Sonia Vera abogada del exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas: “Es de justicia que le concedan el hábeas corpus a Jorge Glas. No cumplir con el fallo sería un escándalo internacional”

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Entrevista a Sonia Vera abogada internacional del exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas

Por Raquel Frutos, especial para NODAL

El pasado día 5 de agosto el juez de la región de Portoviejo, Ecuador, Rubén Molina, concedió un recurso de hábeas corpus a favor del ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, por considerar que hay una vulneración a sus derechos de salud e integridad física. Jorge Glas lleva privado de libertad casi 5 años en los que lleva privado de libertad. A esto debemos sumar la presión a la que está siendo sometido a tratos crueles inhumanos y degradantes, ha sido testigo de las masacres penitenciarias en el centro donde se encontraba recluido.

El Gobierno de Ecuador no ha tardado en reaccionar al anuncio de la concesión del recurso de hábeas corpus otorgado el pasado viernes al ex vicepresidente de Ecuador. Según manifestó el presidente Guillermo Lasso, a través de un comunicado compartido en su cuenta de Twitter: “las instituciones del Estado ecuatoriano interpondrán los recursos legales correspondientes”. ¿Qué tiene la defensa de Jorge Glas que decir a esto?

Nos parece inadmisible la intromisión del Estado en decisiones judiciales. Este es el segundo hábeas corpus que se concede a Jorge Glas. El primero, después de 40 días de estar en libertad, fue declarado nulo por interferencias de autoridades estatales y el juez que le otorgó dicho beneficio fue destituido. La concesión del hábeas corpus es la única vía para garantizar los derechos que por ley le corresponden a todo preso, como es la atención a la salud. La negativa por parte del Estado podría ser considerada como tratamiento inhumano y degradante

Ustedes han denunciado ante instancias nacionales e internacionales la situación de Jorge Glas, ¿cree que esta medida podrá mejorar su estado físico?

Pese a que estamos muy contentos por el anuncio de la liberación de Jorge, dado que su estado de salud es extremadamente grave e imposible de tratar en un entorno carcelario, aún debe ejecutarse la medida, y los antecedentes nos llevan a pensar que se podría incumplir con este mandato. De hecho, esta mañana los abogados locales han ido a la prisión con la boleta de excarcelación de Jorge Glas y no han podido tramitarla porque de manera sorpresiva han cambiado al director de la prisión. Nos explican desde Ecuador que estarían tomando medidas disciplinarias también contra el juez que dictó la medida y el médico que firmó el informe que dio pie a la misma.

De hecho, si atendemos a ese informe, que recientemente fue puesto en conocimiento de la opinión pública, el Sr Glas no estaría siendo atendido correctamente en la Cárcel 4 de Quito…

Efectivamente, tal y como explicó el magistrado encargado de la concesión del hábeas corpus, esta medida viene motivada por la vulneración de los derechos a la integridad física y a la salud al haberse justificado sus padecimientos de salud y que los mismos no han sido atendidos de forma especializada e integral en el entorno carcelario. El informe del doctor Luis Amaya, expone entre sus conclusiones que por parte del SNAI así como por parte del Ministerio de Salud Pública “no se puede garantizar una atención adecuada de salud si las herramientas tecnológicas disponibles para hacerlo fallan o no permiten hacerlo”. De hecho, la indisponibilidad de herramientas tecnológicas pueden afectar la calidad y calidez de la atención médica, y afirmaba el Dr. Amaya que en la cárcel donde se encontraba Jorge Glas, “no existen insumos como saturador, tensiómetro, termómetro y otoscopio que son elementales para una atención médica” Es más, en dicho centro, “hay insumos médicos mal calibrados, no hay medicamentos en primer nivel ni en el nivel hospitalario”. De hecho concluía que “las personas de los centros de privación de libertad tienen radicales limitaciones para adquirir medicamentos por su propia cuenta y hay PPL que tienen diagnósticos que escapan de la capacidad resolutiva de medicina general”.

Ustedes requieren atención internacional para este asunto, ¿por qué es tan importante?

La situación de Jorge Glas es insostenible, tanto así que una veeduría internacional de europarlamentarios liderada por Manu Pineda envió ayer un informe preliminar a las autoridades del Europarlamento, alertando sobre la sistemática violación a los derechos de mi defendido, esto con la intención de que sea revisado el cumplimiento de la cláusula democrática dentro del acuerdo comercial entre Ecuador y la UE, por las autoridades europeas, ya que existe una flagrante violación a los derechos humanos de mi cliente. Jorge está sometido a una persecución política que dura ya 5 años. Un claro caso de Lawfare como ha ocurrido con otros mandatarios como Lula da Silva, o el propio Rafael Correa, asilado político en Bélgica. Jorge Glas ha sido sentenciado en dos procesos penales, Odebrecht y Sobornos ante los cuales actualmente ha presentado procesos contenciosos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, mismos que son fuertemente cuestionados desde el punto de vista del derecho internacional de protección de los derechos humanos. Jorge ha tenido varios pronunciamientos a favor dos por la CIDH y uno por el Grupo de trabajo sobre la detención arbitraria, sin embargo, el Estado ecuatoriano ha hecho caso omiso a dichos pronunciamientos, pese a que en Ecuador son vinculantes, también ha inobservado las recomendaciones de sus propios médicos

La flagrante intromisión de autoridades ajenas a las decisiones judiciales en torno al proceso de liberación de Jorge Glas, ha violentando el principio de separación de funciones del Estado y la independencia judicial, esto es contrario a los instrumentos internacionales de protección de los derechos humanos que el Ecuador ha suscrito. El estado de la salud física y mental de Jorge Glas ha tenido una evolución totalmente desfavorable, los síntomas se han agravado, existe evidencia de nuevos síntomas, y los tratamientos que había recibido han sido negligentes, no lograron parar el deterioro de su salud, y esto se ahonda por el entorno carcelario. Jorge Glas requiere un seguimiento médico inaccesible para las personas privadas de la libertad. Jorge Glas ha sido sometido a un trato diferenciado, desigual y discriminatorio. Las condiciones en las que se encuentran no aseguran su bienestar, ni su derecho a la integridad física y psicológica

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