Hallan restos de cuerpos desaparecidos por el incendio en Matanzas aunque no es posible identificarlos
No es posible identificar los restos de las víctimas del incendio en Matanzas
No fue posible identificar de forma absoluta los restos de las víctimas del incendio en la Base de Supertanqueros en Matanzas, afirmó en conferencia de prensa el doctor Jorge González Pérez, quien estuvo al frente del grupo multidisciplinario encargado de la búsqueda e identificación de las 14 personas desaparecidas en el siniestro.
El Presidente de la Sociedad Cubana de Medicina Legal explicó que, como resultado de la labor pericial en los alrededores del tanque 51 (conocido como el dos), se recuperaron 754 pequeños fragmentos óseos, divididos en 14 agrupaciones, que se trasladaron al laboratorio para su caracterización.
También se recuperaron del sitio algunos objetos aislados como linternas, suelas de calzado, un pedazo de cadena, entre otros elementos.
Según el médico legista, para lograr una identificación absoluta existen tres vías: cotejo de huellas, análisis de la dentadura, y ADN; en este caso no procedían las dos primeras, y la última fue también imposible por las altas temperaturas a que fueron sometidos los restos; una conclusión avalada por los expertos internacionales consultados. Es decir, no se puede establecer a qué persona pertenecen.
Antes de que esta información se hiciese pública –aclaró González Pérez– se realizaron entrevistas individuales con todas las familias, cuyas preguntas respecto a la indagación fueron respondidas; ellas agradecieron la honestidad de los científicos y peritos involucrados.
Para ilustrar lo adverso del escenario de investigación, el doctor dijo que se estima que durante el incendio, en su centro, las temperaturas pudieron alcanzar entre los mil y 2 000 grados centígrados; mientras que un horno incinerador de cadáveres reduce a cenizas un cuerpo humano en dos horas, a 800 grados centígrados. Por ello, no encontrar nada fue una de las modelaciones previas.
Se valoró, además, que quizá hubiese quedado algún cuerpo protegido por una estructura derrumbada o bajo líquido. Las indagaciones realizadas arrojaron que en la zona del tanque 51 se encontraban, al momento de la explosión, 30 personas. De ellas se entrevistaron a 15, lo que permitió, de conjunto con los videos facilitados y la información operativa, realizar un primer plano de ubicación de los sujetos y las técnicas.
Al acceder al terreno se tuvieron en cuenta aspectos como la inclinación de la superficie, el flujo de movimiento y la solidificación del crudo (coquificación). Fueron establecidos cuatro cuadrantes, divididos a su vez en sectores y en cuadrículas de cinco por cinco metros. Para trabajar en el coque fueron precisos picos, palas y martillos neumáticos.
El especialista mencionó, entre las diversas autoridades contactadas, a la Red de Ciencia Forense que coordina la Cruz Roja Internacional; y enfatizó en que existe consenso acerca de que es imposible avanzar más con la tecnología que hoy existe en el mundo. Asimismo, destacó la preparación y experticia que existe en Cuba en este tipo de labores.