Boric. El martes, el Congreso rechazó a la candidata a Fiscal Nacional propuesta por el mandatario. Marta Herrera obtuvo solo 26 de los 32 votos que necesitaba para ser elegida. Su anterior candidato, José Morales, tampoco logró sortear el filtro del Senado a fines de noviembre. El exdiputado frenteamplista reconoce que el asunto le inquieta.

“Sí, me tiene preocupado porque si estamos hablando de lo que más le preocupa a los ciudadanos (la seguridad) y todas las instituciones no son capaces de ponerse de acuerdo para poder ofrecer soluciones, finalmente se termina agrietando la confianza que ya está debilitada en las mismas instituciones, Por eso le pido al Senado que tenga responsabilidad respecto a este tema y logremos tomar decisiones en conjunto”, dice.

-¿Es un síntoma de que el gobierno no logre alinear a su coalición y al Congreso en temas tan importantes como nombrar a un Fiscal Nacional?

-En la primera votación logramos 31 votos y en la segunda 26, de los cuales nuestra coalición votó prácticamente entera alineada. Hubo dos descuelgues, de los senadores Pedro Araya y (Alfonso) de Urresti. Entonces decir que la coalición no se alinea me parece que no es accurate… preciso, perdón por la siutiquería del inglés. No lo veo como una derrota para el gobierno, es algo que le hace daño a la institucionalidad de la Fiscalía. Ha sido un error, una desviación del proceso y espero que lo resolvamos en el corto plazo.

-¿Fue error de cálculo, faltó conversar?

-Ningún candidato de la quina que propuso la Corte Suprema al Ejecutivo tenía los votos asegurados. Hemos tenido un diálogo permanente durante todo este tiempo y desgraciadamente no ha habido una visión que anteponga, desde mi punto de vista, el bien común de las instituciones por sobre las discusiones particulares de los parlamentarios.

Es una señal que quiere dar el Congreso, comentan desde el sector político.

-Creo que en esto hay una reflexión más profunda que dar. Nosotros no podemos dar por sentada la democracia. Tenemos que tratar de fortalecerla. Desgraciadamente en el último tiempo en el Parlamento ha habido una tendencia a la desintegración, a la dispersión, más que a la unidad en torno a proyectos políticos de largo plazo. Se ha impuesto una lógica muy individualista que hace daño.

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-Uno de los temas que marcó este 2022 es la pérdida del plebiscito y el nuevo proceso que se inicia. ¿Se queda tranquilo con lo que se logró en el acuerdo constituyente la semana pasada? Se ha hablado de tutelaje, por los expertos y árbitros que incluye el acuerdo. 

-Lo dije anteriormente. En mi mundo ideal me hubiese gustado otro modelo más parecido al de la convención pasada, pero ese proceso fracasó y no solo los 155 constituyentes, fracasamos como sociedad en eso y la sociedad rechazó ese proyecto. Por lo tanto, el que podamos darle continuidad es lo más valorable. No es exactamente lo que me gustaría, pero cuando veo a José Antonio Kast absolutamente en contra, también a algunos sectores que fueron críticos del acuerdo del 15 de noviembre en su momento, y cuando veo que la gran mayoría de los partidos logró poner por delante el bien común antes de las diferencias que tenían respecto de los puntos, habla bien de la madurez de quienes estuvieron involucrados.

-¿Cree que se va lograr un órgano representativo de la realidad del país?

-Es muy desafiante el que los expertos que participen sean diversos. Tienen ciertos requisitos que se establecieron ayer (miércoles) en el Congreso, pero no pueden ser solamente hombres privilegiados de una o dos universidades. Acá es importante que sea diverso, paritario, de regiones y con expertise en diversos temas, como derechos de la infancia, por ejemplo. Y espero que el órgano electo sea lo más representativo posible.

 

-¿Cuál va a ser el rol del gobierno en el proceso? En el ejercicio anterior se les criticó incluso por falta de prescindencia…

-A uno siempre lo van a criticar por lo que hace y lo que no hace. No pretendo ser actor protagónico del proceso constituyente. El rol del gobierno es gobernar. Y la mejor manera de colaborar al proceso constituyente es en desafíos de seguridad, de alza del costo de la vida, de pensiones. El gobierno no tiene que estar encima ni digitando el proceso constituyente, nosotros tuvimos un rol de colaboración y acompañamiento para que el acuerdo llegara a puerto y eso ya está encauzado. Los parlamentarios tienen que zanjarlo ahora, yo no pretendo tener un rol protagónico en el debate constituyente porque mi rol es otro: es estar en lo que es urgente para la ciudadanía.

 

-¿Qué es lo que lo deja orgulloso de estos nueve meses como Presidente?

-(Piensa) Lo podríamos dividir en dos cosas. Me enorgullece mucho el haber logrado, gracias a una planificación responsable y a una coordinación intersectorial, la gratuidad total en la salud en el sistema público con el programa Copago Cero. También que hayamos logrado recuperar el diálogo social: propuestas importantes como el sueldo mínimo contaron con el acuerdo no solo de la CUT, sino también de las grandes empresas y de las pymes.

Y, en visitas de Estado me han hecho ser consciente de la tremenda valoración que existe a nivel internacional de nuestro país y de las esperanzas depositadas en el proceso que estamos llevando adelante. Pero también entender algo que vengo diciendo hace mucho tiempo, pese a que algunos parecieran no escucharlo: que los países no parten nunca de cero, y que nosotros somos, siempre lo digo así, herederos de una apuesta mucho más larga y en eso hay algo que cuidar, la imagen internacional del país se proyecta en aquellas cosas.

 

-También hay errores. ¿Cuáles son los que usted reconoce, de qué se arrepiente? 

-La distinción entre convicción y voluntarismo es muy importante cuando uno tiene responsabilidades de gobierno. Y creo que nuestra primera aproximación a un conflicto tan difícil y de tanta profundidad como el que existe en La Araucanía, tuvo al comienzo, como gobierno, voluntarismo. Y en esto, insisto, no responsabilizo a la exministra Siches, es una responsabilidad compartida. Tengo la mejor opinión de la exministra Siches e insisto, espero que volvamos a trabajar juntos pronto.

-Aquí, ¿en el gobierno? 

-Ojalá. En diferentes espacios. No es algo que hemos conversado ni que tenga una sorpresa, pero las puertas para Izkia están abiertas porque es una excelente profesional, y tiene un tremendo compromiso. Pero el punto es cómo abordamos inicialmente eso. Hay ciertos temas en donde no hay atajos.

Otra cosa: creo que la discusión respecto a los retiros fue muy dañina. Ese recurso, que debía ser totalmente excepcional, se extendió demasiado y generó un daño. Y en esto, el ser responsables en el largo plazo, atendiendo las urgencias de ahora, es un equilibrio difícil, pero que tenemos que encontrar.
-¿Se arrepiente de haber apoyado los retiros?

-Sí en el tercero y el cuarto. Creo que es una puerta que hay que cerrar porque le hace mucho daño, no a la economía como un abstracto, le hace mucho daño a la gente que más necesidades tiene.

-Precisamente son sus cambios de opinión uno de los temas que se han repetido -y criticado a veces- en columnas de opinión. Se señala que no se sabe para dónde va, quién es. ¿Qué queda hoy del Gabriel Boric diputado? 

-Muchas cosas. El aprendizaje… Me sorprende mucho quienes critican que uno cambie. Qué bueno que, con evidencia, uno cambie de opinión. Yo los principios no los he cambiado, sigo siendo una persona de izquierda que cree profundamente en la democracia, en la igualdad, que cree que el Estado debe tener un rol mucho más relevante de dirección en la economía que el que ha tenido hasta ahora. Que cree que tenemos que superar el Estado subsidiario y el neoliberalismo en Chile. O sea, todos esos principios básicos los mantengo, y me he dado cuenta de que en los caminos para llegar a ello, no basta solamente con declaraciones grandilocuentes frente a una cámara, sino que hay que construir consensos y eso es un avance quizá un poco más lento. El camino es largo, es muy largo, pero mis convicciones de fondo las sigo sosteniendo.

-Usted suele hablar de “habitar el cargo”. ¿Cuánto le ha costado hacerlo?

-La responsabilidad de ser Presidente de la República, y de todos los chilenos y chilenas, es claramente distinta a la que tenía como parlamentario. Es necesario tener un cambio. Y a veces ese cambio es drástico, es duro para uno mismo, pero es lo responsable de hacer. Hay cuestiones que son muy difíciles en lo personal. El no poder desplazarse libremente, por ejemplo, tener que estar siempre con escolta, a quienes agradezco tremendamente su labor, pero no poder salir de la casa sin avisar. El que siempre haya gente pendiente de lo que uno dice, hace, cómo se ve, o lo que no dice. Y que en todo siempre haya una opinión.
Entender la idea de habitar el cargo, la complejidad de eso y entender que la institución es más grande que uno mismo. Cuando uno es parlamentario, tiene por cierto responsabilidades, en cambio ahora, uno tiene que también habitar la tradición, reconocer la experiencia de los que estuvieron antes, estar permanentemente aprendiendo, esto no parte de cero.

-¿Ha habido una especie de metamorfosis de Gabriel Boric desde que asumió con un discurso donde hablaba de “verdad, justicia, reparación y no repetición”, a hoy día cuando son otros sus temas: seguridad, economía?

-Sigo creyendo y defiendo totalmente justicia, verdad, y no repetición. Y creo que ad portas de la conmemoración de los 50 años del Golpe, la valoración de la democracia y de la justicia va a ser importante. Dicho esto, las prioridades, no mías, de la ciudadanía, cambiaron. Hubo un evento telúrico que es el 4 de septiembre y tenemos que ajustarnos a eso, lo que no significa cambiar la convicción. Pero en seguridad no había habido un abordaje con mayor profundidad de parte de los sectores progresistas de la importancia que tiene para la gente. Hoy todos entendemos que es una condición habilitante para cualquier otra cosa y lo hemos puesto en el centro del debate, porque es el centro de la preocupación de la ciudadanía. Es inevitable no hablar de eso, pero no implica que aquello entre en contradicción, por ejemplo, con la reforma de pensiones o la reforma tributaria que hablan de cómo distribuir de manera más justa la riqueza que entre todos generamos.

-¿Pero esa realidad y ese pragmatismo que trajo este movimiento telúrico cambió la agenda de gobierno?

-La agenda por supuesto que se ha modificado, pero sin dejar de lado las reformas estructurales por las cuales llegamos. Para mí no tendría sentido gobernar o estar en este lugar si no es para realizar transformaciones importantes en la distribución de la riqueza y el poder en Chile, que es lo que entiendo que está detrás del malestar que se expresó desde octubre del 2019 en adelante. El estallido social no fue un invento, hay algunos que pretenden negarlo o sencillamente desacreditarlo. El malestar era real, es real. Hoy las prioridades podrán ser otras pero eso sigue ahí, no lo escondamos debajo de la alfombra.

Dos almas

-El cambio de gabinete post 4 de septiembre le entregó más protagonismo a la ex Concertación al interior del gobierno. ¿Cómo ha sido para usted como Presidente gestionar esas dos almas?

-Ha sido un desafío, pero me gustaría destacar que en el comité político en particular y en el gabinete en general hay un gran fiato. Y estamos actuando con gran cohesión. Ahora se trató de armar una polémica entre la ministra (Antonia) Orellana (titular del Ministerio de la Mujer) y la ministra Marcela Ríos (Justicia) totalmente inventado. Para aclararlo, no hubo por parte de la ministra Orellana ningún tipo de veto hacia un candidato (a Fiscal Nacional) ni hacia el ejercicio libre de la profesión como decía un medio de comunicación.

-Pero ella sí dio su opinión (hizo reparos a la incorporación de Ángel Valencia a la quina pues fue abogado del exjuez Luis Barría, formalizado por abuso sexual).

-Todos en el comité político dan su opinión. Si el comité político fuera un monólogo mío o de algún ministro, sería una lata y no serviría. Ahí se expresan diferencias, se expresan posiciones, se debaten, se llega a un consenso y se actúa en consecuencia. Y en nuestro comité político y en el gabinete hay unidad de propósito y unidad de acción.

-¿Dónde se genera más discusión? ¿En qué sectores en particular?

-Hay discusiones que son muy transversales, a veces hay momentos en que yo tengo una opinión muy distinta a un ministro equis o la ministra Tohá discrepa con la ministra Uriarte, o la ministra Jara tiene discrepancias en una apreciación en un tema específico con la ministra Vallejo. Pero no hay un tema de Socialismo Democrático versus Apruebo Dignidad, eso lo descarto.

-¿Las diferencias no se dan particularmente entre esos dos bandos?

-Eso no es así y sí ha sucedido a nivel parlamentario, pero creo que el el proceso del acuerdo constituyente y el cónclave, sirvieron para afianzar la alianza de gobierno. Y creo que el rol que han tenido Natalia Piergentili, Diego Ibáñez, Paulina Vodanovic, Claudia Pascual, que reemplazó a Guillermo (Tellier) cuando estuvo fuera por enfermedad, ha sido tremendamente relevante. Evidentemente es un proceso que no ha terminado de cuajar, pero que va bien encaminado.

-¿Y cómo está su relación con el PC? Es un partido que no siempre está contento con las decisiones que toma el gobierno. 

-Te invito a revisar la pregunta desde otro punto de vista. Con todo respeto, ¿por qué no me preguntan lo mismo del PS respecto de De Urresti y Espinoza?

-Se lo preguntamos cuando hablamos del Fiscal Nacional.
-Creo que al PC se le estigmatiza. Siempre se les trata y se les presenta como si fueran un obstáculo para lo que queremos hacer. Yo con el PC tengo excelente relación, confío plenamente en su vocación democrática, tengo un diálogo permanente con Guillermo Teillier, confianza absoluta y de trayectoria con la ministra Vallejo; la ministra Jara para mí ha sido un tremendo aporte y para todos el rol que ha tenido ha sido destacable. Y con parlamentarias como Karol Cariola tenemos un diálogo también permanente. Y si hay ciertos personajes que tengan una visión crítica del gobierno, bueno, es legítimo, eso existe en todos los partidos. Pero creo que en la historia chilena y en el periodismo chileno hay una estigmatización del PC muy grande.

-Es un hecho que hay un grupo de la alianza gobernante, más a la izquierda.

-Yo destaco la lealtad que ha tenido el Partido Comunista y en general la mayoría de los partidos de gobierno, salvo que siempre hay algunas excepciones de las que yo creo que no le hacen bien a la política. Pero el PC en general es un partido súper leal, súper ordenado, con el cual tengo la mejor relación.

“Es importante lo que uno proyecta”

-Hay algunos “ritos” de los que se habla en cuanto a su rutina. Por ejemplo, que le gusta viajar solo en los autos, sin compañía de asesores, que en los traslados aprovecha de dormir o leer. Y que al bajarse, Tatiana Klima (su jefa de prensa) “lo ordena”.

-Es verdad, en los autos siempre viajo solo. Me gusta ir leyendo o estudiando. Y siempre almuerzo solo. Me sigue impresionando el tema de los autos. Por eso siempre le pido a la escolta que sea lo más discreta posible y que, salvo que sea una urgencia de Estado, no cortar el tránsito. Por eso empecé a venirme en bicicleta también.
Y Tatiana, no es la única, pero tiene una preocupación por la imagen presidencial, porque al principio yo lo había descuidado… Más allá de la relación de confianza personal, ella tiene una preocupación por la imagen presidencial, ve el cuidado de algo que nos va a trascender a nosotros, que es la institución de la presidencia. Hubo una vez que venía bajándome del auto acá en La Moneda, venía acostado leyendo, porque si no me mareo, y andaba con estos abrigos largos, entonces me bajo así como a la rápida (se para y actúa la situación), y al rato apareció una foto mía como con la camisa afuera, terrible, terrible…

-¿Le incomoda ver ese tipo de imágenes? 

-Me doy cuenta de que no corresponde, porque es la institución, no soy solamente yo. Ahora me preocupo más de eso. Me preocupo de las afeitadas, una vez cada semana, o una vez cada dos semanas. Es importante lo que uno proyecta también. Hay que ser capaz de expresar hacia afuera que uno es capaz de gobernarse a sí mismo para que puedas gobernar un país.

Y reflexiona: “Me ha pasado que hay gente que se te acerca y te compadece por ser Presidente, como que uno estuviera solamente sumido en una nube de angustia. Efectivamente hay mucha preocupación, a veces se pasa mal, a veces se pasan rabias, pero yo estoy motivado, me despierto con motivación, contento… Espero que cuando termine nuestro gobierno Chile sea un país mejor, un país más justo, un país donde haya más confianza en las instituciones y más confianza entre la gente, donde hemos recuperado los espacios públicos, tengo un optimismo provinciano que aún no se me quita”.

Son las 20:45. Termina la entrevista. El Presidente sale de La Moneda. A la hora deberá regresar al palacio de gobierno. A medianoche decretó el Estado Constitucional de Catástrofe por calamidad pública en Viña del Mar producto del incendio forestal que comenzó en la parte alta de la Ciudad Jardín y que, al cierre de esta edición, había consumido más de 100 hectáreas, dejando al menos 400 casas afectadas. Boric durmió en La Moneda, y la tarde del viernes viajó a la Región de Valparaíso.

-De sus 23 ministros, 12 tienen menos de 40% de conocimiento. ¿Cómo los está evaluando y que les está pidiendo para el 2023?
-Yo también los estoy evaluando permanentemente. El principal objetivo, que puede parecer obvio, es mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo. Por ejemplo, el ministro Montes está enfocado en un tremendo plan que implica una coordinación difícil, que es el desafío de construir 260 mil viviendas durante nuestro gobierno. Eso implica ajustar muchas tuercas en el sector público y una colaboración con el sector privado importante, donde el MOP también ha jugado un rol relevante.
Para mí es muy importante la salud mental, y la ministra de Salud lo sabe. Y es algo en lo que espero podamos trabajar en detalle y en lo que podamos hacer un cambio durante el gobierno. Y hoy día, la principal prioridad está en las listas de espera. Entonces, lo que yo le exijo a los ministros es alineamiento y sentido de urgencia con las prioridades de la ciudadanía.

-Usted reconoció en una entrevista en Canal 13, que faltaba enfatizar que Educación es un tema prioritario. 50 mil estudiantes abandonaron el sistema educativo en el 2022. Y casi 1,3 millones registran inasistencia grave.
-Mira. (Se para y muestra una pizarra colgada al lado de su ventana) Aquí lo tengo anotado: crisis educativa en primer lugar.

-¿Cuándo lo escribió?
-Tuve una buena conversación con el ex ministro (Ignacio) Briones. Se juntó el ministro (Marco) Ávila con él y luego yo con él. Fue hace como tres semanas. La crisis educativa puede ser un hoyo que afecte por generaciones y demasiados años a la sociedad chilena.

-¿Qué conversaron? ¿Cuál fue la conclusión de esa reunión?
-Que efectivamente se produjo una brecha de aprendizaje en pandemia, y esto lo conversé con el ministro Ávila también. Y el nivel de deserción y de ausentismo escolar que existe es algo que tiene que ser de las primeras prioridades nacionales. Es una de las metas que le he puesto al ministro.

Delincuencia en Santiago: “Hay un ánimo de apuntar a la alcaldesa Hassler”

-Otro tema relacionado con seguridad tiene que ver con la comuna de Santiago.
-¿Por qué con Santiago y no con La Florida o Puente Alto?

-Porque está hoy día en la palestra pública el aumento de la violencia en la comuna.
-Está en la palestra pública porque hay un grupo de parlamentarios e intereses políticos para responsabilizar a la alcaldesa Irací Hassler. Hay problemas en Santiago, sin lugar a dudas. Y Santiago tiene mucha visibilidad, pero no es el único lugar donde hay problemas y yo creo que hay un ánimo de apuntar a la alcaldesa Hassler. Es bien impresionante que cuando hay problemas de delincuencia en Santiago es problema de la alcaldesa, pero cuando son en La Florida son culpa del gobierno. En eso pido que se pondere. La delincuencia no es un problema específico en la comuna de Santiago, es también en Estación Central, en La Florida, donde hay alcaldes de cualquier signo.

-Le han pedido que usted intervenga…
-¿Por qué no me piden que intervenga ante los casos de corrupción en Vitacura? ¿Cuál es la lógica?

Porque la alcaldesa es parte de su coalición de gobierno.
-Me parece un gallito. A mi lo que me preocupa es recuperar los espacios públicos y en eso estamos trabajando firme con la alcaldesa Hassler, con el alcalde (Rodolfo) Carter (La Florida), y en eso no voy a hacer distinciones según el color político del alcalde de turno. E invito a los parlamentarios que están levantando estas polémicas a que piensen en el bien común y no en sus gallitos que solo desprestigian a la política. Uno no puede tener relaciones privilegiadas en temas que afectan por igual a la ciudadanía. Efectivamente en algunos espacios públicos la situación es más grave y más vistosa y habrá que trabajar más, tal como lo hicimos en la recuperación de la Plaza de Maipú y en el combate permanente en el que estamos por recuperar el espacio de Meiggs, que no ha sido fácil.

Irina, Giorgio y la soledad

-¿Hay algún minuto del día en que pueda “deshabitar” el cargo?
-Sí, cuando veo a la Católica. Ahí me suelto, me suelto todo. Y cuando escucho Pantera.

-Se habla de la soledad del poder. ¿La ha sentido?
-Totalmente. La soledad del poder es que al final del día hay ciertas decisiones en un sistema tan presidencialista como el de Chile que terminan recayendo en ti. Lo importante es el proceso previo. Cómo uno escucha las opiniones, las pondera, pero hay un momento en que hay que tomar la decisión.

En una entrevista con el ministro Jackson le preguntamos si seguía teniendo tiempo de distensión con usted y reconoció que había más distancia por el cargo que usted tiene hoy.
-Lo siento así, pero con las personas más íntimas sigo teniendo una vida, o sea, sigo teniendo una dimensión donde escucho música, sigo leyendo.

-¿Cómo se relaja?
-Leo y troto. Tengo una trotadora en la oficina y otra en la casa. La final de Argentina, la vi trotando. Lo otro a lo que le he dedicado mi tiempo libre es a la parrilla. Los sábados en la mañana toca trabajar. O sea, uno siempre está pendiente, pero el sábado a las 5 pm, uno puede encender un fueguito… me gusta a carbón…

-No lo vayan a escuchar los ambientalistas.
-No es el carbón de las eléctricas.

-Y ahí sí deshabita el cargo.
-No, tampoco. Porque mis amigos están en política. Y conversamos de lo que nos apasiona: fútbol, música y política.

-¿Sigue cercano al ministro Jackson (titular de Desarrollo Social) tras su salida de la Segpres?
-Sí, muy amigos. Nos vemos menos que antes, pero seguimos siendo partners, vamos a ser compañeros toda la vida con Giorgio.

-Mencionó recién el tema de la salud mental. Lo ha hablado abiertamente. ¿Cómo lo ha manejado desde que es Presidente? ¿Qué cuidados adicionales requiere?
-Súper bien. Súper bien. Tengo psiquiatra periódico.

-¿Más recurrente desde que era diputado?
-Más que más recurrente, requiere más responsabilidad. Cuando era diputado, muchas veces tuve largos intervalos sin ir. Ahora me he preocupado de tener una periodicidad fija, sigo tomando las pastillas que he tomado desde hace mucho tiempo por el tema del toc, y eso está súper bien, súper controlado. He estado súper bien en esa línea.

-Hablaba de la soledad…¿Ha llorado en este periodo?
-Soy malo para llorar. Lo tengo medio bloqueado. He tenido, por cierto, preocupaciones y angustias, pero la lágrima no termina de salir. Tal vez después haga un tipo de terapia para que salgan las lágrimas acumuladas por los años. Decía un viejo compañero, ‘hay que endurecerse pero sin nunca jamás perder la ternura”.

-¿Cómo se prepara la salida de Irina Karamanos? ¿Qué cosas se mantendrán? ¿Lo acompañará a giras, por ejemplo?
-Le corresponde a ella informarlo. Hay una dimensión institucional que cambia, y hay una dimensión de compañera de vida en que vamos a seguir siendo pareja y vamos a seguir yendo a actividades como pareja. No es que la Irina desaparezca. Ha estado trabajando mucho en eso, y habrá un anuncio por parte de ella.

-La va a echar de menos acá…
-Es que no es que nos veamos permanentemente. Ella está al otro lado (apunta a la ventana del frente del edificio) y está mucho en terreno. Vamos a ir a cenar hoy para planificar las fiestas (de fin de año).

-Será su primer año nuevo en Cerro Castillo…
-No iremos, el 1 de enero viajo a Brasil al cambio de mando.

 

Empresarios: “Creo que hay mucho prejuicio”

-¿Cómo es su relación con los empresarios hoy? ¿Qué opinión cree usted que tienen de usted?
-Depende. Los que me conocen o los que no me conocen. Y también distinguiría en qué empresario. Con el empresariado tradicional chileno por ejemplo, tenemos una relación muy distinta que con las startups, que es una relación fluida, de apoyo, a veces de crítica, pero de crítica innovadora, de cómo podemos trabajar mejor.

-¿Con qué startups habla?
-He hablado con muchísimas. Desde la campaña en adelante, desde unicornios hasta startups chiquitas. Pero no solamente en startups con base tecnológica, sino también en pymes. Yo diría que en la medida en que logramos sentarnos a la mesa a derribar prejuicios, la opinión es positiva. Somos conscientes de la importancia que tiene el empresariado y el sector privado para el desarrollo del país y creo que hay prejuicios de parte de algún sector más tradicionalmente asociado con el mundo conservador. Yo he sido cuidadoso y reacio de alguna manera a establecer vínculos personales. No tengo vínculos personales en general con el mundo empresarial.

-¿El gobierno también tiene prejuicio con los empresarios?
-Poner a todos los empresarios en una misma palabra es equivocado. Hay muy diferentes tipos de empresarios. Creo que el principal prejuicio que uno rompe es pensar que son todos iguales.

-En su discurso para la Sofofa dijo “no podemos meterlos a todos en el mismo saco”.
-La política del reduccionismo es muy fácil. Y como parlamentario alguna vez caí en eso. Meter a todos en el mismo saco y llenarlos de adjetivos es muy fácil para el discurso, pero no sirve para construir. Debemos tener un Estado más ágil, no pesado ni abrumador. Y debe ser en colaboración con el mundo privado.

-¿Ha desarrollado particular cercanía con alguno, alguna?
-El que más me sorprendió yo diría que es Antonio Errázuriz, de la Cámara Chilena de la Construcción (fue reemplazado por Juan Armando Vicuña en noviembre). Una gran disposición y visión y ánimo de colaboración, pero he tenido muy buenas relaciones con Ricardo Mewes, que va a ser el próximo presidente de la CPC. Con Juan Sutil logramos romper la desconfianza y varios gallitos que tuvimos antes y fue posible tener una relación de mayor colaboración. Con Richard Von Appen también hemos tenido un buen diálogo y creo que vamos a tener más conversaciones pronto. Tengo absolutamente claro que en Chile necesitamos una mejor distribución de la riqueza y que para eso el Estado tiene que trabajar en colaboración con el mundo privado.

-¿Su análisis frente a la crisis de las isapres, los fallos de la Suprema y posible quiebra del sector?
-Es una preocupación importante. Estamos concientes de que la situación es seria. Vamos a velar por el derecho a los afiliados a tener acceso oportuno a la salud. Lo hemos conversado en el comité político, lo estamos trabajando con la ministra de Salud.

-¿No va a apurar la reforma de Salud? Era parte de su plan de gobierno.
-Debemos ir modulando el empuje de las reformas. Estamos con tributaria y pensiones a la vez, que son grandes y difíciles. Luego, haremos la de Salud que consiste en la creación de un fondo único, el FUS (fondo único de salud), en donde las isapres tienen otro rol, de aseguramiento de segundo piso.

Araucanía: “había cierta ingenuidad sobrelo que pasaba ahí”

-Esta semana el gobierno prorrogó por 14 vez el estado de excepción en La Araucanía. Nunca se lo hubiera imaginado.
-Es algo que es doloroso, porque los estados excepcionales debieran ser muy excepcionales. Ahora, ha mejorado también en los últimos meses la situación.

-¿Está conforme?
-Pero falta mucho. Creo que nuestra visita a La Araucanía fue muy buena porque fue transversal, conversamos con todo el mundo.

-Se demoró harto en ir, ocho meses.
-Eso fue parte del aprendizaje. Todavía me falta visitar Biobío, Aysén, Tarapacá, Los Ríos. Y en cada región tienen problemas y urgencias gravísimas y te alegan porque no vas. A La Araucanía fuimos cuando teníamos algo importante que decir y hacer, y creo que eso fue bien recibido allá y el plan Buen Vivir está no solamente ejecutándose, sino que está encauzado. Y vamos a presentar en marzo la comisión para tratar de determinar con claridad cuál es la demanda de tierra, qué es lo que se puede hacer y ponerle temporalidad a aquello.

-¿Cuándo volverá?
-En enero puede ser. Es complicado adelantar fechas porque se tienen muchas expectativas respecto de una fecha en particular pero mi plan es de aquí al 1 de junio haber recorrido todas las regiones de Chile y durante nuestro gobierno, la gran mayoría de las 345 comunas del país, lo que implica haber ido varias veces a cada una de las regiones.

-La ministra Tohá dijo esta semana sobre La Araucanía que había habido ingenuidad, falta de información y una romantización de la violencia, sin conocer a las personas que viven ahí. ¿Comparte ese diagnóstico?
-Me junté con víctimas de la violencia del Estado y víctimas de la violencia de grupos armados, y es brutal conversar con ambos. Efectivamente creo que había una cierta ingenuidad respecto de lo que pasaba ahí y lo que te hablaba antes del voluntarismo, no hay atajos, ni decir que esto se va a solucionar solo con estado de emergencia o solo con mano dura. No podemos rebotar en lo mismo que se ha hecho antes.

Reforma de pensiones: “Estoy dispuesto a que nuestro proyecto mejore”

-La reforma de pensiones presentada a principios de noviembre ha tenido bastantes críticas. Ya se adelanta que no va a ser fácil.¿Cuánto está dispuesto a ceder el gobierno para que tengamos la reforma previsional? Estaría por ejemplo dispuesto a que parte del 6% de cotización adicional vaya a capitalización individual?
-Estamos conscientes de que, y esto no lo veo como algo necesariamente negativo, dada la composición del parlamento, es necesario llegar a acuerdo. Y esperaría que esos acuerdos sean institucionales y no persona a persona. Cuando se logra poner por delante el bien del país yo creo que muchas veces los proyectos mejoran. Yo estoy dispuesto a que nuestro proyecto mejore.
Pero hay un principio que es importante sostener, que es que es necesario incorporar elementos de solidaridad en el sistema y que el actual modelo basado en la capitalización individual no sirve para poder entregar buenas pensiones, en particular a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, y estoy pensando en particular en las mujeres.
Nuestra reforma se hace cargo de ello y un pilar esencial es la incorporación del elemento de la solidaridad. Y esto se vincula con otra cosa. Hay algunos parlamentarios que dicen “bueno, dejemos esta discusión para después y aumentemos inmediatamente la PGU”, pero a la vez están en contra de la reforma tributaria. Yo les digo ‘¿dónde?’ Si acá el arte de gobernar, y eso no es un descubrimiento de la rueda, es elegir entre costos y oportunidad, y por lo tanto es tremendamente importante reivindicar la responsabilidad fiscal en el largo plazo. Espero que se puedan por cierto incorporar modificaciones que mejoren, pero que no que la desnaturalizan.

-¿El 6% desnaturaliza?
-Por ejemplo.

-¿No está dispuesto a ceder en ese punto?
-Para mí lo importante es el elemento de la solidaridad. No me voy a meter ahora en los detalles específicos de algo que se debe estar discutiendo en el parlamento, pero mi trabajo es evitar que por diferencias ideológicas la reforma no llegue a puerto.

-Algunos dicen que el fin a las AFP es un gusto ideológico.
-Pero pregúntele a cualquier persona su evaluación de las AFP o a la mayoría de la población. No tenemos un sistema de seguridad social. Y, por lo tanto, hemos planteado una reforma donde se consagran principios que son importantes para la gente. Acá se respeta el derecho a elegir, se respeta la posibilidad de heredabilidad, la propiedad de los fondos. Y por lo tanto me parece que estamos incorporando y tratamos de, en la elaboración de la reforma, llegar a un consenso e incorporar diferentes visiones que no sean solo las propias. Creo que en eso la reforma está bien trabajada.

-Puede que por las diferencias esto no avance…
-Me preocupa, pero soy optimista y confío en que va a primar la responsabilidad en esto. La política y las instituciones no podrían soportar un tercer fracaso de una reforma previsional. Y además no perdamos de vista algo: esto es para mejorar inmediatamente las pensiones a las personas.

-Otra de las críticas es que no se aborda el problema de las lagunas, el bajo ahorro y la alta informalidad.
-El ministro Marcel, la ministra Jara y el subsecretario Larraín lo han explicado de una manera muy sólida en el Congreso. Yo invito a que se revisen sus intervenciones y las propuestas que hemos hecho que tienen sustento técnico. Así ha sido destacado incluso por organismos internacionales. Siempre hay voces catastrofistas que dicen que no es momento para hacer transformaciones o cambios. Yo creo que este claramente es el momento y puedo dar garantías, porque confío en mis ministros, de que esta reforma tendrá efectos inmediatos que van a mejorar las pensiones de los ciudadanos chilenos, tanto las actuales como las futuras.

DF Más

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