Argentina: Crecimiento económico en el primer semestre del 2022 – Por Alejandro B. Rofman

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Argentina: Crecimiento económico en el primer semestre del 2022

Alejandro B. Rofman*

Los datos consignados en el informe de la situación económica a mitad de año por el Ministerio de Economía de la nación muestran la persistencia de una dinámica de crecimiento firme y persistente. Enfrentamos una situación claramente paradojal. El ritmo de expansión de los seis meses que comprenden desde enero a junio inclusive registra una mejora acumulada del 6,5% sobre el año anterior. Este es un número robusto.

Muy pocas economías en el mundo pueden exhibir un desempeño como el que marca la  información del INDEC. En una situación de economía estabilizada y de distribución de los frutos de crecimiento económico compatibles con una mejora de la distribución del ingreso supondrían, tales datos, una excelente expresión de empuje positivo en el aparato productivo y un consenso generalizado favorable a la gestión gubernamental.

La paradoja es que esto último no solo no tiene lugar ni hay un amplio nivel de complacencia de la mayoría de la población por dicha gestión, sino que, por el contrario, prevalece en el discurso de los principales sectores de la vida económica y social reparos de muy distinta intensidad al modo como se conduce la economía nacional.

¿Qué es lo que sucede? Resulta que para el grueso de los sectores de ingresos medios y bajos tal significativa mejoría del comportamiento global de la economía no impacta favorablemente en los bolsillos de amplias franjas de la población Esa no correspondencia entre una bonanza económica indudable y el modo como la evolución del mismo distribuye los beneficios es indicador cierto que la teoría del “derrame” es inconsistente y que es  precioso avanzar con medidas de política económica y social que redunden a favor de los sectores sociales menos favorecidos…

Los datos del segundo trimestre de este año exhiben un alza del 6,9% del nivel de actividad económica con respecto al mismo trimestre del año anterior. Nos interesa analizar el comportamientos de los diferentes ámbitos donde se desenvuelve la actividad económica. La comparación de junio pasado con el mismo mes del año 2021 en términos del desempeño de la inversión privada muestra una mejora del 18,8% del capital fijo.

Es un dato impactante. Dicha inversión está encabezada por un aumento de nada menos que del 27,4% en inversiones en maquinaria y equipo, duplicando el dato para la incorporación de nuevo equipamiento en transporte y casi triplicando el volumen de la inversión en construcciones. Ese desempeño es la culminación de una evolución favorable de la participación de la inversión en el producto bruto. Así en los últimos tres trimestres, hasta el primero de este año. el capital fijo incorporado representó más del 21% dentro del PBI, por encima del promedio entre 2004 y 2021 que fue del 19%.

Una más reciente información da cuenta que en el segundo trimestre del año 2022, según el INDEC, la tasa de inversión siguió creciendo pues representó el 22,3 % del PBI, la más elevada desde el año 1993.

Esta  evidencia preanuncia una capacidad de expansión productiva singular a futuro que prácticamente ningún comentario especializado se ha encargado de formular. Ello implicaría que, aún con los inconvenientes que operan hoy en día en la obtención de divisas para importar insumos imprescindibles para el aparato industrial y el debilitamiento de consumo debido a las altas tasas de inflación,  la mirada a futuro es por demás alentadora. Ese equipo productivo que se incorpora cada vez con mayor fuerza está potencialmente capacitado para ofrecer niveles de expansión económica siempre y cuando no haya factores coyunturales muy negativos que le impidan.

A la vez, el consumo privado, principal componente del PBI, tuvo una recuperación destacable de modo tal que a fines de junio se ubica solo a 1,2% por debajo del 2017, el mejor año del gobierno neoliberal del ingeniero Macri. El dato estadístico es concluyente. El consumo privado creció en el segundo trimestre de este año en su comparación con similar período del año anterior en un 10,7% medido en cantidades, lo que indica que pese a las dificultades relativas al deterioro del poder adquisitivo de la mayoría de la población por el golpe inflacionario, todavía hay a nivel global capacidad para acrecentar el consumo.

También ofrece un panorama favorable el nivel de las exportaciones de bienes y servicios que en términos reales registraron un incremento en el segundo trimestre del 2021 a nivel interanual del 9,3%. Datos preliminares de agosto y setiembre hablan de un debilitamiento de las tendencias ascendentes consignadas aun que no impedirían un desempeño satisfactorio para todo el año, como precedentemente se consigna

Si aludimos a la evolución del Producto por sector económico, la misma tiene un perfil muy particular. En el sector del agro el segundo trimestre de este año arrojó una merma de poco más del 5% en la comparación interanual, pero los demás sectores sin excepción marcaron un desempeño muy positivo. La industria manufacturera aumentó casi el 8%, la construcción el 10%, los servicios de electricidad, gas, y agua el 5%, el comercio minorista el 10%, y lo que es más resaltante, el rubro de hoteles y restaurantes  recuperó gran parte de los perdido por los cierres debido a la Pandemia  con un registro favorable del 54%.

El gobierno nacional en el proyecto de presupuesto de ingresos y gastos del año 2023 que se presentó al Congreso el 30 de setiembre ratificó su proyección del 4 % de expansión del P:B:I para este año que recientes estimaciones aseguran que podría ser mayor. Veremos si efectivamente esa desaceleración se produce y en qué magnitud.

Los datos parciales de julio ,agosto y setiembre muestran alguna debilidad en el área de la industria, pero ya había ocurrido en meses anteriores el proceso de sube y baja y aún es prematuro formular un pronóstico certero para lo que queda de este año. Transcribimos a continuación un gráfico muy demostrativo de la actividad industrial que cubre todo el período constitucional del gobierno neoliberal y lo verificado en estos primeros dos años y medio de la nueva gestión.

En el gráfico ya se hace referencia a la disminución de la actividad industrial entre julio y agosto, pero, como se puede advertir de su lectura, hace aproximadamente un año que se verifican subas y bajas en forma de serrucho pero promediando el año el crecimiento siguió persistiendo y el de este último trimestre lleva el índice de la actividad manufacturera al mismo nivel del inicio del período neoliberal con la excepción de unos pocos meses del año 2017.

Desde agosto de dicho año hasta diciembre de 2019, sin pandemia y sin guerra en Europa, el sector industrial se redujo de un índice de 138 puntos en el mejor momento del 2017 hasta otro de 118 cuando se produjo el cambio de gobierno en diciembre del 2019. O sea, en épocas de “normalidad” la actividad industrial tuvo un derrumbe singular.

Luego, a principios del 2020, cuando en el primer trimestre se había recuperado y llegaba a 120 puntos, según el gráfico adjunto, se produjo el derrumbe por la pandemia y la anterior recuperación en términos de promedio trimestral o semestral aún persiste.

Un dato  adicional alentador  El índice que determina el uso de las maquinarias instaladas en el sector industrial, según el INDEC, creció en el mes de agosto al 69,5 % de lka capacidad instalada, casi dos punto más que en julio, poco más de 5 puntos con referencia al mismo mees del año pasado. Constituyó este índIce el más alto de toda la serie histórica relevada por el INDEC, Ello además se puede observar si observamos el rito evolutivo de tal índice desde inicios del año 2021, mes a mes:

Y, para cerrar este análisis, cabe comentar la cifra que el  INDEC dio a conocer del dato del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) correspondiente al mes de agosto de este año El porcentaje de aumento fue del 0,4 % con respecto a julio (se había estimado que se iba a producir una caída) y del 6,4 % interanual, es decir desde agosto del 2021 a agosto de este año

Los datos publicados por el INDEC resultaron mejores que lo que esperaba el mercado. La importante consultora ICG ello implica que a agosto de este año la economía argentina a sólo 0,7 % por debajo del mes máximo registrado en el periodo macrista, a fines del 2017. Tal circunstancia supone que para dicha consultora la economia crecerá alrededor de un 5,5 % promedio este año, noticia muy alentadora, que debería reflejarse en una mejoría generalizada del bienestar colectivo siempre y cuando se acentúen las medidas de política económica tendientes a redistribuir progresivamente el ingreso nacional.

* Economista (UBA). Doctor en Ciencias Económicas (UNC). Master of Arts, con especialización en economía regional por la Universidad de Pennsylvania, EEUU. Investigador Principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Profesor en Programas de Posgrado en Economía y Planificación Regional, en universidades argentinas y de Brasil, Chile, Venezuela, e Israel. Profesor Honorario de la Universidad de Buenos Aires.

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