Chile | Arrasó el Rechazo con casi el 62% y Boric propone un nuevo proceso constituyente
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Plebiscito Constitucional: Apruebo triunfó solo en ocho comunas del país
Un holgado triunfo obtuvo la opción que planteaba rechazar la propuesta de Nueva Constitución, tras el plebiscito de salida con voto obligatorio que preguntó a los chilenos si aprobaban o no el texto emanado de la primera Convención Constitucional del país. Sin embargo, hubo ocho comunas en las que el Apruebo se impuso por un estrecho margen.
El triunfo del Rechazo fue transversal, en todas las regiones del país, y en el global alcanzó un 61,8% de las preferencias contra un 38,1% del Apruebo. En la región Metropolitana, donde en los últimos años la centroizquierda y la izquierda habían obtenido las principales mayorías, también ganó la opción Rechazo, con una diferencia de 55,26% contra un 44,74%.
De todos modos, hubo algunas comunas en las que ganó el Apruebo. Se trata de Ñuñoa, Puente Alto, Pedro Aguirre Cerda, Maipú y San Joaquín, en la Metropolitana, y San Antonio, Juan Fernández e Isla de Pascua, en la Región de Valparaíso.
En Ñuñoa, el Apruebo obtuvo 84.712 votos correspondientes al 50,41% del total, mientras que el Rechazo sacó 83.326 sufragios equivalentes al 49,59% de las preferencias.
Una situación similar se vivió en Puente Alto, donde el Apruebo logró 181.416 votos equivalentes al 50,97% de las preferencias. En tanto, el Rechazo obtuvo 174.519 sufragios correspondientes al 49,03% de los votos.
En Pedro Aguirre Cerda la diferencia fue más notoria, El Apruebo se quedó con 42.015 votos (54,85%) y el Rechazo con 34.583 (45,15%).
Los resultados en Maipú también dieron como ganadora a la opción Apruebo con 178.898 votos (51,15%) versus los 170.877 votantes que eligieron el Rechazo (48,85%).
En San Joaquín también hubo un amplio margen. El Apruebo obtuvo 36.580 preferencias (53,88%) y el Rechazo 31.313 (46,12%).
En Juan Fernández el triunfo del Apruebo fue contundente. Sacó 315 votos (58,23%) contra los 226 del Rechazo (41,77%).
En San Antonio, el Apruebo se declaró vencedor con 34.195 votos (50,02%) versus los 34.167 sufragios para el Rechazo (49,98%).
Finalmente, en Isla de Pascua, el Apruebo se impuso con 2.194 votos (55,57%) versus los 1.754 del Rechazo (44,43%).
“Nuevo itinerario constituyente” y cambio de gabinete: Las claves del discurso de Boric
Por Samuel Romo
Poco antes de las 21 horas el Presidente de la República Gabriel Boric entregó un mensaje tras el contundente triunfo del Rechazo en el Plebiscito y apeló a la unidad de todos los sectores para abrir un nuevo itinerario constituyente, donde -acotó- el Congreso deberá tener un rol “protagonista”.
«El pueblo no quedó satisfecho con la propuesta de nueva Constitución que la Convención le presentó a Chile y decidió rechazarla de manera clara en las urnas», dijo el mandatario en un discurso en La Moneda, flanqueado por dos banderas chilenas y que cerró con un “Viva Chile”.
En un resultado que ni siquiera era esperado por sus adherentes, el Rechazo se impuso con un 61,88% y Apruebo se queda en 38,12%, de acuerdo con el Reporte con el 99,40% informado por el Servicio Electoral (Servel).
Tras el rechazo a la propuesta elaborada por la Convención Constitucional, Boric no solo adelantó que el país debe avanzar en un nuevo “itinerario constituyente” sino además asumió desafíos inmediatos, al anunciar que se viene desafíos que “requerirán ajustes en nuestros equipos”.
De este modo, el mandatario confirmó que viene un cambio de gabinete, una tesis que se ha venido instalando con fuerza en las últimas horas, con nombres de los potenciales ministros salientes circulando.
Al mismo tiempo, comprometió que el Ejecutivo no dejará de lado las demandas inmediatas, al plantear que “pueden tener la tranquilidad que el camino a una nueva Constitución jamás será obstáculo para dar respuestas a las urgencias que ustedes nos han planteado”.
«Sabemos que los desafíos de nuestro país no se agotan en la cuestión constitucional», aseguró, aludiendo a temas como la seguridad o la inflación que dominan la agenda ciudadana.
El llamado del mandatario
En su discurso, el mandatario aludió a su sector, pidiendo “autocrítica”, y asumiendo que “hay que escuchar la voz del pueblo”. Pero en un llamado a todos los sectores, Boric dijo que el resultado de las urnas “exige a nuestras instituciones que trabajemos hasta arribar a una propuesta que nos interprete a todos. Que dé confianza”.
En este contexto, el mandatario pidió dejar atrás el “maximalismo, la violencia y la intolerancia”, las cuales deben “quedar definitivamente a un lado” apuntó.
Así, recalcó que los chilenos han decidido una “nueva oportunidad para encontramos y debemos estar a la altura”. “No podemos dejar pasar el tiempo y enfrascarnos en polémicas interminables”, aseguró.
Al hacer un llamado a todos los sectores, Boric indicó que “me comprometo a poner todo de mi parte para construir en conjunto con el Congreso y la sociedad civil, un nuevo itinerario constituyente”.
El mandatario puso urgencia a esta tarea, y pidió llegar a un acuerdo “a la brevedad” respecto a los “plazos y bordes” de este nuevo proceso constitucional. Dicho camino comienza este lunes con la reunión con los presidentes de ambas Cámaras del Congreso para avanzar en este tema.
En este escenario, Boric hizo un claro guiño al Legislativo, al señalar que será un proceso “donde el Congreso Nacional deberá ser el gran protagonista”.
Pero en este desafío, el gobernante acotó que “no olvidemos por qué llegamos hasta aquí”, y recordó que “ese malestar sigue latente”.
«Este 4 de septiembre la democracia chilena sale más robusta. Así lo ha visto y reconocido el mundo entero: un país que en sus momentos más difíciles opta por el diálogo y los acuerdos para superar sus fracturas y dolores. Y de esto compatriotas, debemos estar profundamente orgullosos», remarcó también.
Lea el discurso completo del Presidente acá:
Chile Vamos disponible a continuar el proceso constituyente «pero no a cualquier forma»
Tras el triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida, los partidos de Chile Vamos se manifestaron «disponibles» a continuar con el proceso constituyente, aunque pidieron al Ejecutivo terminar con la «improvisación».
El presidente de RN, Francisco Chahuán, sostuvo que «el proceso constituyente no ha terminado y nosotros vamos a cumplir la palabra empeñada, vamos a cumplir nuestro compromiso con Chile (…) el proyecto que apoyó e impulsó el Presidente Boric hoy día fue derrotado por la ciudadanía, en términos de que los ciudadanos no quieren que nos dividan».
«Los chilenos no queremos un Estado debilitado para combatir el narcotráfico o un Estado debilitado para combatir el terrorismo en la Macrozona Sur», añadió.
Chahuán sostuvo que «le pido al gobierno y le pido al Presidente Boric, menos improvisación. Los tiempos y las formas son importantes y por lo tanto, Chile Vamos está disponible para continuar con nuestro proceso constituyente, pero no a cualquier forma, no podemos equivocarnos de nuevo con improvisaciones».
La presidenta de Evópoli, Luz Poblete, dijo que «los políticos tienen hoy día una tremenda oportunidad, Chile les ha dado una segunda oportunidad. La reivindicación de la política tiene que ser ahora y eso es ponerse a trabajar por todos los chilenos y chilenas».
Comandos del Apruebo: «El proceso constitucional debe continuar de manera firme y decidida»
Confirmado el rotundo fracaso en el Plebiscito Constitucional, los comandos del Apruebo reconocieron el resultado y realizaron un llamado a continuar con el proceso a una nueva Constitución, recalcando el liderazgo del Gobierno para ese objetivo.
«Hemos escuchado la voluntad mayoritaria de Chile y lo hacemos con humildad. La mayoría de la ciudadanía se ha manifestado y a pesar del vivo anhelo por tener una nueva Constitución, ha rechazado la propuesta de la Convención Constitucional. Como país merecemos tener una nueva Constitución que contenga el sentir mayoritario del pueblo de Chile», dijo el diputado Vlado Mirosevic (PL).
Por su parte, el senador Juan Ignacio Latorre (RD) leyó una declaración pública a nombre de todos los partidos que apoyaron el Apruebo, donde recalcaron que «el proceso constitucional no ha terminado y el llamado del plebiscito de octubre de 2020 debe continuar de manera firme y decidida».
«Comprometemos nuestra firme decisión y convicción en continuar ese camino bajo el liderazgo del presidente Gabriel Boric, que debe encabezar este mandato institucional», señala la declaración, agregando un llamado al diálogo con todas las fuerzas políticas disponibles para ese objetivo.
En la misma línea, la diputada Karol Cariola (PC) declaró: «Queremos hacerles un llamado a la calma, a estar orgullosos del trabajo realizado, porque lo dimos todo. A la vez señalamos que la manifestación mayoritaria del plebiscito del 25 de octubre sigue vigente».
«La decisión de dotarnos de una nueva Constitución hoy sigue vigente y ha sido reconocida por los representantes incluso del Rechazo. Le prometieron al país que la Constitución del abuso y la dictadura quedará en el pasado, le han dado su palabra a todo Chile, que impulsarán una nueva Constitución a la brevedad. Este desafío por materializar los cambios estructurales sigue en pie y no renunciaremos a ello», destacó la diputada Cariola.
El «Rechazo» gana en Chile: 4 posibles escenarios para modificar la Constitución de 1980
Por Guillermo D. Olmo
Chile vuelve a la casilla de salida.
Apenas tres años después del estallido social que llevó a un acuerdo para convocar el proceso para elaborar una nueva Constitución, el triunfo del rechazo en el plebiscito de este domingo, por un margen mayor incluso al pronosticado por las encuestas, supone un problema político mayúsculo para el presidente Gabriel Boric y deja al país en un laberinto.
El proyecto constitucional elaborado por la Convención Constituyente convocada a tal fin se queda en eso, en proyecto, y la Constitución aprobada por el régimen militar del general Augusto Pinochet en 1980 se mantiene en vigor.
Pero según Paula Molina, colaboradora de BBC Mundo en Santiago, «en Chile rige la Constitución de 1980, pero tiene una herida mortal si consideramos que en 2020 el 78% votó por un cambio constitucional y tanto el gobierno como la oposición política se han comprometido con seguir el proceso constituyente».
SI los chilenos dijeron hace dos años que querían una nueva Constitución, y ahora han dicho que no a esta. ¿Qué hacer entonces?
Boric reconoció el «contundente» resultado del referéndum y propuso «un nuevo itinerario constituyente». Pero no se presenta como una tarea sencilla.
Gabriel Negretto, politólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, le dijo a BBC Mundo que «para iniciar el proceso de reforma que ahora ha terminado se alcanzó un gran acuerdo en el Congreso para introducir una enmienda a la actual Constitución que abriera una vía a su reemplazo por una nueva Constitución, pero nadie contempló que esa vía fracasara, por lo que ahora hay que diseñar un nuevo camino y no va a resultar nada fácil».
Por tanto, Chile busca un plan B para completar su complejo y por ahora incompleto camino a una nueva norma fundamental. Estas son algunas posibilidades.
1. Otra convención, la vía favorita de Boric
La figura de Boric está estrechamente ligada a las protestas que condujeron al intento de dotar a Chile de una nueva Constitución.
El joven diputado y antigua activista estudiantil emergió como líder desde el heterogéneo movimiento que exigía una profunda renovación de las instituciones chilenas, y luego fue clave en el gran acuerdo político para buscar una solución en el proceso constituyente. El contundente triunfo del rechazo es interpretado unánimemente como un revés al presidente, que queda obligado a tomar la iniciativa.
El presidente planteó pocos días antes del referéndum que, de triunfar el rechazo, impulsaría la convocatoria de una nueva Convención Constituyente que elabore otro proyecto.
Al fin y al cabo, casi un 80% de los chilenos votaron en octubre de 2020 que querían una nueva Constitución para su país y que fuera una Convención la que la redactara. En ese sentido, la idea de la Convención cuenta con legitimidad. Pero la inesperada amplitud del triunfo del rechazo ha abierto grietas incluso en esta certeza.
Por tanto, no son pocos los obstáculos que enfrentaría el intento de una nueva Convención.
Los analistas coinciden en detectar un agotamiento del electorado ante el debate sobre el proceso constitucional, agravado además por los retrasos provocados por la llegada de la pandemia. Así que quizá la idea de otras elecciones para elegir nuevos constituyentes y de nuevo completar el largo y polémico proceso hasta otro referéndum de aprobación no suscite el entusiasmo popular.
Y hay un escollo aún mayor: la actual composición del Congreso chileno.
Boric no puede convocar la elección a una nueva Convención sin pasar por el Congreso y este es el Congreso más fragmentado de la historia reciente.
Como ni el oficialismo ni la oposición cuentan con una mayoría suficiente para imponer sus tesis, se impone la búsqueda de acuerdos y ni la situación creada ni la polarización actual de la política chilena los favorecen.
Negretto cree que el hecho de que Boric anunciara su apuesta por una nueva Convención solo unos días antes de la votación tenía un doble objetivo.
«Por una parte, lanzaba a los votantes la idea de que votar por el rechazo tenía un costo, el de volver a recorrer todo el proceso, y por la otra advertía a los partidos de la derecha y del centro-derecha de que no van a ser ellos los que piloten desde el Congreso el nuevo proceso constituyente».
Boric se reunió la semana pasada con los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados. Según informaron los medios locales, la conversación giró en torno a la necesidad de impulsar una salida rápida al callejón en el que la victoria del rechazo deja al país.
Un resquicio de salida podría estar en una reciente decisión del Congreso. Conscientes de que las encuestas apuntaban a un rechazo al texto constitucional y al escenario en que ahora se encuentra el país, la mayoría de grupos en el Congreso aprobaron hace pocas semanas rebajar a cuatro séptimos de los legisladores el quórum necesario para modificar la Constitución de 1980, muy restrictiva en sus disposiciones sobre su propia reforma.
Al presidente le gustaría una vía exprés a una nueva Convención y una nueva Constitución, pero ni la velocidad ni el rumbo dependen solo de él.
«El Congreso nacional deberá ser el gran protagonista», dijo este domingo.
2. Una comisión de expertos
En las semanas previas a la votación del domingo, partidarios y detractores del proyecto constitucional han defendido en artículos de prensa y declaraciones públicas sus tesis y sugerido posibles vías de salida si ganaba el rechazo.
Una de las que ha circulado es la formación de una comisión de expertos que se encargaría de redactar un nuevo proyecto constitucional sin tener que pasar por la elección y los debates de una nueva Convención Constituyente.
La Convención anterior arrancó sus trabajos en medio de una clima de respaldo general, con artículos publicados dentro y fuera de Chile que destacaban la paridad entre hombres y mujeres en su composición y la amplia presencia de figuras independientes ajenas a la política. Su carácter feminista y progresista fue ampliamente elogiado.
Pero algunos escándalos durante sus trabajos y un proyecto constitucional que, según ha mostrado el referéndum, no ha cumplido lo que esperaba la mayoría de los chilenos, han llevado a que algunos piensen que sería mejor que la tarea se encargara ahora a figuras respetables procedentes del ámbito político y académico.
De esta manera se limarían algunos de los aspectos más novedosos y polémicos del proyecto constitucional anterior, como la definición de Chile como un Estado plurinacional o el reconocimiento de una jurisdicción especial para los pueblos indígenas.
Según la mayoría de análisis, han sido estos aspectos lo que muchos votantes han considerado excesivos. Algunos resultaron tan alarmantes incluso para las fuerzas de izquierda moderada que el propio Boric se comprometió a introducir reformas una vez aprobada la Constitución.
Pero tampoco la propuesta de un grupo reducido de expertos convence a todos.
Paula Molina, la colaboradora de BBC Mundo, recuerda que «cuando se votó por el órgano de cambio constitucional, se optó en un 79% por una Convención, que además se conformó con paridad, voces independientes y representación indígena, por lo que sería muy extraño avanzar en una dirección completamente opuesta y optar ahora por una comisión reducida».
3. Reformas parciales a la Constitución de 1980
«Chile es un país muy legalista, en el que hace tiempo se asumió que todo cambio debe nacer de la legalidad vigente, y en el escenario actual cualquier solución pasa por el Congreso», indica Negretto.
Esta instancia será protagonista en la etapa que se abre ahora y no puede descartarse que, si las diferencias entre el oficialismo y los partidos a favor de la aprobación con la derecha, el centro derecha e incluso con la izquierda moderada persisten, acabe optándose por buscar reformas parciales a la Constitución vigente mediante votaciones en el Congreso.
Al fin y al cabo, ya sufrió importantes modificaciones en 2005, durante la presidencia de Ricardo Lagos, cuando se suprimieron los llamados «enclaves autoritarios» legados por el régimen militar. Además, no hay una obligación para nadie de derogarla.
Pero la norma vigente padece lo que algunos analistas califican de «vicio de legitimidad» por su origen pinochetista, por lo que amplios sectores, especialmente en el seno de la coalición Apruebo Dignidad que lidera Boric, y otros más a la izquierda, probablemente no se conformen con solo unos retoques que además deberían ser arduamente negociados con sus rivales a la derecha del arco político.
Además, una nueva Constitución es un viejo anhelo para muchos chilenos. De hecho, la socialista Michelle Bachelet intentó impulsar una al final de su segundo gobierno, pero la iniciativa fue abandonada con la llegada a la moneda de Sebastián Piñera, del centro-derecha.
Cabe recordar además que en 2020 casi el 80% de los chilenos votó por buscar una nueva Constitución.
4. Todo sigue igual
La nueva Constitución fue una de las banderas que llevaron a Boric al Palacio de la Moneda, pero el rechazo al proyecto elaborado por la Convención Constituyente agrava el desgaste del presidente, que en los pocos meses que lleva en el cargo ha visto caer notablemente su popularidad.
Negretto advierte de que «el capital político tiene límites y Boric ya está perdiendo mucho».
«Si la inflación sigue disparada, aumenta la criminalidad y se recrudece el conflicto en La Araucanía (sur), podría ser que sus prioridades cambiaran y que la nueva Constitución acabe postergada».
El experto cree que algunos de los partidos de derecha que abogaron por el rechazo pero que no han cuestionado la necesidad de una nueva Constitución, especialmente el Partido Republicano de José Antonio Kast, rival de Boric en las últimas elecciones, podrían ahora defender abiertamente el mantenimiento de la Constitución de 1980.
«Hay miembros del partido de Kast que prefieren la Constitución del 80, aunque no lo declaren, y habrá que ver cómo se organizan los grupos a lo interno tras el resultado del referéndum», opina Negretto.
Pero las encuestas muestran que incluso entre quienes votaron por el rechazo quieren una nueva Constitución, lo que dificulta que algún partido se posicione abiertamente en defensa de mantener la anterior sin cambios.
Varios destacados dirigentes del bloque del rechazo han manifestado su compromiso con la continuidad del proceso constituyente iniciado pese a su desacuerdo con el proyecto elaborado por la última convención.
Lo único claro para Negretto es que el triunfo del rechazo «profundiza y alarga la incertidumbre». Chile sigue en busca de una nueva Constitución.