¿Por qué es una noticia importante la muerte de Isabel? – Por Mariano Saravia, especial para NODAL

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

¿Por qué es una noticia importante la muerte de Isabel?

Por Mariano Saravia*

En las últimas horas (y en las próximas), soportamos el bombardeo de información chatarra sobre la realeza británica. Información tóxica sobre todo tipo de frivolidades.

Sin embargo, el asunto tiene su gran importantica, histórica, política y para el futuro.

¿Por qué?

-Porque todo lo que ocurra social y políticamente en el Reino Unido es importante para Argentina, por el enclave colonial de Malvinas, ni más ni menos.

-Como ya se ha dicho, fue el reinado más largo en la historia británica: 70 años, desde 1952. Desde la posguerra en adelante. Fue importante en la capacidad que tuvieron los ingleses de reinventarse como potencia capitalista y colonialista, pero dejar su lugar de hegemón en manos de Estados Unidos. No es poco geopolíticamente.

-En cuanto a la política vernácula, Isabel II también fue importante, para consolidar una cohesión en torno a una institución tan inentendible para nosotros: la monarquía.

-Hay que tener en cuenta que esta gente ni siquiera es de origen británico sino alemán. Ellos son en realidad la Casa de Sajonia-Coburgo, originaria de Turingia, corazón de Alemania. En 1917 (durante la Primera Guerra Mundial en la que los ingleses se estaban masacrando en las trincheras contra los alemanes) parece que les dio un poco de vergüenza y cambiaron el nombre de la familia real por Windsor.

-Por otro lado, Isabel tuvo que surfear por encima de todos los excesos y escándalos de la familia real: el príncipe Harry disfrazado de nazi y luego el racismo de la familia contra Meghan, su esposa. Ni hablar de la tormentosa relación del actual rey con Lady Di, su separación y su unión con la plebeya Camila Parker.

-Además, Isabel II fue la primera reina en pagar impuestos de la historia del Reino Unido. Esto es importante, no olvidemos que la chispa que encendió la Revolución Francesa fue justamente la idea de que los nobles pagaran impuestos. Pero así mismo, en 2017 Isabel figuró en los Papeles de Panamá, como una de las jefas de Estado (otro era Macri) que llevaban su dinero a guaridas fiscales justamente para evadir. En el caso de Macri a Panamá, en el de Isabel a las Islas Caimán.

-¿Y ahora qué va a pasar?

-Carlos III será proclamado mañana sábado y coronado en el lapso de un año. Es un cimbronazo político en el Reino Unido, porque no tiene ni por asomo la estatura de su madre, en términos simbólicos. Isabel muere con el 75 por ciento de popularidad y Carlos asume con el 42 por ciento. Pero más grave que eso, es que su hijo Guillermo tiene el 66 por ciento de popularidad. En la prensa incluso se habla de la posibilidad de un salto generacional vía abdicación del flamante rey.

-Carlos tiene imagen de estúpido para su propio pueblo, y él lo sabe. En una oportunidad se ofreció para ser el gobernador de Australia y esa idea no cuajó. En ese momento, amargamente dijo: “¿Qué se supone que debes pensar cuando estás preparado para una función y simplemente te dicen que no te quieren?”. Eso mismo podría estar pensando en este momento Carlos.

-¿Y por qué la anécdota del cargo frustrado en Australia? Pues, simplemente porque el rey del Reino Unido (Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte) también es el rey (jefe de Estado) de otros 14 países. Cinco de ellos en Oceanía: Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón y Tuvalú. Otros ocho en el Caribe: Jamaica, Bahamas, Belice, Granada, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y San Cristóbal y Nieves. Ah, y súmale Canadá.

-¿Y en el Reino Unido, qué se puede esperar?

-Se esperan épocas turbulentas. Acaba de asumir esta misma semana la nueva primer ministra Liz Truss, que no fue votada por nadie. Bueno, fue votada por 80 mil dirigentes del Partido Conservador, para gobernar un país de 67 millones de personas. Tiene el 78 por ciento de rechazo popular. Y en su primer discurso anunció más receta neoliberal, en medio de una crisis tremenda, recesión con alta inflación, desocupación, crisis energética y un invierno crudo que ya asoma.

-Probablemente el descontento popular crezca, y con él la inestabilidad política. Para manejarla, al frente del gobierno estará Liz Truss, una mala caricatura de Margaret Thatcher, y al frente de la monarquía, un pelele como Carlos III.

-En esas condiciones se espera la reacción del pueblo trabajador inglés que tiene tradición de lucha, y si no, recuerden las grandes huelgas mineras de principios de los ’80, tan bien reflejadas en las películas de Ken Loach.

-Pero también se espera que se potencien los conflictos internos con Escocia y con Irlanda del Norte.

En Escocia, la primer ministra Nicole Sturgeon ya anunció un nuevo plebiscito por la independencia para octubre de 2023. En Irlanda del Norte, acaba de ganar por primera vez el Sinn Fein, antiguo brazo político del IRA. Y su líder dijo que antes de 2030 se hará un plebiscito para la reunificación de Irlanda del Norte con la República de Irlanda.

-Es decir, cimbronazos muy fuertes, más parecidos a un terremoto político podrían producirse. Si se van de la unión los escoceses y los irlandeses del norte, ¿qué hará Gales? Y si sucede todo eso, con un personaje tan endeble como Carlos III en el trono, no es descabellado pensar que los otros países de la Mancomunidad sigan el ejemplo del año pasado de Barbados que se declaró república. Y hasta podríamos imaginar una crisis colonial de la Corona Británica.

-Sería el momento justo para que la Argentina presionara a un Reino Unido debilitado y lo obligara a cumplir el mandato de la ONU: discutir bilateralmente la soberanía de Malvinas.

-Por todo esto, las malas noticias para los imperialistas, son BUENAS noticias para nosotros, antiimperialistas.

*Periodista y escritor argentino.

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