México y Colombia registran la mayor cantidad de víctimas de desapariciones forzadas de América Latina
Por Florencia Fazio
Más de 200.000 personas siguen desaparecidas en México y en Colombia, dos de los países que registran la mayor cantidad de víctimas de desapariciones forzadas de América Latina, una región que según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se enfrenta “a la falta de cifras confiables y a un problema insuficientemente reconocido».
“Existe un perfil muy diverso de personas desaparecidas en diferentes situaciones que marcaron a toda la región. Muchos países siguen marcados por conflictos armados que ocasionaron en el pasado la desaparición de miles de personas», dijo a Télam Susana López, asesora regional de Restablecimiento de Vínculos Familiares y Personas Desaparecidas del CICR en las Américas.
«Tenemos a muchos familiares que siguen buscando respuestas sin saber qué fue lo que pasó con sus seres queridos y algunos llevan más de 30 o 40 años en esta situación”, apuntó.
Entre los motivos de desaparición forzada también se contemplan las situaciones de violencia armada, desastres climáticos, pandemias y agentes migratorios.
A 11 años de la creación del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, declarado por la ONU y celebrado cada 30 de agosto, para López todavía se debe desarrollar en la región un sistema de gestión centralizado.
“Nos enfrentamos a la falta de cifras confiables de personas desaparecidas y a un problema insuficientemente reconocido. En muchos países falta desarrollar sistemas de gestión centralizados para poder abordar bien esta información y diseñar políticas públicas que reduzcan el fenómeno y respondan a las necesidades de las familias», manifestó López.
«Hay sistemas de gestión en algunos países, pero, por lo general, no están conectados. Esto genera que las familias tengan que golpear una infinidad de puertas y solo obtengan información parcial”, evaluó la asesora del CICR, entidad que realiza seguimientos a solicitudes de búsquedas, ofrece asesoramiento a autoridades y acompañamiento a los familiares y que para esta fecha lanzó una campaña global de concientización a través de la música junto a Playing for Change.
En América Latina, uno de los países con mayor cantidad de desaparecidos es México, cuyas cifras oficiales establecen que desde 1964 a mayo pasado, durante gobiernos democráticos, se reportaron 100.000 víctimas de desaparición forzada. De ellas, 25.000 son mujeres y 20.000 tenían menos de 18 años al momento de su desaparición.
En estos últimos tres meses, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas mexicano registró 4.450 desapariciones más.
“Ahora México tiene 105.000 desaparecidos. El comité de la ONU contra la desaparición forzada, que vino a finales de 2021, concluyó que el 60% de las víctimas es menor de 35 años y que las desapariciones en mujeres y niñas ha ido en aumento. Según cifras oficiales, son alrededor de 6 mujeres y niñas al día”, explicó a esta agencia Alejandra Elguero, abogada del centro mexicano ProDH.
Más del 97% de las desapariciones se produjo desde diciembre de 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón instauró un modelo militarizado de seguridad pública que proporcionó el marco de “guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado”. Antes, estos crímenes respondían a motivos políticos.
“La militarización ha probado que no protege los derechos humanos. Hay un vínculo estrecho entre ambos temas. Son cometidas por autoridades de todos los niveles de gobierno y por actores particulares. Imperan la impunidad y la crisis forense, hay solo 36 sentencias por desaparición y 52.000 cuerpos aún sin identificar”, denunció Elguera.
México, pionera en legislación para prevenir este tipo de crímenes, sancionó en 2017 la Ley general en Materia de Desaparición Forzada de Personas que, entre otras cosas, establecía un plazo de dos años para que la Fiscalía creara el Banco Nacional de Datos Forenses. Sin embargo, la institución sigue sin existir.
Otro país que registra cifras alarmantes es Colombia, donde, según su Registro Nacional de Desaparecidos, de 1930 a finales de 2021 hubo 111.658 desapariciones.
“Actualmente son más de 120.000, pero todos los días hay nuevas desapariciones, por lo que no hay cifras exactas. Tampoco figuran los casos que las familias no reportaron por temor o porque ya pasaron muchos años”, relató Rossy Roa Pinilla, directora de la fundación de derechos humanos colombiana Huella de Cristal.
Pese a que Colombia implementó en 2005 el Mecanismo de Búsqueda Urgente, que permite a las autoridades iniciar acciones de búsqueda para encontrar a una persona que presuntamente ha sido desaparecida sin la necesidad de esperar 48 o 72 horas para denunciarla, parece no ser suficiente.
“Tenemos más de 70 años de conflicto. A pesar del acuerdo de paz (firmado en 2016), siguen las disidencias y todavía está activa la guerrilla del ELN. También continúan el reclutamiento forzado y la trata. La mayoría de las desapariciones son de personas jóvenes. La Fiscalía no da abasto con las investigaciones y no hay resultados. Hay mucha desesperación”, manifestó.
En otros países de la región, la mayor cantidad de desapariciones se registró en períodos de dictaduras militares o guerras civiles, como Argentina, que registró 30.000 desaparecidos entre 1976 y 1983, o Guatemala, que reportó unos 45.000 durante 1960 y 1996, o El Salvador, con al menos 8.000 durante la década del 80.
En Perú se reportaron 21.918 personas desaparecidas desde 1980 al final del Gobierno de Alberto Fujimori y, en mayo de 2021, la Comisión Internacional de Juristas informó que apenas 47 casos vinculados a denuncias de desapariciones forzadas en Perú habían tenido una sentencia judicial.