Colombia: una reforma tributaria que busca la equidad – Por Jorge Iván González

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Colombia: una reforma tributaria que busca la equidad

Jorge Iván González*

Los ambiciosos programas del gobierno Petro relacionados con la transformación energética, el desarrollo de la agricultura, y la consolidación de los servicios sociales, no se pueden hacer sin recursos. Por esta razón el primer proyecto de ley que se presenta al Congreso es el de reforma tributaria. Y a diferencia de las anteriores, Petro le apuesta a la equidad, buscando que quien tenga más pague más.

La reforma tributaria es una prioridad

La reforma se presentó el primer día del gobierno Petro. Este hecho pone en evidencia la importancia que se le atribuye al saneamiento de las finanzas públicas. El desbalance es significativo. Al terminar el 2023, sin reforma, el déficit sería de $76 billones. Esta cifra es gigantesca. Basta compararla con el presupuesto que en el 2023 tendría todo el sector agropecuario, que apenas llega a $1,3 billones. La reforma aspira a conseguir $25 billones.

Dada esta situación es comprensible que el gobierno decida impulsar una reforma tributaria. Se equivoca Restrepo, el exministro de Hacienda de Duque, cuando afirma que la situación fiscal del país no es tan grave y que, por tanto, no se requiere que haya una reforma tributaria. Piensa Restrepo que los anuncios del nuevo equipo económico son demasiado alarmistas porque, en su opinión, la situación no es tan grave.

La opinión de Restrepo es equivocada. Efectivamente se necesita una reforma tributaria que cumpla dos objetivos. Se trata de mejorar la equidad y el recaudo. El logro de ambos propósitos es una tarea compleja y no se agota en la tributaria. Otros instrumentos de política económica también tienen que contribuir a lograr la equidad y los mayores ingresos. Es importante, por ejemplo, consolidar la industria, generar empleo, modernizar la producción agropecuaria, etcétera. Desde esta perspectiva, la reforma tributaria apenas es el primer paso.

Las principales propuestas

Las principales propuestas incluidas en el proyecto de ley son:

Integración de las diferentes
modalidades de ingresos

Actualmente las rentas de las personas se dividen en 4 grupos, y cada uno tiene su propio tratamiento tributario: los ingresos, las pensiones, los dividendos y las ganancias ocasionales. Esta situación va en contra de la equidad porque las personas que viven de los ingresos laborales tienen que pagar más impuestos que quienes reciben dividendos. Para corregir esta asimetría, el proyecto propone integrar en una sola cuenta de renta líquida los diferentes ingresos. De esta manera se evitan los privilegios de quienes reciben rentas de capital.

Aumento progresivo de las tarifas
en función del ingreso

El impuesto a la renta se concentrará en las personas con ingresos brutos superiores a $10 millones mes. Las tarifas son progresivas, y van desde el 6,4 hasta el 25,7 por ciento.

Esta estructura tiene dos ventajas. Primero, no toca a las personas de menor ingreso. Por debajo de $10 millones la tarifa es 0 por ciento. Y, segundo, la tarifa va creciendo a medida que el ingreso aumenta, de esta manera contribuyen más quienes tienen una capacidad de pago más alta.

Reducción de las exenciones
y de los beneficios tributarios

Todos los diagnósticos coinciden en que las exenciones y los beneficios que existen en Colombia son excesivos. Algunos beneficios tienen razón de ser, pero la mayoría no tienen una explicación clara. Uno de los ejemplos notorios de exenciones inadecuadas es el tratamiento favorable que se le hace a zonas francas que no exportan. Tampoco se justifica deducir el IVA por la compra de bienes de capital, ni el pago que hacen las empresas del impuesto de industria y comercio (ICA). También se considera inconveniente que las empresas minero-energéticas descuenten las regalías del impuesto a la renta.

Sobretasa a las instituciones financieras

Se mantiene, con razón, la sobretasa del impuesto a la renta del 3 por ciento de las instituciones financieras. Esta sobretasa era transitoria, ahora es permanente. La medida se justifica porque las ganancias del sector financiero han sido elevadas.

Impuesto a las exportaciones
de petróleo crudo, carbón y oro

Este impuesto busca evitar que toda la renta adicional que reciben estas empresas se quede en manos privadas. Por ejemplo, si una empresa petrolera obtiene una ganancia razonable y paga los costos a 40 dólares el barril, y el precio sube a 100 dólares, parte de este mayor valor debe ser para la sociedad. Y este es el propósito del impuesto a las exportaciones.

Aumentan los impuestos
al patarimonio y a los dividendos

El impuesto al patrimonio se convierte en permanente. Las personas con un patrimonio de $3 mil millones deben pagar 0,5 por ciento. Y más allá de $6 mil millones, la tarifa sería del 1 por ciento. Y la tarifa a los dividendos suben de 10 al 20 por ciento.

Los impuestos a las empresas
diferencian por tamaño
A las pequeñas y micro empresas se les da un tratamiento tributario más favorable. Las tarifas son inferiores a las de las grandes empresas.

Los impuestos a las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados

Este impuesto se ha justificado más por razones de salud que fiscales. Ha sido la propuesta que más polémica ha generado. Los ataques provienen de las empresas productoras, pero también de algunos defensores del consumo de las personas de bajos ingresos, que suelen incluir en su dieta diaria las bebidas azucaradas.

Impuestos a las emisioines de carbono

Se considera conveniente aumentar los impuestos a las emisiones de carbono. Esta medida se ha justificado por la necesidad de avanzar en la transformación de la matriz energética. También es un mecanismo apropiado para mejorar los ingresos. Este tipo de impuestos cada vez tiene más acogida en el panorama internacional.

En perspectiva

Esta reforma representa una ruptura frente a las de Carrasquilla, ya que antepone la equidad, y logra un recaudo razonable. De todas maneras, aún si se logran los $25 billones, el monto continúa siendo insuficiente. Es importante, entonces, que desde el gobierno nacional se envíen mensajes claros para que las ciudades, sobre todo las medianas y grandes, mejoren los ingresos provenientes de las dinámicas urbanas (derechos de edificabilidad, cobros por congestión, valorización, primas de localización, etcétera). Los mayores recursos locales aligeran la carga fiscal del gobierno nacional.

*Filósofo y economista colombiano. Se ha desempeñado como docente universitario, ha escrito varios estudios e investigaciones económicas, ha sido consultor de organismos nacionales e internacionales como la ONU.

 

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