Máxima tensión en Brasil por el desfile militar de Bolsonaro en el bicentenario de la Independencia
Bolsonaro marcha con militares y moviliza a la ultraderecha para el Bicentenario
El proyecto a la reelección del presidente Jair Bolsonaro para los comicios del 2 de octubre tendrá un punto de alto voltaje este miércoles, con los actos por el Bicentenario de la independencia de Brasil, para los que empresarios ruralistas y la industria armamentística movilizaron recursos para convocar a cientos de miles de personas a los desfiles militares previstos en Brasilia y Río de Janeiro, donde se esperan consignas en apoyo a un autogolpe.
«Será un movimiento nunca visto en la historia de Brasil», pronosticó este martes Bolsonaro al hablar con la radio de ultraderecha Jovem Pan, en una charla en la que elevó el tono del discurso para este miércoles, al atacar a los jueces de la Corte Suprema y el tribunal electoral y afirmar que persiguen a bolsonaristas y trabajan para que el líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva sea elegido presidente.
En este marco, el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, convocó por las redes sociales a «voluntarios» de los clubes de tiro a sumarse a la campaña en defensa del mandatario, quien hoy repitió que «un pueblo que no está armado será esclavizado».
El 7 de septiembre del año pasado Bolsonaro dijo en un discurso que no iba a cumplir los fallos en su contra del juez de la corte Alexandre de Moraes, que lo investiga a él y a sus aliados por conspiraciones contra la Constitución, una suerte de aviso de golpe contra el alto tribunal que fue neutralizado gracias a la mediación del expresidente Michel Temer, suerte de enviado del mercado financiero ante el Gobierno.
Oficialmente, Bolsonaro encabezará un desfile militar y de máquinas agrícolas de sus aliados del agronegocio en Brasilia como parte de los festejos del Bicentenario, para lo cual hizo traer desde Oporto, Portugal, el corazón en formol de Dom Pedro I, el emperador que declaró la independencia brasileña de la casa real portuguesa el 7 de septiembre de 1822.
Por la tarde, habrá un desfile militar en Copacabana, Río de Janeiro, al que fueron convocados sus seguidores.
Centenares de ómnibus financiados por empresarios ruralistas de Minas Gerais, Goiás, Mato Grosso y la región amazónica comenzaron a llegar hoy a Brasilia pero, a diferencia del año pasado, no podrán avanzar hacia la Plaza de los Tres Poderes, donde el Supremo Tribunal Federal aumentó la seguridad.
Hasta este martes el gobierno del Distrito Federal impidió a los camiones de ruralistas acceder a la Explanada de los Ministerios, donde estará el desfile oficial de las Fuerzas Armadas.
A diferencia de otros países e incluso de la Argentina, que festejó el Bicentenario con grandes fiestas y homenajes, la celebración de Bolsonaro lo tendrá a él como protagonista y sus principales aliados en el Gobierno, las Fuerzas Armadas.
Incluso Bolsonaro ignoró a sus vecinos latinoamericanos, a China, Estados Unidos y la Argentina (principales socios comerciales) y apenas invitó a la cita a los gobernantes de los países de habla portuguesa: Portugal, Cabo Verde, Guinea Bissau, Angola, Mozambique y el secretario general de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa.
A las celebraciones en Brasilia sólo fueron invitados embajadores de otros países.
El fantasma de un autogolpe o una asonada contra el Supremo Tribunal Federal circula en los grupos bolsonaristas de Telegram y WhatsApp.
En esas redes se organizaron las caravanas hacia Brasilia y Río de Janeiro y se anunció que habrá grupos de civil de San Pablo y de Río de Janeiro en las manifestaciones convocadas para usar los colores verde y amarillo, un distintivo del símbolo patriota que busca dar el bolsonarismo, un movimiento dispar que reúne a libertarios, empresarios liberales, monarquistas e incluso a admiradores de Donald Trump en el trópico sudamericano.
Bolsonaro volvió a alentar a su público a asistir al 7 de septiembre denunciando que el sistema electoral no ofrece garantías y que en las elecciones de octubre sólo aceptará resultados «transparentes y libres», recordando que los ministros de la corte que anularon las condenas por «lawfare» contra Lula se oponen a las críticas contra las urnas electrónicas que hace el oficialismo.
La oposición prepara un acto el sábado y convocó a evitar enfrentamientos, mientras el expresidente Lula se encuentra a 13 puntos en las encuestas por encima de Bolsonaro y tiene chances de ganar sin necesidad de balotaje.
«Tenemos un candidato usurpando el 7 de septiembre para hacer algo personal. Trata el Día de la Independencia como si fuera algo suyo, cuando es la fiesta de 215 millones de brasileños», dijo Lula durante la reunión del consejo político de su campaña.
«Él pudo tener la grandeza de convocar al pueblo pero no, quiso que sea de él. Es triste, pero es así. Dice que las Fuerzas Armadas son de él, ahora dice que la fiesta de la independencia es de él», añadió.
Los festejos por la independencia son diferentes según la región del país. En Bahía, la independencia está vinculada a la victoria militar contra los portugueses el 2 de julio de 1823.
El clima electoral ha apagado el peso histórico del Bicentenario en Brasil, surgido de un movimiento político que tuvo las ideas del patriarca de la independencia, el asesor imperial José Bonifacio, ante la amenaza de las antiguas capitanías, como Pernambuco, de separarse del trono de Río de Janeiro.
El Bicentenario
La independencia brasileña, incitada por el propio ocupante portugués, es diferente a la del resto de la América española. Tiene su origen en 1808, luego de que el rey portugués Joao VI decidió escapar a Río de Janeiro y cambiar la capital del reino tras la ocupación de Lisboa por parte de las tropas napoleónicas.
Así, Brasil se convirtió en la capital del imperio portugués y luego el hijo de Joao VI, Pedro I, declaró la independencia y mantuvo la esclavitud a pedido de los grandes terratenientes, sobre todo de San Pablo y Minas Gerais.
Fue al borde del arroyo Ipiranga, en San Pablo, arriba de una mula, viniendo de Río de Janeiro, que Dom Pedro I rompió con su propia familia y declaró el grito que la historia oficial reconoce como fundacional: «Independencia o muerte».
El imperio cayó por un golpe de Estado militar el 15 de noviembre de 1889, un año después de la abolición de la esclavitud, inaugurando el Brasil republicano.
En Ipiranga, en el mismo lugar donde se declaró el fin del vínculo con Portugal, abrirá con toda pompa tras nueve años de refacciones el Museo de la Independencia, el mayor acervo sobre la fecha patria, un espacio que administra la Universidad de Sao Paulo y que fue construido a fines del siglo XIX con jardines que imitan a los del Palacio de Versalles.
Isolamento do STF e divergência entre Bolsonaro e Ibaneis ampliam alerta no 7 de Setembro
A capital federal amanhece imersa em um cenário de dúvidas nesta quarta-feira (7) sobre como deverão se desenrolar as próximas horas deste 7 de Setembro, data para a qual o presidente Jair Bolsonaro (PL) agendou evento comemorativo em Brasília (DF) durante o período da manhã, antes de seguir para uma programação semelhante no Rio de Janeiro (RJ).
Na noite de terça (6), a cidade ampliou o alerta diante da data após o ex-capitão viver um embate público com o governador do Distrito Federal (DF), Ibaneis Rocha (MDB), por conta do acesso à Esplanada dos Ministérios durante o evento, que este ano marca os 200 anos de independência do Brasil.
O presidente mandou o Exército liberar a entrada de caminhões no espaço, mas o mandatário local disse que não está autorizado esse tipo de ingresso porque somente a circulação de pessoas está prevista para o desfile de 7 de Setembro nesta quarta na Esplanada, onde é esperado um contingente de 280 mil pessoas – a rede hoteleira de Brasília, por exemplo, está com 83% de ocupação por conta das comemorações, segundo dados da Associação Brasileira da Indústria de Hotéis do DF (Abih-DF).
A Esplanada está interditada desde a noite de segunda-feira (5), o que mexeu com a rotina da cidade. O bloqueio estava previsto para ocorrer somente no final da tarde de terça, mas a chegada inesperada de um grupo de caminhoneiros fazendo um buzinaço no local acabou antecipando o início do esquema para segunda. O episódio fez o Supremo relembrar o trauma do ano passado, quando um grupo de representantes da categoria fez algo semelhante, conseguiu adentrar a Esplanada e acabou se retirando de lá somente no dia 9 de setembro, após falhas na segurança do evento.
Este ano a via foi totalmente bloqueada no trecho entre a Rodoviária de Brasília e a Praça dos Três Poderes, uma extensão de quase 3 km. “A Polícia Militar está lá e a ordem é não entrar ninguém», disse Ibaneis à Folha de S. Paulo após ser procurado pela imprensa para tratar do despacho dado por Bolsonaro, que contrariou o esquema de segurança já anteriormente previsto pela Secretaria de Segurança Pública do Distrito Federal (SSP-DF).
Em meio à queda de braço pública entre o chefe do Executivo federal e o emedebista, militares do Exército chegaram a cadastrar, durante o dia de terça, uma média de 60 veículos que supostamente podem ingressar no espaço nesta quarta.
Cenário
O clima de tensão em relação às comemorações deste ano já vinha se anunciando nos últimos meses por conta das seguidas bravatas de Bolsonaro contra o Judiciário e o sistema democrático. O presidente convocou apoiadores a se mobilizarem em sua defesa neste feriado, em uma iniciativa que tem como cenário diferentes ações do Supremo que contrariam a gestão. O destaque mais recente é a decisão do ministro Edson Fachin de limitar os decretos de armas assinados pelo ex-capitão, que ampliaram o acesso a armas de fogo no país. A decisão foi dada na segunda (5).
Em 2021, o evento do 7 de Setembro serviu de palanque para o presidente, mais uma vez, atacar ministros do Supremo Tribunal Federal (STF) e tentar se promover política e midiaticamente. Agora, diante do cenário pré-eleitoral e com o ex-capitão sendo superado pelo ex-presidente Lula (PT) em todas as pesquisas de intenção de voto, o mundo político aguarda com atenção os próximos passos de Bolsonaro para saber se o chefe do Executivo irá abrandar o discurso em relação ao ano passado ou se irá dobrar a aposta e esticar ainda mais a corda da crise institucional nas vésperas do pleito
O evento está agendado para iniciar às 9 horas e contará com mais de 3 mil militares. Além das tropas, a programação inclui a presença de alunos de colégios militares e das escolas públicas da capital, desfile de veículos blindados e aeronaves.
STF
Um dos elementos que mais chamaram a atenção no ambiente político desde a noite de segunda-feira em Brasília foi o rígido cercamento do prédio do STF, que este ano está submetido a um esquema de segurança ainda mais duro, por conta dos ataques à Corte. Na terça, por exemplo, mesmo com uma agenda entre o presidente do Senado, Rodrigo Pacheco (PSD-MG), e o ministro Luís Roberto Barroso para tratar do piso nacional da enfermagem, a Corte decretou ponto facultativo e proibiu o acesso de jornalistas e até mesmo de servidores ao prédio.
O esquema é semelhante ao que foi feito no ano passado, quando o STF também isolou o prédio nas vésperas do 7 de Setembro, mas é ainda mais rigoroso desta vez. Será empregada, por exemplo, uma equipe exclusiva da tropa de choque da Polícia Militar especialmente para proteger o prédio da Corte, que entrou na mira de bolsonaristas principalmente depois de junho de 2020, quando um grupo de extremistas apoiadores do presidente Jair Bolsonaro (PL) chegou a jogar fogos de artifício contra o prédio do Supremo, inaugurando, na ocasião, mais um capítulo da crise institucional.
Este ano há blocos de concreto espalhados a uma certa distância do STF para garantir uma corrente de isolamento da Corte e também uma barreira antidrone que será testada experimentalmente pela segurança.
“Lembremos que nós temos um presidente que ameaça abertamente o STF, que se recusa a cumprir decisões, chama ministro de ‘canalha’. Isso não é normal, e é evidente que cria instabilidade. Existe uma dúvida, por exemplo, em relação à postura das Forças Armadas, que estão se prestando a esse papel de agente político, então, eu diria que isso não pode ser desprezado. De fato, a Corte não está numa posição confortável, o que não é bom pra democracia”, observa o professor Pablo Holmes, do Instituto de Ciência Política da Universidade de Brasília (Ipol-UnB).
O pesquisador pondera, no entanto, as chances de Bolsonaro expandir ainda mais as arestas que resguardam os limites constitucionais entre os Três Poderes para efetivar uma aventura golpista, prometida desde os últimos anos: “Eu diria que o presidente não tem essa força toda, mas a verdade é que a gente não sabe. Não acho que haja risco de uma ruptura exatamente porque não há apoio pra tanto do ponto de vista político, mas, claro, a Corte está sob pressão e o que estamos vendo não é algo natural numa democracia”.
O cercamento da Corte – que se refletiu nos ministérios como um todo, onde também foi fixado ponto facultativo na terça – provocou grandes alterações no fluxo do trânsito na capital federal nas imediações do Congresso Nacional, do Palácio do Planalto e do STF, tríade que concentra o maior contingente do funcionalismo público federal na cidade.
A pesquisadora Carla Guareschi, do grupo de estudo Democracia e Desigualdade, do Instituto Ipol-UnB, vê um aspecto físico de proteção do patrimônio e das pessoas que frequentam o ambiente do Supremo e também um aspecto simbólico na iniciativa do Supremo.
“O Judiciário tem a característica de se ver menos envolvido nesse processo. Acho que, pela forma como os poderes são repartidos, o Executivo e o Legislativo sempre souberam, de alguma forma, lidar com essa tensão. Já o Judiciário, por essência, tem outra finalidade. E ele é trazido, por conveniência do discurso golpista, pro centro desse cenário, ainda que não seja o papel institucional com o qual o Poder Judiciário lida”, acrescenta.
“Cenário de golpe”
Ao resgatar na memória os fatos que se sucederam no 7 de Setembro de 2021 e observar as cenas atuais, o professor aposentado do Departamento de Ciência Política da Universidade de São Paulo (USP) Paulo Sérgio Pinheiro enxerga na iniciativa de superblindagem da Esplanada e do Supremo um “cenário de golpe”.
“É a decadência em termos de sistema democrático quando o STF, primeiro, tem que se defender de uma eventual invasão. E, além da proteção policial que eles tiveram no 7 de Setembro passado, hoje se fala num esquema de evacuação para retirá-los do Supremo caso ele seja invadido. Isso é um péssimo sinal em termos do que se pretende fazer efetivamente no 7 de Setembro”, critica Pinheiro, que também foi ministro da Secretaria de Estado de Direitos Humanos do governo Fernando Henrique Cardoso (PSDB).
“Invadir um poder da República é algo absolutamente inaceitável e, se isso vier a ocorrer, é um sinal de alarme para a resistência a essa tentativa de desestabilizar o sistema democrático”, acrescenta o intelectual.
Pinheiro exalta a conduta que a Corte tem apresentado até aqui durante os capítulos que acentuaram a crise institucional nessas últimas semanas. Ele acredita que a calibragem da postura do Judiciário tem se mostrado à altura das principais ameaças que se avizinham do pleito de outubro.
“O Moraes determinou a prisão daqueles empresários [que ameaçaram o país de um golpe] e não fez só prender esse pessoal por fake news, não. Eles são os financiadores desses atos antidemocráticos. Muita coisa que a gente vai ver nesta quarta em Copacabana ou Brasília está sendo financiada por empresários. Nós esperamos que ele continue com a coragem que tem demonstrado desde a sua posse, assim como também o Fachin, que está sendo criticado pela Taurus, que é a financiadora da morte porque fabrica o armamento vendido aqui.”
Lula esperanzado en ganar presidencia de Brasil en primera vuelta
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del Partido de los Trabajadores (PT), manifestó ayer esperanza en que puede ganar en la primera ronda de las elecciones del 2 de octubre en Brasil.
«No tengo por qué tener vergüenza de intentar ganar en la primera vuelta. ¿Si el que tiene un cinco por ciento (de favoritismo en las encuestas) sueña en alcanzar un 40 por ciento, por qué quien tiene más del 40 por ciento no puede soñar en tener otro poquito y ganar en la primera vuelta?», se preguntó Lula en un discurso abierto a la prensa.
Reafirmó su expectativa de una victoria en esa ronda, pero señaló que sufre ataques no solo de su principal oponente, el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, sino también de otros candidatos.
Pese a no ser citado por Lula, el exministro Ciro Gomes, postulante al poder por el Partido Democrático Trabalhista, es visto por la campaña PT como «línea auxiliar de Bolsonaro» y causa incomodidad entre sus propios votantes.
El exdirigente obrero aseguró que no quería bajar el nivel de la campaña y reconoció que de todas las elecciones «esta parecía ser la más difícil, porque estamos compitiendo contra alguien que no conoce ninguna práctica democrática».
Insistió en que se compite con alguien que trabaja en la base de noticias falsas todos los días. «Y nosotros también estamos compitiendo con los adversarios que resolvieron intentar atacarnos tanto como nuestro opositor más importante», refirió.
No necesitamos hacer juego de forma despreciable. «Tenemos que intentar discutir los asuntos que interesan al pueblo brasileño. El pueblo quiere resolver el problema de su deuda, de su desempleo, de acabar con la economía informal y el pueblo quiere volver a sonreír y a comer en ese país», expresó.
Recalcó que la campaña electoral «no solo tiene que ser victoriosa, sino tener una marca de participación popular y social, y eso es lo que sabemos hacer, lo hemos hecho y tenemos que hacerlo hasta el 2 de octubre».
Nuevamente el abanderado presidencial favorito hacia las urnas repitió que no caerá en la provocación y ataques de opositores. «Continúo con la misma tranquilidad del primer día… Voy a seguir tratando de decirle a la gente que es posible reconstruir este país y otro país es posible», subrayó.
Lula, con un 44 por ciento de los votos válidos, mantiene una visible ventaja en la carrera rumbo a la votación, según una nueva encuesta publicada ayer.
Elaborado por el instituto de Inteligencia en Pesquisa y Consultoría Estratégica, el sondeo ubica después del fundador del PT, con 13 puntos de diferencia, a Bolsonaro, aspirante del Partido Liberal (31 por ciento de respaldo).