Análisis del panorama internacional
Se desaceleraron con fuerza las exportaciones chinas y se estancaron las compras en el exterior
El crecimiento de las exportaciones de China se desaceleró fuertemente durante agosto como consecuencia del estancamiento de su economía doméstica y de las perspectivas globales negativas. Así lo indican los datos informados por la Administración Nacional de Aduanas del país. Según el organismo, las ventas al exterior medidas en dólares registraron una expansión del 7,1% interanual, muy por debajo del 18% que se registró en julio.
Por su parte, y siempre según las estadísticas oficiales, las importaciones se mantuvieron estancadas. Exhibieron en agosto un incremento de apenas el 0,3%, luego de haber crecido un 2,3% de julio, un dato que podría afectar a los países proveedores de commodities, como Argentina, Brasil y Australia; o bien de manufacturas, como Alemania y Corea del Sur.
En los hechos, la desaceleración del comercio exterior chino fue superior a la prevista por los analistas, quienes esperaban un aumento de las exportaciones e importaciones del 13% y el 1,1%, respectivamente.
Con relación al panorama interno, la económica en China se encuentra impactada por la “política cero-covid” decidida por el gobierno, lo que ha afectado la actividad de las fábricas y el consumo de los hogares. Al mismo tiempo, la industria, especialmente la localizada en el sudoeste del país, también sufre cortes periódicos y racionamientos de energía, un intento por contrarrestar la sequía que afecta las reservas de las plantas hidroeléctricas.
En ese contexto, también caracterizado los persistentes problemas en las cadenas de suministros y la crisis del mercado inmobiliario, la actividad industrial registró la segunda contracción mensual consecutiva en agosto, según informó la semana pasada el Buró Nacional de Estadísticas. Factores negativos que se suman a una menor demanda global ante la amenaza de una recesión tanto en Estados Unidos como en Europa.
En declaraciones recogidas por la agencia de noticias AFP, Zhan Zhiwei, economista de Pinpoint Asset Management, previó que las exportaciones continuarán “en un solo digito para lo que resta del año”; mientras que Michael Hewson, de CMC Markets, afirmó que los datos de agosto evidencian que la meta de crecimiento anual del 5,5% que se propuso Bejing para este años “está más lejos que nunca” y que “con suerte llegará a la mitad de esa cifra”.
Si bien el Gobierno chino ha anunciado diversas medidas para intentar estimular la economía durante el último mes -como recortes en las tasas de interés y paquetes de fondos para obras de infraestructura-, los analistas las consideran insuficientes y se mantienen pesimistas de cara a los próximos meses. “Los hogares de Estados Unidos y Europa occidental se ven impactados por la suba de los precios de la energía y el endurecimiento de la política monetaria, por lo que la demanda de las manufacturas chinas se seguirá enfriando”, opinó Rajiv Biswas, economista de Standard & Poor’s.
Las opiniones coinciden en que el PIB del país se expandirá entre el 2,5% y 3,5% durante este año. En ese marco, la banca de inversión Nomura redujo su previsión del 2,8% al 2,7%, sumándose así a las proyecciones de los bancos Citi y Goldman Sachs, los cuales también recortaron sus pronósticos en los últimos meses.
Entre los datos que se desprenden del informe de la Administración de Nacional de Aduanas sobresalen los destinos de las ventas al exterior, que hablan de una reorientación del comercio exterior y del creciente aumento de los flujos bilaterales con Rusia, que se aceleraron en agosto en comparación con el mes anterior, lo que contrasta con los flujos más lentos con otros socios.
Los números oficiales dan cuenta en agosto de una baja del 3,8% de los despachos a Estados Unidos, la primera reducción desde mayo de 2020, y de un aumento del 11,1% y del 26,5% de los destinados a la Unión Europea y Rusia, respectivamente. En el último de los casos, un cada vez importante proveedor de petróleo, gas, carbón y productos agrícolas para China.
Los datos de la Administración Nacional de Aduanas confirman las previsiones de los analistas: Rusia fue el principal proveedor de petróleo de China por tercer mes en julio, y se espera que los datos de agosto confirmen la tendencia. En especial luego que el presidente Vladimir Putin precisara que la demanda china de energía rusa estaba aumentando y tras el acuerdo firmado por Gazprom para comenzar a cambiar los pagos por el suministro a yuanes y rublos.
La importancia que han adquirido en el plano geopolítico las relaciones entre Moscú y Beijing se nota claramente en el flujo comercial. En los primeros ocho meses de este año, el comercio bilateral aumentó un 31,4 % y alcanzó un total de US$ 117.200 millones. Relación que se espera tome un mayor impulso tras la reunión que mantendrá Putin y su homólogo ruso, Xi Jinping, los días jueves y viernes de la próxima semana en Samarcanda, la capital de Uzbekistán.
El encuentro, que será la primera salida del mandatario chino desde que se declaró la pandemia, sucederá al que ya mantuvieron poco antes de los Juegos Olímpicos de Invierno que organizó Beijing. En esta ocasión, ambos presidentes se reunirán en el marco de nueva cumbre regional de la Organización de Cooperación de Shangái, según anunció la diplomacia rusa, foro que agrupa a China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán, India y Pakistán.
El anuncio lo concretó el embajador ruso en Beijing, Andréi Denisov. “Estamos preparando una reunión seria y llena de contenido, y trabajando en una agenda detallada con nuestros socios chinos. Ambos presidentes tienen mucho para hablar, tanto a nivel bilateral como de problemas internacionales», dijo el diplomático, según las agencias rusas Ria-Novosti y Tass.
«Los países de Occidente, en su tentativa de cambiar la marcha de la historia, socavaron los cimientos clave del sistema económico mundial que se construyó durante siglos. Se ha perdido la confianza en el dólar, el euro y la libra como divisas con las que se podían hacer transacciones, guardar reservas y nominar los activos. Rusia ha decidido distanciarse de esas divisas cuestionadas y poco fiables», dijo Putin. Una señal que anticipa un nuevo impulso de la relación comercial entre ambos países.
¿Recesión mundial?
Gabriel Loza Tellería*
Los datos recientes de las economías avanzadas sobre el crecimiento del PIB no son alentadores. Así, aunque no lo admita oficialmente el Gobierno de Estados Unidos, ha disminuido en forma consecutiva la tasa de crecimiento del PIB en -1,6% y -0,6% en el primer y segundo trimestre de este año, lo que correspondería a la definición tradicional de recesión técnica. No obstante, la tasa de desempleo a agosto de 2022 está todavía muy baja, de 3,7%, similar al nivel pre crisis del 2019, siendo el indicador más relevante de la actividad económica.
La Unión Europea todavía se mantiene en un terreno positivo aunque con tasas trimestrales bajísimas del PIB del orden del 0,6% en el primer y segundo trimestre bordeando el estancamiento, mientras que Alemania está más cerca del precipicio con un crecimiento del PIB de 0,1% en el segundo trimestre. En cambio, el Reino Unido habría iniciado su trayectoria de recesión al registrar en el segundo trimestre una caída del PIB de -0,1%.
Lo que sorprendió es la caída en el segundo trimestre del PIB de China de 2,6% por las implicancias que tiene en el comercio mundial, especialmente para la región de América Latina y el Caribe, por la caída de su demanda de commodities. Lo que se esperaba era una desaceleración debido a los efectos de la extremada cuarentena en Shanghái y el cierre de puertos. El FMI incluso había proyectado para todo el 2022 un crecimiento del 3,3% luego de solo un recorte de sus perspectivas en 1%. No hay que olvidar que durante la crisis del COVID fue la única economía grande que creció en 2,2%.
En la región, Chile habría entrado a una recesión técnica al registrar en el primer trimestre una disminución de 0,6% de la tasa de crecimiento del PIB y en el segundo trimestre de -0,1%. La CEPAL espera un crecimiento para 2022 para la región de más del 2%.
A nivel de la economía mundial, si se utilizara el criterio de recesión técnica por dos trimestres consecutivos se dice que las recesiones mundiales serían muy raras dado el alto crecimiento tendencial de los mercados emergentes, como en la Crisis Financiera de 2009 con una disminución de -0,1% y la Crisis del COVID 19 de 2020, con una caída del 3,1% del PIB mundial.
El FMI adopta reglas menos estrictas para llamar a una recesión global, como el crecimiento del PIB mundial por debajo del 2,5% o el crecimiento negativo del PIB per cápita. En cambio, para la OMC es cuando el producto mundial registra una tasa de crecimiento alrededor del 2%.
Pero si siguen muchas economías experimentando trimestres consecutivos de crecimiento negativo, como parece que es la tendencia, no sería raro que a fin de año podemos terminar con una recesión «global” con un crecimiento del PIB mundial entorno al 2%. Sin embargo, los Ministros de Finanzas del Grupo de los Siete (G7), han estado más preocupados en sancionar a Rusia al imponer un precio máximo al petróleo ruso en un intento por afectar la capacidad de Moscú para financiar la guerra en Ucrania. En contraparte, Rusia dijo que dejaría de vender petróleo a países que impusieran precios máximos como señala BBC Mundo, por lo que los precios del gas natural en todo el mundo se están disparando, y los precios europeos ahora cotizan a lo que sería un equivalente a $ 410 por barril de petróleo crudo, según oilprice.com.
Lo que preocupa es la narrativa de economistas de la talla de Paul Krugman,[1] que dice que es Rusia la que ha hecho “un embargo de facto destinado a presionar a Occidente para que corte el apoyo a Ucrania. Y el resultado ha sido un aumento increíble en los precios del gas en Europa”. Olvida que el Occidente inició las sanciones económicas a Rusia hace seis meses.
Tal como dice Jean Pisani-Ferry en Project Syndicate: “Después de seis meses de sanciones occidentales sin precedentes, la situación económica de Rusia, aunque mala, es posiblemente mejor de lo que la mayoría de los observadores esperaban. Esto no es un buen augurio para el resultado de la guerra financiera de Occidente contra el Kremlin”.
Parece que las potencias solo cuando el malestar de la gente y el estallido social sea incontrolable recién van a tratar de pensar en una Tregua Mundial.
*Expresidente del Banco Central de Bolivia